Una frase de la carta en la que se ped¨ªa el rescate puso a la polic¨ªa sobre la pista
Una frase contenida en la carta en la que el presunto asesino de Mar¨ªa Teresa Mestre suplantaba la personalidad de un grupo de afectados por el aceite de colza desnaturalizado y ped¨ªa un rescate por liberar a la mujer, indujo a la polic¨ªa a sospechar que el autor del asesinato era un hombre joven que no actuaba por dinero, sino por m¨®viles pasionales o debido a alg¨²n desequilibrio mental. Esta pista llev¨® a sospechar, entre otros, de ?ngel Emilio Mayayo, aunque la investigaci¨®n tuvo que aparcarse durante varios d¨ªas, mientras los esfuerzos policiales se centraban en la resoluci¨®n del secuestro del industrial barcelon¨¦s Raimundo Guti¨¦rrez.
"Jefe, estoy seguro. Esta carta es aut¨¦ntica y la ha escrito un hombre joven. La ha escrito el asesino". Agust¨ªn Linares, jefe superior de Polic¨ªa de Barcelona, vacil¨®. No pod¨ªa creer que la sospecha de V¨ªctor Cu?ado, el jefe del grupo de homicidios de la Brigada Regional de Polic¨ªa Judicial, fuera cierta, pero el aplomo y la firmeza que mostraba el inspector le convenci¨®. Hace de eso 20 d¨ªas.El propio responsable de la investigaci¨®n recuerda ahora aquella conversaci¨®n con Linares que puso en marcha el cerco policial alrededor de ?ngel Emilio Mayayo y otros j¨®venes amigos de la familia Salom¨®. El inspector de primera Victor Cu?ado, sin embargo, tuvo que abandonar su l¨ªnea de investigaci¨®n por unos d¨ªas: un industrial textil barcelon¨¦s, Raimundo Guti¨¦rrez, hab¨ªa sido secuestrado. Las pesquisas llevaron a Cu?ado y a otros inspectores de la Brigada Judicial hasta Toulouse (Francia), donde lograron rescatar con vida a Raimundo Guti¨¦rrez.
Durante los d¨ªas que dur¨® el secuestro del propietario de la firma textil Ramani, el jefe del grupo de homicidios, que llev¨® tambi¨¦n el peso de la investigaci¨®n, sigui¨® pendiente del caso de Mar¨ªa Teresa Mestre. Recuerda ahora que noche tras noche, casi durante dos meses, estuvo pensando en descubrir una pista. A veces, rechazaba las hip¨®tesis que ¨¦l mismo constru¨ªa y estaba "casi convencido" de que la clave del caso estaba en la carta.
"Jefe, no lo s¨¦, pero creo que del contexto de estas frases se desprende que la persona que la ha escrito tiene un nivel cultural de preuniversitario y que pretende desviar las investigaciones, creo que esta carta no intenta pedir un rescate y que el que la ha escrito conoc¨ªa a la v¨ªctima". El jefe superior segu¨ªa, en silencio, el relato del jefe de homicidios, que hab¨ªa confeccionado ya una lista de sospechosos compuesta ¨²nica y exclusivamente por j¨®venes amigos de la familia de la v¨ªctima, entre los que se encontraba ?ngel Emilio Mayayo P¨¦rez.
V¨ªctor Cu?ado, sin embargo, interrog¨® a otros muchos j¨®venes antes que a ?ngel Emilio. El inspector no quiere revelar c¨®mo desarroll¨® su investigaci¨®n, pero parece seguro que indag¨® en la vida de los interrogados, sobre el posible consumo de estupefacientes, los antecedentes policiales, las verdaderas vinculaciones con la familia Salom¨®-Mestre, la situaci¨®n financiera, laboral, personal y familiar... El pasado lunes, el jefe de homicidios viaj¨® a Reus.
"?ngel Emilio respond¨ªa perfectamente al simil que me hab¨ªa imaginado. Era un estudiante que hab¨ªa dejado las aulas desde hac¨ªa dos a?os, ten¨ªa un car¨¢cter dificil y era amigo y vecino de la familia", afirma Cu?ado. "Cuando llegu¨¦ a Reus, no estaba en casa", a?ade, "s¨®lo encontr¨¦ a su madre. Cuando apareci¨® ?ngel Emilio, le dije que quer¨ªa hablar con ¨¦l y me lo llev¨¦ a un bar. Decid¨ª jugar fuerte e intent¨¦ acorrararle. Se contradijo. Le hab¨ªa descubierto, pero a¨²n faltaba un detalle, la pista definitiva".
Cu?ado pidi¨® al joven que le acompa?ara a la comisar¨ªa y ?ngel Emilio no opuso resistencia. All¨ª, en las dependencias policiales, ante su sopresa, el sospechoso se encontr¨® a su madre, a la que el polic¨ªa hab¨ªa hecho llamar, y la Olivetti Lettera 35 de su padre, ya fallecido.
El inspector orden¨® que se volviera a escribir en un papel, tambi¨¦n propiedad del sospechoso, la misma carta recibida en el domicilio de la v¨ªctima el pasado d¨ªa 16 de enero. Inspectores del Gabinete de Identificaci¨®n confirmaron lo que el jefe de homicidios sospechaba. Los tipos de letra coincid¨ªan, las dos cartas hab¨ªan sido escritas por la misma m¨¢quina. El presunto asesino se derrumb¨® ante la evidencia. "No me atrevo a decir que he sido yo, por verg¨¹enza a lo que digan de m¨ª", se limit¨® a afirmar ?ngel Emilio Mayayo sin levantar la cabeza.
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