Un golpe casi perfecto

Hace unas semanas, Mercedes de Prat abri¨® la puerta de la Finca 550 de la Diagonal de Barcelona y, en aquel mismo momento, un individuo de aspecto sospechoso penetr¨® en el edificio, sin precisar a qu¨¦ piso iba. Cuando lleg¨® a su domicilio, en la cuarta planta, le coment¨® a su esposo que desde hac¨ªa algunos d¨ªas ve¨ªa merodear algunas personas que no le inspiraban confianza y que una de ellas se hab¨ªa colado en la finca. Su marido, Ces¨¢reo Rodr¨ªguez Aguilera, presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona, puso estas informaciones en conocimiento de la polic¨ªa, quien dispuso un servicio personal de escolta. Los agentes que iniciaron este discreto servicio de vigilancia, en previsi¨®n de alguna acci¨®n contra el mencionado jurista, poco pod¨ªan sospechar que ser¨ªan elementos decisivos en la detenci¨®n de una banda internacional que planeaba el atraco del siglo en la sucursal n¨²mero 1 del Banco Hispano Americano, cuyo bot¨ªn hubiera empeque?ecido el c¨¦lebre rififi del Banco de Andaluc¨ªa de Marbella.Al atardecer del domingo d¨ªa 18 un grupo de personas penetr¨®, gracias a un duplicado de la llave de la escalera, en el n¨²mero 550 de la Diagonal. Entraron sin prisas, con gran sigilo, aunque con unas grandes bolsas de deporte marr¨®n y azul en donde llevaban un impresionante instrumental, as¨ª como algo de comida. Todos los integrantes del grupo eran de nacionalidad italiana, y se da la circunstancia de que los dos frentes del banco (que hace esquina con la calle de Aribau) dan a dos importantes establecimientos italianos: las l¨ªneas a¨¦reas Alitalia y la Oficina de Turismo Italiano. Una vez en el amplio hall de la finca, se dirigieron a la puerta de servicio, situada a la derecha. Esta puerta da a un peque?o ascensor y permite acceder a unos s¨®tanos que son utilizados como garage por el propietario del bar Los Condes, situado en la calle del Bon Pastor (justo detr¨¢s del portal por donde entraron los asaltantes). El garage resulta singular porque los veh¨ªculos deben alcanzar la calle mediante un montacargas, en la actualidad inutilizado por falta de pago de los recibos de electricidad. Curiosamente, el due?o del bar Los Condes, Jacinto Matell¨¢n, estuvo un par de d¨ªas incomunicado en la Jefatura Superior de Polic¨ªa porque en el aparcamiento subterr¨¢neo fue encontrado un Volvo, que hab¨ªa denunciado como robado.

La finca 550 de la Diagonal pertenece a una rama de la familia Montal, industriales textiles catalanes -uno de los cuales, Agust¨ªn Montal Costa, fue presidente del FC Barcelona-, y en el bloque viven Mercedes y Jos¨¦ Mar¨ªa Montal Artigues. Tambi¨¦n tiene un despacho el abogado Antonio Plasencia, decano del colegio barcelon¨¦s. La noche del domingo d¨ªa 18 eran pocos los vecinos que estaban en su piso, ya que el largo puente invitaba a la salida del fin de semana. El portero de la finca asegura que no oy¨® ning¨²n ruido, aunque de madrugada escuch¨® algo as¨ª como unas detonaciones: "Pero lo cierto es que me enter¨¦ de los hechos a las siete, cuando baj¨¦ a la porter¨ªa".

Sobre las tres de la madrugada uno de los pocos vecinos del inmueble llam¨® a la polic¨ªa "porque o¨ªa algunos ruidos como de obras e incluso me pareci¨® que son¨® un instante la alarma". Cuando en jefatura recibieron esta llamada, el servicio de escoltas hab¨ªa comunicado igualmente que una alarma se hab¨ªa escuchado durante apenas un par de segundos. Sin embargo, el registro de la alarma no se detect¨® en la sede central de la Via Laietana. Al parecer, la alarma funcion¨® puntualmente en el momento de desconectarla, lo que tambi¨¦n ocurri¨® en Marbella en el desvalijamiento a la sucursal del Banco de Andaluc¨ªa. El Grupo de Atracos moviliz¨® a todos sus efectivos, unas 20 personas, y al propio comisario jefe de la brigada.

Ninguno llevaba armas

Sobre las 3.20 horas se consum¨® la operaci¨®n. Despu¨¦s de que Franco Pirozi hubiera devorado con su lanza t¨¦rmica medio metro de hormig¨®n de la pared y los barrotes de la jaula de seguridad de la c¨¢mara, se encontraron con el "?Alto, la polic¨ªa.'" y los disparos al aire de los inspectores, quienes aprovecharon el elemento sorpresa, a pesar de que desconoc¨ªan las caracter¨ªsticas de aquel laberinto subterr¨¢neo. S¨®lo Luigi Masciulli intent¨® llegar a la calle desde el garage, recibiendo una bala que lo hiri¨® levemente. Los otros nueve asaltantes, todos de nacionalidad italiana, aunque uno con residencia en Barcelona, se entregaron sin oponer resistencia. Incluidos los dos que estaban a bordo de un R-9 rojo, que hab¨ªan alquilado. No llevaban ning¨²n tipo de arma. "Somos profesionales de nuestro oficio y, ya se sabe, en estas cosas a veces se gana y a veces se pierde", dijo uno de los miembros del grupo en las dependencias policiales. Otro incluso se?al¨®: "Somos buenos, pero ustedes han resultado mejores". Los propios inspectores se?alaron que la banda estaba integrada por individuos muy preparados, "cada uno con una espec¨ªalizaci¨®n concreta para llevar a cabo el butr¨®n (riffli)". Su alto grado de conocimiento tecnol¨®gico lo demuestra la eficacia en el uso de la lanza t¨¦rmica o la utilizaci¨®n del emisor-receptor manual Kenwood, japon¨¦s, que permite comunicar con frecuencia de radioaficionado a un centenar de kil¨®metros.Los detenidos -Giovanni Tullo, Andrea Tranchina, Carlo Tempesta, Ettore Serafinni, Sergio Patre, Mario Proinetti, Franco Pirozzi, Alberto Sbrilli, Lorenzo Palmeri y Luigi Masciulli- no aportaron nada nuevo en jefatura, pues se negaron a declarar, "de acuerdo con sus derechos constitucionales". En c¨ªrculos policiales se piensa que algunos de ellos pod¨ªan tener relaci¨®n con el rififi de Marbella y con otros perpetrados en la costa levantina. La investigaci¨®n de la polic¨ªa, que inic¨ªalmente eran unos pocos datos introducidos en una carpeta amarilla bautizada con el nombre de Espaguettis, prosigue, mientras en las dependencias de Via Laietana hay quien insiste: "?stos s¨ª son profesionales y no ¨¦sos chapuceros con los que solemos encontrarnos".