El compositor Olavide reestrena en Madrid su obra 'Estigma', sobre santa Teresa

El compositor Gonzalo de Olavide estrena hoy en el Teatro Real de Madrid una nueva versi¨®n de su obra Estigma, sobre santa Teresa, despu¨¦s de obtener ¨¦xitos diversos en sus actuaciones en el extranjero. "El compositor De Olavide: un maestro". As¨ª titulaba, hace unas semanas, el Journal de Gen¨¨ve el comentario de su cr¨ªtico al Quinto himno de la desesperanza, estrenado por el Collegium Musicum, dirigido por Jacques Guyonnet. Para Pierre Michot, la m¨²sica de Olavide figura "entre las m¨¢s bellas que hoy se escriben".El reestreno de hoy ser¨¢ protagonizado por el Coro y Orquesta de RTVE, dirigidos por Arturo Tamayo. La partitura sobre santa Teresa, escrita por encargo de Radio Nacional y titulada Estigma, revela el temperamento y el car¨¢cter de Olavide.

"Compongo por necesidad vital, aun a sabiendas de que el compositor no tiene posici¨®n en la sociedad. A finales del siglo XX, en el momento culminante, al menos para el contempor¨¢neo, de los media y la informaci¨®n -tantas veces basada en la mera reproducci¨®n-, el quehacer de un creador no tiene lugar, es pura utop¨ªa", dice el compositor.

Si la ejecutoria de Gonzalo Olavide (Madrid, 1934), es interesante, no lo son menos algunos datos de su ascendencia. Por v¨ªa paterna o materna, nos encontramos, por supuesto, con Pablo de Olavide y Ja¨²regui, batallador enciclopedista, amigo de Aranda y a la ca¨ªda del conde exiliado en Francia y, luego, en Ginebra, justamente la ciudad de residencia de Gonzalo de Olavide, desde hace m¨¢s de 20 a?os; por otra parte, m¨¢s musical, precedieron al compositor la c¨¦lebre Rita Luna, rival de la Tirana en el teatro del Pr¨ªncipe, buena amiga de Floridablanca y, no tanto, de Morat¨ªn. En fin, ya cerca de nuestros d¨ªas, un t¨ªo camal de Olavide, hoy casi olvidado, goz¨® de excelente fama como tenor, hasta el punto de que Vives le encomendara el estreno de Do?a Francisquita. Me refiero a Juan Casenave.

?Por qu¨¦ santa Teresa?. "Hab¨ªa la justificaci¨®n centenaria de 1982. Pero eso nunca me habr¨ªa bastado. Yo no soy un fr¨ªvolo. Me interes¨® siempre la personalidad profunda y magn¨ªfica de Teresa, antes que musicalizar sus textos. Cuando te enfrentas con una figura y un mensaje como el de santa Teresa, la palabra deviene m¨²sica, por encima, incluso, de su significado. Si en Cante la m¨²sica era el poema de Lorca y, al rev¨¦s, en Estigma, las palabras de Teresa no pierden su identidad y, a la vez, impulsan la expresi¨®n espec¨ªficarnente musical. En Lorca, sus versos eran texto para m¨ª; en santa Teresa act¨²an como pre-texto, como elemento anterior a lo sonoro". Entre la primera audici¨®n de 1982 y la de hoy existen diferencias "en el trabajo coral y en la estructura de la orquestaci¨®n pensada para el ¨¢mbito de un templo, los Jer¨®nimos, y no para una sala de conciertos".