El 'lobby' brit¨¢nico, en EE UU actu¨® decisivamente en la elecci¨®n del Sherpa frente al Aviocar espa?ol

El lobby brit¨¢nico ante el Pent¨¢gono estadounidense fue un factor decisivo en la elecci¨®n del avi¨®n brit¨¢nico Sherpa frente al Aviocar espa?ol, seg¨²n aseguran en medios pol¨ªticos y diplom¨¢ticos espa?oles, que se han referido a la existencia de supuestas razones pol¨ªticas en la decisi¨®n norteamericana. Fuentes gubernamentales insisten en la influencia de esas razones pol¨ªticas que, sin embargo, no llegan a concretar en ning¨²n caso.

El propio presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, reconoci¨® el pasado mi¨¦rcoles en el Congreso de los Diputados la existencia de razones pol¨ªticas "que Espa?a tratar¨¢ de aclarar en sus relaciones bilaterales con Estados Unidos". Fuentes norteamericanas, sin embargo, aseguran que fueron cuestiones t¨¦cnicas, como la menor capacidad del Aviocar respecto al Sherpa, las que contribuyeron poderosamente a que la USAF seleccionara el pasado 3 de marzo el aparato brit¨¢nico en lugar del espa?ol.Fuentes gubernamentales oficiales insistieron ayer, despu¨¦s de las entrevistas mantenidas estos d¨ªas pasados en EE UU por el ministro espa?ol de Defensa con las m¨¢ximas autoridades norteamericanas, en que "hubo razones pol¨ªticas a favor del Sherpa y en contra del Aviocar" en la decisi¨®n de las Fuerzas A¨¦reas estadounidenses (USAF) para adquirir aviones brit¨¢nicos valorados en 8.000 millones de pesetas en lugar de aparatos espa?oles. En su intervenci¨®n en el Congreso, Gonz¨¢lez dijo que s¨®lo razones pol¨ªticas podr¨ªan haber aconsejado la compra a Gran Breta?a", ya que "las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas del avi¨®n espa?ol eran, al menos, iguales, cuando no superiores, a las del avi¨®n brit¨¢nico".

Sin embargo, el presidente del Gobierno no concret¨® cu¨¢les pueden ser esas razones pol¨ªticas. En medios del Ministerio de Defensa tampoco se precis¨® ayer cu¨¢les son esas razones, pero un alto cargo del departamento record¨® que la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, habl¨® sobre el programa de la USAF, al menos en tres ocasiones, con el presidente de EE UU, Ronald Reagan. Esta misma fuente destac¨® que en EE UU existe un fuerte grupo de presi¨®n en favor de los intereses brit¨¢nicos, mientras por parte espa?ola no existe nada similar. Recordaron que las gestiones en favor del Aviocar espa?ol las realiz¨® la firma norteamericana McDonnell Douglas, bien relacionada con la Marina norteamericana, pero no con la Fuerza A¨¦rea estadounidense (USAF).

A estos detalles, en medios espa?oles se a?ade la circunstancia de que Gran Breta?a es el principal aliado occidental de EE UU, y se recuerda que, estos mismos d¨ªas, buques de guerra brit¨¢nicos patrullan junto a unidades de la VI Flota norteamericana en las proximidades del Golfo P¨¦rsico ante un posible recrudecimiento de la guerra entre Ir¨¢n e Irak. Adem¨¢s, las fuentes espa?olas indicaron que las presiones brit¨¢nicas debieron ser muy fuertes en este caso, ya que la f¨¢brica de los Sherpa brit¨¢nicos se encuentra en la zona de Belfast (Irlanda), donde el ¨ªndice de desempleo es muy elevado, motivo por el que el contrato, que en total supera los 22.000 millones de pesetas, ha constituido un importante revulsivo para la firma brit¨¢nica.

Falt¨® perspectiva

A pesar de estas ventajas pol¨ªticas en favor de Gran Breta?a, en el Ministerio de Defensa se reconoce que "falt¨® perspectiva de futuro" cuando el a?o pasado, en el curso de las negociaciones por el programa FACA (Futuro Avi¨®n de Combate y Ataque), las autoridades espa?olas no exigieron al Gobierno estadounidense un compromiso de adquisici¨®n del Aviocar, a cambio de un contrato que a Espa?a le cuesta 300.000 millones de pesetas.A pesar de que en Espa?a se insiste en el papel desempe?ado por esas razones pol¨ªticas, personas estadounidenses que han tenido acceso a la evaluaci¨®n t¨¦cnica realizada por la USAF con los dos aviones han asegurado que la menor capacidad del Aviocar espa?ol respecto al avi¨®n brit¨¢nico Sherpa fue decisiva para que la USAF seleccionara el pasado 3 de marzo el aparato brit¨¢nico en lugar del espa?ol. El espa?ol cumpl¨ªa los requisitos de capacidad m¨ªnima exigida, pero el Sherpa dispone de un 30% m¨¢s de capacidad.

El requisito exigido por la USAF sobre la capacidad de los aviones que pod¨ªan competir en el programa EDSA (European Distribution System Aircraft, sistema europeo de distribuci¨®n a¨¦rea) consist¨ªa en que los aparatos deb¨ªan poder cargar en su interior un motor entero de los modernos aviones de combate.

Otra ventaja t¨¦cnica del Sherpa sobre el Aviocar tambi¨¦n estimada por los norteamericanos fue la existencia de una sola puerta para carga y descarga en el Aviocar, frente a las dos del Sherpa, lo que puede permitir operaciones m¨¢s r¨¢pidas con el avi¨®n brit¨¢nico. Asimismo, los sistemas utilizados por el Sherpa para las operaciones de carga y descarga son m¨¢s compatibles con los empleados habitualmente por la USAF.

En cuanto al precio de los aparatos, Construcciones Aeron¨¢uticas, S A, (CASA), fabricante del Aviocar, ha insistido en que sus aviones son, al menos por unidad y en precios normales de mercado, un 30% m¨¢s baratos que los brit¨¢nicos. Dado que la oferta global de los brit¨¢nicos fue inferior en precio a la espa?ola, en Madrid se coment¨® que los aparatos brit¨¢nicos estaban subvencionados por el Gobierno ingl¨¦s. Seg¨²n las fuentes estadounidenses, el precio de un Aviocar es, en efecto, inferior al de un Sherpa, pero los costes de mantenimiento y los correspondientes al ciclo de vida del aparato inclinan ligeramente la balanza en favor de los brit¨¢nicos.

El programa EDSA fue adjudicado por el Gobierno estadounidense en favor de la firma brit¨¢nica Short Brothers, fabricante del Sherpa. El contrato incluye la compra de 18 aviones valorados en 54 millones de d¨®lares (m¨¢s de 8.000 millones de pesetas), y un contrato adicional de 96 millones de d¨®lares (unos 14.000 millones de pesetas), para atender los costes de mantenimiento en los pr¨®ximos 10 a?os. Seg¨²n fuentes del sector, la empresa espa?ola CASA ha invertido entre 400 y 500 millones de pesetas en los gastos de participaci¨®n en el concurso.