Pol¨¦mica sobre la Polic¨ªa Municipal de Aspe tras varias querellas por supuestos malos tratos

Francisco Ram¨®n Hern¨¢ndez Alcolea, vecino de Aspe (Alicante), de 23 a?os, ha denunciado ante el Juzgado de Instrucci¨®n de Elda a tres polic¨ªas municipales de la localidad, pertenecientes al servicio nocturno, por los supuestos malos tratos que sufri¨® de ellos en la madrugada del pasado d¨ªa 20. Se trata de los agentes Gonzalo Pujalte, Bernardo Garc¨ªa Ortega y Manuel G¨®mez Hern¨¢ndez. Alcolea fue detenido por supuestos insultos a los agentes, quienes le condujeron al ret¨¦n de la Polic¨ªa Municipal. La denuncia del joven, que no es la primera contra el servicio, ha provocado en Aspe cierta pol¨¦mica sobre el servicio nocturno, que se inaugur¨® el 30 de septiembre pasado.

En el texto de la querella, Hern¨¢ndez Alcolea dice ser v¨ªctima del rencor de los agentes de la Brigada Nocturna. Explica que se hab¨ªa prestado voluntariamente a ir como testigo cuando se present¨® una anterior querella por presuntas torturas contra miembros de la brigada, interpuesta por tres j¨®venes a los que se hab¨ªa detenido la noche del mismo d¨ªa 30 de septiembre, como presuntos miembros de una banda de delincuentes. Se trata de Alfonso Garc¨ªa Torres y Alfonso Urios L¨®pez, que carecen de antecedentes, y Antonio Calero Miralles, que est¨¢ internado actualmente en la prisi¨®n provincial.En aquella ocasi¨®n acompa?aban a los agentes locales dos polic¨ªas del Ayuntamiento de Alicante, que clausuraban un cursillo especial que hab¨ªan seguido los seis agentes de Aspe destinados en la Brigada Nocturna. Los monitores alicantinos fueron sancionados por el alcalde de la capital, el socialista Jos¨¦ Luis Lassaletta, con una suspensi¨®n de empleo y sueldo de cuatro d¨ªas. Asimismo, fueron apartados del servicio que prestaban en la brigada local de Servicios Varios.

Intoxicaci¨®n et¨ªlica

El incidente protagonizado por Hern¨¢ndez Alcolea tiene versiones distintas, seg¨²n las partes. Las lesiones leves que sufri¨® fueron certificadas por el titular de Sanidad de Aspe, quien a?ade en su escrito que el ahora demandante sufr¨ªa "intoxicaci¨®n et¨ªlica". Uno de los agentes implicados, Manuel G¨®mez Fern¨¢ndez, estuvo cuatro d¨ªas fuera de servicio con baja m¨¦dica, a consecuencia de las contusiones que sufri¨® en la mu?eca de la mano derecha, ocasionadas por el detenido, al parecer cuando escap¨® del ret¨¦n. Hern¨¢ndez Alcolea ser¨ªa arrestado de nuevo minutos m¨¢s tarde por el guardia G¨®mez Hern¨¢ndez, quien explica que las lesiones del detenido fueron debidas a un resbal¨®n que sufri¨® durante su huida.

El alcalde de Aspe, el socialista Ram¨®n Berenguer, afirma que no piensa dejarse influir por "ataques a las instituciones democr¨¢ticas por parte de gente con poder econ¨®mico" -con esto alude a la desahogada posici¨®n social del padre de Hern¨¢ndez-, al tiempo que asegura que acatar¨¢ la decisi¨®n judicial.

El alcalde justifica la actuaci¨®n de los polic¨ªas diciendo que "en esta localidad, con 17.000 personas, no existe polic¨ªa gubernamental ni comisar¨ªa, y nosotros tenemos que cubrir los principios de subsidiaridad y auxilio de un pueblo con gran conflictividad en el orden p¨²blico". El alcalde no ha tomado ninguna medida disciplinaria contra los polic¨ªas querellados, hasta tanto no resuelva el juzgado. El responsable de la brigada nocturna, Gonzalo Pujalte, puntualiz¨® a este peri¨®dico que "nosotros no somos ni violentos ni agresivos, somos en¨¦rgicos". Y a?adi¨® que "estar¨ªamos locos jug¨¢ndonos el pan de nuestros hijos si hubi¨¦ramos actuado como se dice".

El secretario de la UGT local, Jos¨¦ Puche, fue quien alent¨® a los tres j¨®venes que protagonizaron el primer incidente a querellarse por presuntas torturas. Puche hab¨ªa abandonado el PSOE despu¨¦s de que, en septiembre pasado, su hijo Jos¨¦ Mar¨ªa fuera detenido por la controvertida brigada.