La conferencia del partido comunista polaco respalda pIenamente a Jaruzelski
Con un "m¨¢ximo reconocimiento" a la labor en el partido y en el Gobierno del general Wojciech Jaruzelski, concluy¨® ayer en Varsovia la conferencia nacional de delegados del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), que aprob¨® varios comunicados y resoluciones, entre las que figuraba una con el t¨ªtulo ?Por qu¨¦ luchamos y a d¨®nde vamos? En la resoluci¨®n sobre El cumplimiento de las resoluciones del IX Congreso se expres¨® el respaldo pleno de la conferencia del POUP a Jaruzelski.
La conferencia, a diferencia del IX Congreso, celebrado en julio de 1981, y pese a estar formada casi por los mismos delegados, fue un organismo d¨®cil y disciplinado, donde no se puso en tela de juicio la labor de los ¨®rganos dirigentes del POUP. En el IX Congreso hubo fuertes debates y discusi¨®n abierta y en las elecciones para los ¨®rganos directivos qued¨® casi barrida la anterior direcci¨®n del POUP.En algunos medios period¨ªsticos occidentales de Varsovia se volvi¨® a sacar a relucir una carta dirigida a la Dieta (Parlamento) polaca, el pasado 14 de enero, por el ex, primer ministro Piotr Jaroszewic en la d¨¦cada de los setenta, que ha sido procesado.
Jaroszewicz, que fue expulsado del POUP, deber¨¢ responder por sus responsabilidades como dirigente. En su carta a la Dieta, el ex primer ministro dice que la responsabilidad era compartida colectivamente y que en aquellos a?os tambi¨¦n formaban parte del Gobierno los miembros del Politbur¨® Jaruzelski, actual m¨¢ximo dirigente, y Kazimierz Barcikowski, que est¨¢ muy pr¨®ximo al general.
En su escrito, Jaroszewicz dice que "es deplorable el hecho de que en un proceso de calumnias a la d¨¦cada pasada se han alineado juntos los anticomunistas declarados con muchos de los autores de la pol¨ªtica de aquel per¨ªodo, personas que apoyaban aquella pol¨ªtica sin la menor objeci¨®n".
Estas acusaciones de Jaroszewicz contra Jaruzelski no parecen haber hecho mella en los delegados de la conferencia nacional, que apoy¨® la pol¨ªtica del general. Entre los documentos aprobados figura un mensaje a los partidos comunistas y obreros, en el que se explica c¨®mo el POUP ha sabido "vencer a la contrarrevoluci¨®n" y la adopci¨®n de "medidas extraordinarias contra la tentativa de destruir los fundamentos constitucionales del Estado socialista".
Retrato de un delegado
Jan Koprowski, al borde de los 40 a?os, capataz de la sider¨²rgica Lenin, en Nowa Huta, podr¨ªa ser considerado como un delegado-tipo en la conferencia, seleccionado, adem¨¢s, para intercambiar opiniones con los periodistas extranjeros. Fue el primer representante de las bases que tom¨® la palabra en el Palacio de la Cultura de Varsovia.En conversaci¨®n con EL PAIS, Koprowski explica que estuvo afiliado al sindicato independiente Solidaridad, pero insiste mucho en que se, dio de baja "antes de la declaraci¨®n de ley marcial, porque vi fr¨ªamente el camino por el que marchaba esa organizaci¨®n". Hoy Koprowski pertenece a los nuevos sindicatos de la sider¨²rgica Lenin y afirma que de un total de 35.000 trabajadores hay unos 10.000 inscritos en los sindicatos creados tras la ley marcial.
Koprowski fue delegado al noveno congreso de julio de 1981, el congreso extraordinario de la Odnowa, renovaci¨®n socialista de la sociedad, y dice que "la atm¨®sfera de la conferencia es diferente. Las intervenciones de los delegados son m¨¢s ponderadas y concretas, una consecuencia de la actual situaci¨®n". Reconoce este delegado modelo que "el POUP no goza de un respaldo entusiasta en la sociedad, pero cada vez tiene menos enemigos".
Nowa Huta es uno de los focos de conflicto m¨¢s importantes en Polonia. A pesar de los fracasos de las ¨²ltimas convocatorias de la clandestinidad, en Nowa Huta siempre hubo des¨®rdenes y enfrentamientos violentos en las calles. Para Koprowski, el motivo est¨¢ claro: "La sider¨²rgica Lenin no fue elegida casualmente como lugar de manifestaciones.
El capataz Koprowski, secretario del POUP en su secci¨®n, est¨¢ satisfecho con su sueldo de 20.000 zlotys (unas 35.000 pesetas al cambio oficial); su mujer, peluquera; sus dos hijos; su coche Wartburg, fabricado en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, y su televisor en color.
Sobre la guerra de los crucifijos, la retirada de este s¨ªmbolo cristiano de los edificios p¨²blicos y f¨¢bricas, Koprowski piensa que en Polonia hay much¨ªsimas iglesias y se construyen muchas m¨¢s, y esos, son los lugares adecuados para rezar. Colocar una cruz en la nave de una f¨¢brica sucia y donde la gente dice palabrotas no me parece adecuado. Este tema no se discuti¨® en la conferencia, porque hay problemas m¨¢s importantes".
Rechaza categ¨®rico Koprowski la afirmaci¨®n de que la amistad con la Uni¨®n Sovi¨¦tica sea un sacrificio para Polonia. "Sin la ayuda sovi¨¦tica, con las restricciones occidentales, estar¨ªamos de rodillas".
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