D'Aubuisson gana la 'batalla de las masas' a Duarte en el cierre de la campa?a electoral en San Salvador
"Libertad se escribe con sangre, trabajo con sudor. Unamos sudor y sangre". M¨¢s de 20.000 seguidores del ultraconservador Roberto d'Aubuisson, que llenaron el domingo los grader¨ªos del estadio nacional, repitieron hasta el cansancio el himno de ARENA (Afianza Republicana Nacionalista), cuyo estribillo es "Patria s¨ª, comunismo no?. Su oponente dem¨®crata cristiano, Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, apenas hab¨ªa reunido 10.000 personas el viernes por la tarde en el parque Libertad.
Los dos candidatos que el pr¨®ximo domingo se disputar¨¢n la presidencia (los otros seis no cuentan) cerraban as¨ª su campa?a electoral en San Salvador, aunque la propaganda seguir¨¢ abierta hasta ma?ana.El contenido pol¨ªtico, escaso en todos los m¨ªtines, casi desapareci¨® por completo en los dos ¨²ltimos. Duarte elogi¨® la valent¨ªa de sus correligionarios, que han perdido el miedo a las pistolas de los areneros. Hizo un extenso paneg¨ªrico de s¨ª mismo, por haber recorrido el pa¨ªs durante 23 a?os llevando el mensaje de que s¨®lo con libertad y justicia se resolver¨¢ la crisis salvadore?a, y termin¨® pronosticando su propia victoria.
Duarte entiende que el voto del 25 de marzo ser¨¢ un voto contra casi dos d¨¦cadas de dictadura del PCN (Partido de Conciliaci¨®n Nacional), contra los escuadrones de la muerte, contra los asesinatos y a favor de la paz y del pacto social. En una clara alusi¨®n a su competidor, grit¨® enf¨¢ticamente: "Aqu¨ª est¨¢n mis manos limpias. Voy a ser el presidente de los pobres, el presidente de la paz".
En boca de D'Aubuisson, el candidato democristiano se convertir¨ªa dos d¨ªas despu¨¦s, como ya es habitual, en el loco Duarte. El l¨ªder derechista, bajo cuya camisa azul se insinuaba la pistola, no se olvid¨® tampoco de la Prensa internacional, aunque esta vez no emple¨® sus bater¨ªas m¨¢s pesadas.
"Ustedes han mentido", dijo, "al decir que hay guerra civil en El Salvador". En medio de los silbidos de todo el estadio agreg¨®: "Hay guerra, pero impuesta desde fuera. Por eso son los soldaditos los que est¨¢n combatiendo. Pero El Salvador somos todos, por eso nosotros defendemos a la fuerza armada. Mejor vayan a filmar al loco Duarte cuando ataca a la fuerza armada. El loco Duarte, que lleg¨® al poder gracias a la credencial extranjera, anda diciendo que s¨ª quiere a los empresarios, pero se ve desesperado y avis¨® que ir¨¢ a la clandestinidad si no gana".
Duarte y los periodistas, que acudieron con un brazalete negro en memoria del fot¨®grafo John Hoagland, muerto el pasado viernes por una bala perdida, fueron los temas de un pobre discurso que dur¨® 15 minutos escasos, durante los cuales D'Aubuisson prometi¨® paz y desarrollo y puso ¨¦nfasis en el hecho de que no defiende la violencia legal y que van a ser los votos los que le lleven al Gobierno. "Que Dios nos ilumine y nos bendiga, porque el trabajo es grande".
Sobre el c¨¦sped del estadio nacional se jug¨® luego un partido de f¨²tbol bufo entre los areneros y los rojos. Una caricatura del embajador norteamericano, Thomas Pickering, se aline¨® con los primeros, cuyo delantezo centro era Roberto Maradona d'Aubuisson. En la apoteosis final entr¨® al campo la m¨¢scara de Reagan, que reconoci¨® la victoria de. D'Aubuisson antes de abrazarle.
Duarte ha hecho de D'Aubuisson el responsable de los asesinatos que se cometen en el pa¨ªs. ?ste le ha culpado de la crisis econ¨®mica y de la subversi¨®n comunista. D'Aubuisson, que hace alarde de sus atributos masculinos, ha conseguido una clientela femenina fan¨¢tica y violenta. Duarte tiene su mayor caudal de votos entre las clases medias de la capital y los campesinos beneficiados por la reforma agraria. Est¨¢ por verse el papel que puede jugar la violencia en la definici¨®n del voto, una violencia que en la ¨²ltima semana ha causado 79 muertos, sin contar los ca¨ªdos en combate.
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