Sublime pero corta decisi¨®n
Hace m¨¢s de 20 a?os el escritor Miguel Mihura estren¨® una obra. teatral, Sublime decisi¨®n, que luego dirigi¨® para el cine Fernando Fern¨¢n G¨®mez con el t¨ªtulo S¨®lo para hombres. Se ironizaba all¨ª sobre la, marginaci¨®n de la mujer que no pod¨ªa optar a exclusivos trabajos para hombres y que, por tanto, deb¨ªa quedarse en casa remendando calcetines o haciendo bollitos de leche. La muchacha protagonista, sin embargo, tomaba la decisi¨®n de enfrentarse a todos y trabajar como un hombre m¨¢s. Ni la diversi¨®n de aquel texto disminu¨ªa su inteligente denuncia, ni los a?os transcurridos desde entonces han envejecido su propuesta.Barbra Streisand, en su primera pel¨ªcula como directora, ha hecho un filme m¨¢s viejo que aquella comedia. Aunque arranca de un planteamiento interesante -una joven jud¨ªa debe disfrazarse de hombre para estudiar el Talmud, dado que la cultura se reserva para los varones-, se lanza a media pel¨ªcula por una situaci¨®n inveros¨ªmil -la mujer disfrazada de hombre debe casarse con otra mujer-, interesada s¨®lo por la banal historia de amor a que queda reducido todo su esfuerzo. Las situaciones tragic¨®micas se repiten, se suceden a s¨ª mismas, sin que la pri mitiva denuncia que seguramente pretendi¨® la directora se desarrolle luego realmente.
Yentl
Directora: Barbra Streisand. Gui¨®n: Jack Rosenthal y Barbra Streisand, seg¨²n la obra de Issar Bashevis Singer. M¨²sica: Michel Legand. Fotograf¨ªa: David Watkin. Int¨¦rpretes: Barbra Streisand, Mandy Patinkin, Amy Irving, ,Nehemiah Persoff y Steven Persoff. Comedia. Norteamericana, 1983.Locales de estreno: Cid Campeador, California, Novedades.
Da la impresi¨®n de que Barbra Streisand no ha confiado en su propio -Proyecto. M¨¢s de 300 acto res y actrices, en otras casi tantas pel¨ªculas, han trastocado su sexo fingiendo pertenecer al opuesto para lograr sus pretensiones. En la historia, del cine se ha utilizado pues, ese ardid con la misma generosidad que las puestas de sol, la m¨²sica cursi o los besos finales, y en muchos casos, con mayor imaginaci¨®n que la volcada en Yentl por sus guionistas y, probablemente, por el autor del cuento original. Una sola idea es insuficiente para tan larga proyecci¨®n. A ello Streisand ha a?adido un forzado lucimiento personal, interpretando varias canciones que ilustran determinados pasajes del filme pero que en verdad no son necesarias. Afortunadamente, y contra la costumbre, en la versi¨®n espa?ola se han subtitulado todas ellas: un aplauso.
Yentl, por otra parte, es un filme bien realizado, cuidadoso en la localizaci¨®n de exteriores (son espl¨¦ndidos los paisajes checoslovacos) y en el encuadre. Barbra Streisand supera como directora el trabajo de algunos de sus colegas, a veces lanzados a dirigir al margen de la l¨®gica. S¨®lo que su historia se ahoga a medio camino, se pierde por los enunciados del lugar com¨²n, ofreciendo simpat¨ªa donde cabe exigir algo m¨¢s de riesgo. Feminismo a punto de cruz.
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