Enigmas del universo al descubierto
El telescopio espacial de infrarrojos desvela aspectos ocultos del espacio exterior
Para finales de 1984, el equipo investigador del IRAS habr¨¢ catalogado casi un cuarto de mill¨®n de objetos celestes y habr¨¢ estudiado con exquisito detalle centenares de objetos que presentan inter¨¦s especial. Este mismo mes de marzo est¨¢n siendo publicados numerosos art¨ªculos cient¨ªficos dando a conocer una docena larga de descubrimientos. Todo ello gracias a un experimento de una complejidad tecnol¨®gica extraordinaria, cuya preparaci¨®n dur¨® s¨®lo 10 a?os, gracias al talento investigador de quienes lo concibieron, dise?aron y construyeron, ya que el costo total estuvo limitado a algo por debajo de los 200 millones de d¨®lares (30.000 millones de pesetas).El proyecto IRAS naci¨® tras un primer estudio de la Agencia Holandesa de Programas Espaciales (NIVR), y creci¨® s¨®lidamente cuando esta agencia se asoci¨® con sus correspondientes americana (NASA) y brit¨¢nica (SERC). La NASA y NIVR aportaron al proyecto el cohete lanzador Delta, el sat¨¦lite, la instrumentaci¨®n astron¨®mica y el ensamblaje, mientras que el SERC aport¨® la estaci¨®n de control remoto y la capacidad para la adquisici¨®n de datos a dispara la adquisici¨®n de datos a distancia.
Nunca antes se hab¨ªa puesto en ¨®rbita un telescopio criog¨¦nicamente refrigerado. Sin embargo, para este proyecto era imprescindible enfriar el telescopio a temperaturas m¨¢s bajas que -270 grados cent¨ªgrados (cerca de cero grados absolutos o Kelvin) para reducir al m¨¢ximo la emisi¨®n de fotones infrarrojos por las paredes del telescopio, que de otro modo dificultar¨ªan (o impedir¨ªan) la detecci¨®n de los fotones infrarrojos provenientes de los cuerpos celestes. Tal enfriamiento se consigui¨® con 72 kilos de helio superfluido, que cuidadosamente controlados tardaron en evaporarse los 10 meses que dur¨® la adquisici¨®n de datos. La evaporaci¨®n de la ¨²ltima gota de este precioso l¨ªquido, el 21 de noviembre pasado, marc¨® el final de la fase de adquisici¨®n de datos de uno de los proyectos que m¨¢s ¨¦xito cient¨ªfico han tenido recientemente y que ha asegurado la financiaci¨®n del gran proyecto de infrarrojo -el Special Infra-Red Telescope Facility (SIRTF) para la pr¨®xima d¨¦cada.
La radiaci¨®n infrarroja a la que los detectores del IRAS son sensibles es emitida, en la mayor¨ªa de los casos, por part¨ªculas de polvo (grafitos, silicatos ... ), emitiendo con las caracter¨ªsticas de un cuerpo negro. De este modo, el IRAS, con sus cuatro sistemas de detectores capaces de producir im¨¢genes y centrados en longitudes de onda de 12, 25, 60 y 100 micras, puede determinar el tama?o, la temperatura, la densidad y distribuci¨®n espacial de las part¨ªculas de polvo, por ejemplo, en una nube interestellar o en una nube que rodee una estrella a punto de nacer o muriendo, o en cualquier otro objeto celeste apropiado.
Cometas de largas colas
De este modo, el IRAS ha descubierto que los cometas tienen colas mucho m¨¢s largas y grandes de lo que otras observaciones anteriores, principalmente en el visible, hab¨ªan, sugerido. En el caso del cometa Tempel 2, al que jam¨¢s se le hab¨ªa visto cola, ha mostrado en el infrarrojo que s¨ª la tiene y, adem¨¢s, que ¨¦sta es enorme (unas 70 veces mayor que la separaci¨®n entre la Tierra y el Sol, es decir, unos 30 millones de kil¨®metros). Tempel 2, seguramente ha perdido -volatilizado- su material visible en sus sucesivas visitas al Sol. En mayo de 1983, el IRAS descubri¨® el cometa, hoy llamado IRAS-Araki-Alcock, que m¨¢s cerca de la Tierra ha pasado desde 1770. Despu¨¦s de ¨¦ste ha descubierto cuatro cometas m¨¢s.El IRAS ha descubierto que existe un toroide de polvo a la altura del anillo de asteroides entre las ¨®rbitas de Marte y J¨²piter, probablemente producido por suaves colisiones entre los asteroides. Y tambi¨¦n ha descubierto que hay part¨ªculas de polvo de m¨¢s de un mil¨ªmetro de di¨¢metro -emitiendo a 90 grados Kelvin- orbitando alrededor de la estrella Vega. Este es el descubrimiento que apareci¨® en los peri¨®dicos como la detecci¨®n de un sistema protoplanetario en Vega. Es esta una hip¨®tesis a la que desgraciadamente la resoluci¨®n espacial del IRAS no puede a?adir m¨¢s informaci¨®n, y cuya comprobaci¨®n tendr¨¢ que aguardar futuras observaciones.
