Hacinamiento, corrupci¨®n y promiscuidad
Situado en pleno coraz¨®n de la ciudad, el penal lime?o de El Sexto, donde 19 personas perdieron la vida el pasado martes en circunstancias tr¨¢gicas -en un mot¨ªn-, tiene una historia de violencia y sangre, cuyo m¨¢ximo exponente fue la muerte de 31 reclusos el 4 de marzo de 1981.En aquella ocasi¨®n, Lima vivi¨® una escalofriante jornada, marcada por las rivalidades entre bandas que se disputaban el control de la distribuci¨®n de productos dentro del penal, de la protecci¨®n y del tr¨¢fico interno de drogas. La opini¨®n p¨²blica peruana se conmocion¨® con la matanza entre reclusos, la mayor¨ªa de los cuales murieron quemados en sus celdas.
El hacinamiento, la corrupci¨®n y la promiscuidad son los elementos que convierten a El Sexto en un lugar de alta tensi¨®n.
La v¨ªspera de la Navidad de 1981, El Sexto nombre que da t¨ªtulo a una novela escrita en 1961 por el autor peruano Jos¨¦ Mar¨ªa Arguedas sobre sus experiencias personales en esa prisi¨®n- fue escenario del intento de asesinato, por parte de un delincuente cautivo, del entonces ministro de Justicia, Enrique El¨ªas. El ministro hab¨ªa llegado a la c¨¢rcel para presidir una ceremonia navide?a, y, durante el desarrollo de ¨¦sta, un recluso sali¨® del grupo, rev¨®lver en mano, y enca?on¨® al mandatario. El arma se encasquill¨® cuando el delincuente apret¨® el gatillo.
Ambos casos han dado la fama de conflictivo y peligroso a El Sexto, fama que qued¨® ayer ratificada con el amotinamiento de ocho peligrosos delincuentes que tomaron 11 rehenes.
"Dios m¨ªo, s¨ª yo lo supiera...", fue el ¨²nico comentario que hizo ayer el director del penal, Carlos Infantes, cuando Efe le pregunt¨® c¨®mo consiguieron los reclusos los dos rev¨®lveres y los cartuchos de dinamita mediante los cuales mantuvieron al pa¨ªs en vilo durante 14 horas.
El Sexto, situado en pleno centro de Lima, tiene una poblaci¨®n de 1.400 reclusos, muy por encima de su capacidad te¨®rica.
En los ¨²ltimos meses, Lima se ha visto conmocionada por hechos de este tipo. El de m¨¢s repercusi¨®n fue la matanza, por la polic¨ªa, de ocho reclusos y una monja que ten¨ªan como reh¨¦n, en diciembre del a?o pasado, en la c¨¢rcel de Lurigancho.
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