La Europa pol¨ªtica
APARTE DE las negociaciones financieras y agr¨ªcolas, otros factores pesan sobre el destino de Europa. El Gobierno italiano anuncia que van a ser operativos, en un plazo inminente, los primeros misiles de crucero instalados en Comiso, Sicilia; lo mismo ocurre en el Reino Unido; en la RFA prosigue la puesta a punto de los Pershing-II. En la otra Europa, seg¨²n recientes declaraciones de Richard Burt (presidente norteamericano del grupo consultivo de la OTAN para estas materias), la URSS dispone de 378 misiles SS-20 y, se ha producido un "importante despliegue adelantado" en la RDA y en Checoslovaquia. Diversos dirigentes de EE UU reiteran sus llamamientos p¨²blicos a la URSS para que vuelva a las mesas de negociaci¨®n de Ginebra. Es de suponer que a la vez tendr¨¢n lugar conversaciones secretas sobre estas cuestiones; pero no parece que se vayan a conseguir resultados. En Mosc¨², Chernienko repite la misma exigencia que ya formul¨® Andropov en noviembre de 1983: que EE UU retire sus euromisiles como condici¨®n previa para que los sovi¨¦ticos se sienten en las mesas ginebrinas. En resumen, inmovilismo en la negociaci¨®n, pero, en cambio, lo que sigue movi¨¦ndose es la instalaci¨®n de armas nucleares. ?Hasta cu¨¢ndo? Muchos piensan que nada cambiar¨¢ hasta las elecciones presidenciales de noviembre en EEUU. Estamos en un per¨ªodo muerto para la diplomacia norteamericana. En cuanto a la URSS, no desea darle un tanto a Reagan y espera la eventualidad de que un nuevo inquilino se instale en la Casa Blanca el a?o pr¨®ximo.Ser¨ªa absurdo suponer que los pueblos europeos asisten con tranquilidad o indiferencia a ese proceso; hay etapas en que el disgusto se acumula sin expresiones muy visibles. No se ha logrado convencer a los europeos de que los euromisiles aumentan su seguridad; m¨¢s bien lo contrario: los consideran como "hu¨¦spedes no deseados", seg¨²n la afortunada expresi¨®n de un pol¨ªtico norteamericano. Es sintom¨¢tico lo que est¨¢ ocurriendo estos d¨ªas en Holanda, pa¨ªs en el que el movimiento pacifista es particularmente fuerte. El Consejo de las Iglesias, hablando en nombre de nueve millones de cristianos, se ha dirigido al Parlamento para que Holanda rechace la instalaci¨®n en su suelo de misiles de crucero, contrariamente a los planes aprobados por la OTAN. Por primera vez los obispos cat¨®licos se han unido a este llamamiento, al lado de las otras Iglesias. La corriente que se opone a esa instalaci¨®n es ampl¨ªsima, dentro incluso de la mayor¨ªa gubernamental. Holanda puede volver a poner a la orden del d¨ªa la resistencia europea a los euromisiles y, m¨¢s en general, a la acumulaci¨®n de armamentos nucleares.
Nos encontramos en una situaci¨®n muy contradictoria: por un lado, el Gobierno norteamericano sigue presionando a fondo para la colocaci¨®n de los misiles, como lo confirma el viaje del secretario de Defensa, Caspar Weinberger, a Holanda. Al mismo tiempo, el especialista de m¨¢s prestigio del Partido Republicano en cuestiones internacionales, encargado por Reagan de altas misiones de Estado, Henry Kissinger, explica con argumentos muy claros que la OTAN carece de estrategia y de doctrina; que la que rige oficialmente es inaplicable; que hace falta elaborar otra modificando cuestiones decisivas, como el papel de las armas nucleares, y elevando el peso de Europa. Es muy probable que Kissinger haya puesto el dedo en la llaga. Pero ?qui¨¦n representa a Europa, qui¨¦n puede hablar en nombre de Europa precisamente para intentar cambiar ese falso equilibrio que reina hoy en la OTAN? No lo pueden hacer los jefes ¨¢e Gobierno de Francia o de la RFA, por brillantes que sean sus visitas a Washington. El profesor franc¨¦s Maurice Duverger ha propuesto recientemente una f¨®rmula: crear una especie de consejo de seguridad formado por Francia, el Reino Unido y la RFA. Lejos de resolver nada, tal f¨®rmula crear¨ªa nuevas dificultades y contradicciones. En realidad, los obst¨¢culos econ¨®micos que paralizan a la CEE impiden el desarrollo de un creciente papel pol¨ªtico de los ¨®rganos comunitarios, que deber¨ªan incluso poder hablar de los problemas de defensa. La Europa pol¨ªtica es cada vez m¨¢s necesaria.
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