Se han descubierto asimismo nubes fr¨ªas (20 grados Kelvin) y poco densas que cubren grandes dimensiones angulares en la b¨®veda celeste. Estos insospechados "cirros infrarrojos" -seg¨²n el nombre dado por los descubridores- absorben una peque?a parte (hasta ahora desconocida) de la radiaci¨®n visible que recibimos de otras galaxias, haci¨¦ndonos creer, por tanto, que estas galaxias est¨¢n m¨¢s lejos de lo que en realidad est¨¢n. Por ello, este descubrimiento puede provocar una revisi¨®n de nuestra idea del tama?o del universo. ?ste ser¨¢, tras la revisi¨®n, algo m¨¢s peque?o, y por tanto m¨¢s denso, de lo que anteriormente se pens¨®.
No menos interesantes han sido los hallazgos del IRAS de c¨®mo y por qu¨¦ nacen las estrellas, encontrando que ¨¦stas rara vez lo hacen solas, sino en grupillos. Y mostrando que las galaxias espirales, donde la abundancia de estrellas j¨®venes es grande, contienen, en efecto, mucho polvo -caldo de cultivo de estrellas-, al contrario que las galaxias el¨ªpticas, donde el polvo es muy escaso y tambi¨¦n las estrellas j¨®venes ausentes. Asim¨ªsmo se ha encontrado -como se esperaba- que la cantidad de polvo es grande y la formaci¨®n de estrellas acelerada en pares de galaxias pr¨®ximas, sugiriendo que la interacci¨®n entre ¨¦stas puede ser la responsable de poner en marcha mecanismos que propician la g¨¦nesis violenta de estrellas. Tambi¨¦n se ha encontrado que estos procesos se han de dar de maneras muy diversas, ya que algunas galaxias emiten unas 1.000 veces m¨¢s radiaci¨®n infrarroja que otras que, sin embargo, emiten parecida cantidad de luz visible que las primeras.
Nuevos objetos celestes
Quiz¨¢ los descubrimientos m¨¢s fascinantes del IRAS sean la media docena de nuevos objetos celestes sin contrapartidas en placas fotogr¨¢ficas o en otros cat¨¢logos. ?Son una clase nueva de objetos, ahora revelada al tener acceso nosotros por primera vez a la ventana del infrarrojo lejano del espectro electromagn¨¦tico -del mismo modo que otras clases fueron descubiertas al explorarse por primera vez las ventanas de radio, rayos X o rayos gamma-, o bien son objetos de clases conocidas pero que escapan a la detecci¨®n por otras t¨¦cnicas por alguna raz¨®n especial? El an¨¢lisis final de los datos tomados por el sat¨¦lite cuando la Tierra estuvo en distintas posiciones a lo largo de su ¨®rbita alrededor del Sol determinar¨¢ las distancias a estos objetos si ¨¦stas son menores que 5.000 veces la distancia que separa la Tierra y el Sol, o, en caso contrario, nos dir¨¢ que la distancia es todav¨ªa mayor -e indeterminable con el IRAS -que la distancia citada.Hasta el momento de ese an¨¢lisis final no se puede descartar que alguno de estos objetos sea un planeta del tipo y tama?o de J¨²piter a una distancia 100 veces mayor que la de ¨¦ste al Sol y, por tanto, dificil de detectar en el visible. El anuncio de esta hip¨®tesis caus¨® gran sensaci¨®n, y hace unos meses hizo funcionar febrilmente los teletipos de todo el mundo. Dentro de poco podremos saber si la hip¨®tesis era correcta o no.
Indudablemente se har¨¢n nuevos hallazgos a medida que la cantidad ingente de datos tomada por el IRAS se vaya analizando. Y se lanzar¨¢n nuevos sat¨¦lites astron¨®micos, como el Hubble Space Telescope (visible, 1987), ROSAT (rayos X, 1987), AXAF (rayos X, 1992), QUASAT (radio-VLBI), etc¨¦tera. Entre todos proporcionar¨¢n al hombre de ma?ana una nueva imagen del universo, y posiblemente de su lugar en ¨¦l. Pero adem¨¢s proporcionar¨¢n a los pa¨ªses que colaboran activamente en los proyectos (activamente, repito) ocasiones para hacer avances tecnol¨®gicos firmes con los que alimentar su progreso y quiz¨¢ financ¨ªarlo a la larga a costa de otros pa¨ªses que necesitar¨¢n la tecnolog¨ªa pero no la tendr¨¢n.
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