Gerhard Gmoser, embajador de Austria, expone su visi¨®n de Am¨¦rica a trav¨¦s de 22 ¨®leos

Gerhard Gmoser, de 59 a?os, embajador de Austria en Espa?a desde el 22 de octubre de 1982, presenta hoy, martes, en el Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana una colecci¨®n de 22 ¨®leos en los que reproduce los paisajes que m¨¢s te han impresionado durante su estancia diplom¨¢tica en varios pa¨ªses americanos: Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

Admirador de la obra de los impresionistas franceses y de los cl¨¢sicos espa?oles, Gerhard Gmoser asegura que empez¨® a pintar a los diez a?os de edad. Esa afici¨®n, que nunca fue moldeada por una formaci¨®n acad¨¦mica, corre paralela a su dedicaci¨®n a la diplomacia. "Es una combinaci¨®n ideal", asegura, "porque la diplomacia moderna necesita mucha imaginaci¨®n. Son dos facetas totalmente creativas a las que yo me dedico por entero. Si tuviera que elegir, elegir¨ªa las dos, aunque, l¨®gicamente, le doy m¨¢s prioridad a mi actividad diplom¨¢tica".De todos aquellos pa¨ªses en los que ha desempe?ado una misi¨®n diplom¨¢tica, Gerhard Gmoser se ha llevado su paisaje reproducido en sus ¨®leos. Para presentarse en los pa¨ªses a los que ha sido destinado, ha recurrido a la pintura: Estados Unidos, URSS, Argentina, Alemania Occidental, Marruecos, Senegal, Indonesia, Filipinas, Camboya, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

La obra que hoy se presenta es una colecci¨®n de paisajes en los que el colorido tiene una presencia fundamental. Los mercados indios, las mujeres del altiplano, los barcos que transitan por el Amazonas, son algunos de los motivos que m¨¢s llaman la atenci¨®n.

"El paisaje de estos pa¨ªses es impresionante, repleto de sugerencias que permiten jugar con los colores. Me atrae mucho el paisaje -la cordillera, los llanos-, pero tambi¨¦n las personas o las figuras m¨ªticas de todas estas zonas".

Su estilo y forma de pintar ha sido siempre la misma. Gerhard Gmoser dice que no le ha interesado nunca la b¨²squeda forzosa de las modernas formas de manifestarse. "En Indonesia pretendieron cambiar mi estilo, pero a m¨ª lo que siempre me ha interesado es la expresi¨®n figurativa manifestada a trav¨¦s de mis paisajes".

El embajador de Austria no quiere hablar de la cotizaci¨®n econ¨®mica de su obra. Dice que depende mucho del objetivo de las exposiciones, de las que recuerda haber protagonizado m¨¢s de una decena. Cuando lo que se persigue es un objetivo cultural, como la construcci¨®n de una escuela o algo semejante, el precio sube por encima de la media habitual.

El paisaje espa?ol va a ser el tema de su pr¨®xima misi¨®n art¨ªstica. Ya antes de haber sido pintada, ha tenido conversaciones para exhibirla en el Instituto de Cultura Hisp¨¢nica de Nueva York. Desde diversos puntos le han pedido que refleje paisajes tan t¨ªpicamente espa?oles como el acueducto de Segovia, las r¨ªas gallegas o la catedral de Le¨®n. Sin embargo, lo que m¨¢s le ha llamado la atenci¨®n dentro del paisaje espa?ol es Castilla. "Por su luz y porque su cielo invita a pintar". A ello se dedicar¨¢ en las vacaciones veraniegas, cuando, en lugar de volver a Austria, se decida a viajar y a pintar los secos y luminosos paisajes de Castilla.