El ataque guerrillero en el sur de Colombia pone en peligro la pol¨ªtica de pacificaci¨®n emprendida por Belisario Betancur
La proclamaci¨®n del estado de sitio en cuatro provincias del sur de Colombia, decidida por el presidente Belisario Betancur despu¨¦s del asalto, el pasado mi¨¦rcoles, de la ciudad de Florencia por una columna guerrillera del Movimiento Diecinueve de Abril (M-19), con un saldo de al menos 40 muertos, supone un duro golpe para los esfuerzos de pacificaci¨®n desarrollados por la comisi¨®n oficial creada hace 17 meses. El comando superior del M-19 repudi¨® y se desvincul¨® ayer, sin embargo, de la acci¨®n llevada a cabo por uno de sus comandos.
La direcci¨®n del M-19 expuls¨® tambi¨¦n a Gustavo Arias Londono, alias Boris, quien fue el encargado de realizar esa espectacular operaci¨®n, al parecer sin la autorizaci¨®n del comando superior de la organizaci¨®n.En un comunicado enviado a la cadena de radio Caracol -firmado por el l¨ªder del M-19, Iv¨¢n Marino Ospina, y ?lvaro Fayad, segundo en el mando- se acus¨® a Boris de buscar la divisi¨®n en sus fuerzas y se amenaz¨® con combatirlo "en el terreno militar". Ambos jefes guerrilleros pidieron a los hombres que siguen a Arias Londono que vuelvan a las filas leales a la direcci¨®n porque no quieren "m¨¢s genocidios ni sangre derramada".
Ospina y Fayad, principales art¨ªfices de la pol¨ªtica de di¨¢logo con el Gobierno, se entrevistaron en secreto en Madrid, el pasado 8 de octubre, con el presidente Betancur, aprovechando la visita de ¨¦ste a Espa?a.
Este proceso de pacificaci¨®n, iniciado en noviembre de 1982 y conducido por una comisi¨®n encabezada por el ex ministro John Agudelo R¨ªos, ha sido ahora puesto en entredicho por ciertos medios, no s¨®lo militares, que se suman a las cr¨ªticas formuladas en enero por el general Fernando Landaz¨¢bal, quien present¨® entonces su dimisi¨®n del cargo de ministro de Defensa como pro testa por los pocos resultados obtenidos por la comisi¨®n de paz.
La joven guerrillera
Estas cr¨ªticas han sido alimentadas por la participaci¨®n en el asalto a Florencia de la joven guerrillera Amanda Rinc¨®n, que se hab¨ªa beneficiado de la amnist¨ªa ofrecida por el Gobierno. Seg¨²n fuentes gubernamentales m¨¢s de un millar de guerrilleros arrepentidos se ha acogido a la ley de amnist¨ªa y ha recibido ayuda econ¨®mica del Estado para su reinserci¨®n a la sociedad.
En una entrevista concedida al diario El Tiempo de Bogot¨¢, un miembro liberal de la comisi¨®n de paz, Jorge Angarita Mar¨ªn, se hizo eco de las preocupaciones de gran n¨²mero de componentes de este organismo. "No es justo que los guerrilleros se reserven el derecho de hablar con el Gobierno y la comisi¨®n de paz y que al mismo tiempo mantengan todas las posibilidades para cometer toda clase de infracciones, asaltos y asesinatos", coment¨®.
Citando fuentes gubernamentales, Angarita dijo que entre noviembre de, 1982 (fecha de creaci¨®n de la comisi¨®n) y noviembre de 1983 la guerrilla ha provocado la muerte de 396 personas, 161 heridos, y efectu¨® 110 ataques y 158 secuestros.
Hace algunas semanas, en plena campa?a de las elecciones municipaleis, ganadas por la oposici¨®n liberal, la Prensa colombiana recogi¨® rumores en el sentido de que la comisi¨®n de paz avanzaba por la v¨ªa de un acuerdo con los dos principales movimientos guerrilleros: el M-19 y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El presidente de la comisi¨®n recomend¨® prudencia para no comprometer los trabajos.
El 8 de marzo, sin embargo, el M-19, o lo que podr¨ªa ser una escisi¨®n radical del mismo, anunci¨® su intenci¨®n de romper la tregua relativa que se observaba desde hac¨ªa un a?o, lo que qued¨® confirmado el mi¨¦rcoles con el asalto de Florencia.
Los ministros de Gobierno, Alfonso G¨®mez G¨®mez; de Defensa, general Gustavo Matamoros, y de Comunicaciones, Nohemi Sanin, llegaron ayer a la capital de la provincia de Caquet¨¢ para analizar la situaci¨®n creada por la proclamaci¨®n del estado de sitio, que hab¨ªa sido levantado en julio de 19 82 por el Gobierno de Betancur, tras 32 a?os en vigor.
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