Un comando palestino hiere a 48 peatones en una c¨¦ntrica avenida de Jerusal¨¦n

Un comando suicida palestino abri¨® fuego de fusiles ametralladores y lanz¨® granadas de mano sobre los peatones que circulaban en la ma?ana de ayer junto a un sem¨¢foro muy concurrido del cruce de las principales arterias de Jerusal¨¦n. Resultaron heridos 48 civiles, dos de ellos gravemente. Uno de los asaltantes fue herido por dos comerciantes y muri¨® poco despu¨¦s.

El atentado fue reivindicado en Damasco por el Frente Democr¨¢tico para la Liberaci¨®n de Palestina, que dirige Nayef Hawatmeh. En un comunicado emitido en la capital siria se establec¨ªan condiciones de un eventual intercambio entre prisioneros palestinos en Israel y varios altos cargos israel¨ªes, los ministros de Turismo y Comercio e Industria, presuntamente capturados como rehenes. Sin embargo, la polic¨ªa desminti¨® estos extremos, que calific¨® de "rid¨ªculos".El tiroteo parec¨ªa extra¨ªdo de un filme sobre el lejano Oeste, informa V¨ªctor Cygielman desde Jerusal¨¦n. En el cuartel general de la polic¨ªa israel¨ª se destac¨® el car¨¢cter excepcional y nuevo del atentado. La polic¨ªa y el alcalde de Jerusal¨¦n, Teddy Kollek, se felicitan de la vigilancia de los simples ciudadanos de a pie que lograron, antes incluso de la llegada de la polic¨ªa, abortar el ataque.

Los hechos sucedieron as¨ª: dos de los tres palestinos se encontraban en una tienda de ropa de deportes, donde se probaban prendas para practicar el atletismo. Un tercero, detr¨¢s de ellos, lanz¨® de pronto un grito, convenido previamente. "Hablaban un buen ingl¨¦s, con un ligero acento ¨¢rabe. En ning¨²n momento dud¨¦ de ellos", cuenta un vendedor.

"De golpe, tras el grito, tiraron las prendas a un rinc¨®n, sacaron los fusiles ametralladores y uno de ellos me puso el ca?¨®n contra la sien y me dijo dulcemente en ingl¨¦s: no te muevas ni grites o eres hombre muerto". Prosigue su escalofriante relato el vendedor: "Yo estaba seguro de que mi ¨²ltima hora hab¨ªa llegado. Despu¨¦s, tras algunos segundos que me parecieron horas, me mir¨® a los ojos y me liber¨®...".

Los dos palestinos se reunieron acto seguido con el tercero, que libraba ya un tiroteo con dos israel¨ªes: el propietario del comercio y el gerente de una joyer¨ªa contigua, ambos provistos de sendos rev¨®lveres.