La pol¨ªtica uruguaya recupera a L¨ªber Seregni, el general que supo unir a la izquierda
Uno de los presos pol¨ªticos m¨¢s c¨¦lebres del mundo ha sido liberado. ?C¨®mo es el general L¨ªber Seregni? Un hombre fino, discreto, cult¨ªsimo, inteligente y un excelente militar. Por otra parte, es un h¨¢bil pol¨ªtico que supo crear el Frente Amplio, una conjunci¨®n de partidos que va desde los sectores m¨¢s avanzados de los partidos tradicionales blanco y colorado hasta los partidos comunista, socialista y democristiano.
Nacido en Montevideo, hijo de modestos emigrantes italianos, trabajador y estudioso, lleg¨® en el a?o 1950 al cargo de subjefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito. Hasta entonces no se le conoc¨ªa ninguna inclinaci¨®n pol¨ªtica. Se le apreciaba como t¨¦cnico de reconocido valor y capacidad. En 1967 es nombrado jefe de la I Regi¨®n Militar (Montevideo), en un momento de represi¨®n del movimiento pol¨ªtico y sindical.Por notorias discrepancias con el entonces presidente, Jorge Pacheco Areco, present¨® la inesperada dimisi¨®n de su cargo. Este acto constituy¨® su revelaci¨®n como un pol¨ªtico dem¨®crata, progresista, enemigo de la represi¨®n que un Gobierno reaccionario hab¨ªa desencadenado contra unas fuerzas populares que todav¨ªa no hab¨ªan encontrado un centro aglutinador.
En febrero de 1971 se crea el Frente Amplio, que encuentra en el general Seregni su figura ideal. Puede resultar extra?o para muchas mentalidades democr¨¢ticas que un militar llegue a dirigir un movimiento popular de izquierda de tama?a amplitud. Sin embargo, no es tan parad¨®jico como parece a primera vista.
En primer t¨¦rmino, el Ej¨¦rcito de Uruguay pose¨ªa una larga tradici¨®n democr¨¢tica y sus oficiales proced¨ªan de una peque?a burgues¨ªa cultivada. Claro est¨¢ que, despu¨¦s de la segunda guerra mundial, en la famosa escuela de Panam¨¢ se fue formando una nueva oficialidad con mentalidad anticomunista primaria y antidemocr¨¢tica, preparada para combatir la subversi¨®n en el continente americano.
Esa nueva oficialidad vio en el general Seregni el enemigo directo que se opon¨ªa a los planes de instaurar una dictadura militar. En las elecciones presidenciales de 1971 Seregni es elegido candidato a la presidencia del Frente Amplio y obtuvo el 19% de los votos.
Durante la campa?a electoral, Seregni demostr¨® sus condiciones de gran pol¨ªtico unificador de toda la izquierda uruguaya. Proclam¨® en todos sus discursos la necesidad de una reforma agraria democr¨¢tica, la nacionalizaci¨®n de las empresas m¨¢s importantes, la soberan¨ªa nacional frente a intromisiones imperialistas.
Detenido en julio de 1973, juzgado y condenado por un tribunal militar, se le acusa de colaboraci¨®n con los tupamaros, cargo que no se le pudo probar. Se le mantiene incomunicado y en muy duras condiciones de reclusi¨®n. En su obra El color que el infierno nos escondiera, el novelista Mart¨ªnez Moreno nos describe todas las humillantes vejaciones a que es sometido el general Seregni en la c¨¢rcel. Todas estas vejaciones las soporta con ejemplar dignidad.
Hombre sobrio, austero, paciente y estudioso, desde la c¨¢rcel prosigue sus trabajos cient¨ªficos y su propaganda pol¨ªtica. Sus compa?eros militares no logran doblegarle. Por esta raz¨®n se negaron siempre a liberarlo, pese a toda la campa?a mundial que se ha hecho por su liberaci¨®n.
Seregni est¨¢ libre. Pero esta libertad es el resultado de una larga, dif¨ªcil lucha del pueblo uruguayo para restablecer su democracia perdida. Vuelve a surgir Seregni en la escena pol¨ªtica como el general del pueblo y para el pueblo trabajador de su pa¨ªs.
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