Un investigador especial indagar¨¢ la conducta del consejero de Ronald Reagan, Edwin Meese
Edwin Meese, el hombre elegido por el presidente Ronald Reagan como futuro procurador general de Estados Unidos, cargo equivalente al de ministro de Justicia, deber¨¢ hacer frente a una investigaci¨®n especial de un investigador nombrado por la justicia, cuya misi¨®n ser¨¢ determinar una serie de anomal¨ªas en su vida privada y profesional.
El hecho, que paraliz¨® los debates senatoriales para su confirmaci¨®n o su rechazo al frente de la procuradur¨ªa general norteamericana, va a ser empleado con miras electorales por el Partido Dem¨®crata, que acusa a unos 50 miembros de la Administraci¨®n del presidente republicano Ronald Reagan de hallarse en situaciones "¨¦ticamente cuestionables", seg¨²n anunci¨® ayer en Washington Thomas P. O'Neill, congresista por Massachusetts.Walter Motidale y Gary Hart ironizan sobre la moralidad pol¨ªtica de algunos altos cargos de la Administraci¨®n Reagan. El esc¨¢ndalo da?a al propio presidente Reagan, que se encuentra ante la alternativa de mantener a su candidato a procurador general o retirarlo, confirmando de este modo las dudas del Congreso.
Reagan ha optado por una v¨ªa intermedia, ya que acept¨® la designaci¨®n, acorde con las leyes emitidas al respecto tras el esc¨¢ndalo Watergate, de un investigador especial para su viejo amigo personal. Edwin Meese fue jefe del gabinete de Reagan durante su ¨¦poca de gobernador de California, jefe de la campa?a electoral que lo llev¨® triunfalmente a la Casa Blanca, hombre de confianza del presidente durante los tres primeros a?os de Administraci¨®n Reagan y, quiz¨¢ futuro procurador general de Estados Unidos, si logra salvar la investigaci¨®n en marcha.
"Estoy satisfecho de que haya un investigador especial para aclarar todo el asunto", coment¨® el propio Edwin Meese, dispuesto a afrontar viento y marea para lograr el cargo de procutado? general. La situaci¨®n es compleja y no se espera que su nombramiento pueda producirse antes de que transcurrran varias semanas.
El pasado de Meese
Por el momento, el actual procurador general, William French Sinith, que dimiti¨® recientemente de su cargo para regresar al ejercicio privado de la abogac¨ªa en una firma californiana, nombr¨® a un equipo de tres jueces (Roger Robb, Joseph Edward y Lewis Morgan) para que designen el investigador especial que indagar¨¢ sobre el pasado de Edwin Meese.A Meese se le atribuyen varios episodios que ensombrecen su personalidad y su ¨¦tica para lograr el importante cargo de procurador general, seg¨²n subrayan informaciones de Prensa y distintas declaraciones.
En primer lugar, el haber aceptado su esposa, ?rsula, un pr¨¦stamo sin inter¨¦s, por valor de 15.000 d¨®lares (aproximadamente 2.250.000 pesetas) por parte de un amigo personal de la familia, Edwin Thomas, posteriormente nombrado para un cargo en la Administraci¨®n.
En segundo lugar, hay interrogantes sobre la promoci¨®n militar del ex consejero presidencial durante el tiempo que pas¨® en el Ej¨¦rcito, en el que alcanz¨® el grado de coronel en la reserva. Viene a continuaci¨®n un asunto del .olvido" en la declaraci¨®n de renta de intereses por valor de unos 10.000 d¨®lares (alrededor de 1.500.000 pesetas). Tambi¨¦n hay algunos interrogantes sobre la concesi¨®n de un aval del Gobierno federal para un cr¨¦dito de unos cinco millones de d¨®lares (unos 750 millones de pesetas) para la firma Biotech, en la que la esposa de Meese tiene participaci¨®n financiera.
Para contemplar las dudas del Congreso sobre el comporta miento de Meese queda pendiente concretar cu¨¢l fue su papel en el obtenci¨®n de un informe secreto sobre la estrategia electoral del presidente dem¨®crata Jimmy Carter durante la campa?a presidencial de EE UU en 1980, cuando Edwin Meese era el jefe de campa?a del actual presidente.
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