Virtudes diur¨¦ticas

La cebolla se conoce en Oriente Pr¨®ximo desde tiempos muy remotos. Desde su implantaci¨®n en Occidente se ha utilizado para curar y aliviar el asma, diabetes, hidropes¨ªa, hipertensi¨®n, jaquecas, reumatismo, etc¨¦tera.El zumo de cebolla es muy radiactivo y tiene un gran poder antis¨¦ptico (como demostr¨® ampliamente Pasteur). En los pueblos del ¨¢rea mediterr¨¢nea las propiedades de la cebolla se utilizan para combatir las intoxicaciones, debidas a picaduras o mordeduras procedentes de animales ponzo?osos (v¨ªboras, ara?as, etc¨¦tera), administrando a los enfermos sendos vasos de jugo de cebolla cruda y adem¨¢s aplicando la cebolla machacada a la herida, a veces mezclada con lim¨®n.

Las propiedades de la cebolla tienen una cierta afinidad con las del ajo: tiende a repetirse durante horas despu¨¦s de haberla consumido; da sed, y el aliento no se ve libre de su aroma hasta mucho tiempo despu¨¦s. Como el ajo, es un estimulante del apetito y ayuda a la digesti¨®n, aunque deben abstenerse de probarla cruda los que padecen exceso, de ¨¢cido clorh¨ªdrico en el jugo g¨¢strico.

Las virtudes culinarias de la cebolla son muy conocidas y estimadas. En el libro Las plantas medicinales, de P¨ªo Font Quer, se recomienda la famosa sopa de cebolla del doctor Pomiane, calificada por el autor como digna de la mesa m¨¢s refinada y que transcribimos: la sopa se prepara con 200 gramos de queso de gruy¨¨re muy mantecoso, dos litros de caldo, cuatro huevos, 40 gramos de harina, seis vasitos de armagnac, 130 gramos de mantequilla, sal y pimienta a gusto de cada uno y 12 rebanadas de pan.

Se echan en una sart¨¦n 40 gramos de mantequilla y se doran seis rebanadas de pan. Preparar luego las otras seis y reservarlas. En la misma sart¨¦n echar la mantequilla sobrante y a?adir la cebolla. Cuando est¨¦ muy dorada verter la harina y mezclarla bien con la cebolla, hasta que tome color. Luego echarle una cacilla de caldo fr¨ªo y mezclar todo. Una vez que espese verter la cuarta parte del caldo fr¨ªo y dejar cocer mientras se combina bien. Despu¨¦s echar todo en una cazuela y agregarle lo que sobra de caldo; echar la pimienta y dejar que hierva media hora a fuego lento. Transcurrido el tiempo, colar el caldo y tirar las cebollas.

En un cazo peque?o quemar el armagnac hasta que se apague solo. Se baten los huevos y el queso previamente rallado en una sopera; calentar de nuevo el caldo y cuando hierva agregarle el armagnac, e ir echando el caldo lentamente en la sopera, removi¨¦ndolo vivamente para que se mezcle bien; servir la sopa inmediatamente con las rebanadas de pan ya doraditas.

Es un remedio muy empleado en medicina natural para calmar los desarreglos digestivos, del intestino y del h¨ªgado. Primero se hierven las manzanas y cebollas juntas, agregando el zumo de lim¨®n en el momento de servirse a la mesa.

La cebolla cocida, consumida en abundancia, tiene propiedades suavemente laxantes y diur¨¦ticas. No obstante, P¨ªo Font Quer afirma que sus virtudes diur¨¦ticas se encuentran principalmente en la cebolla cruda. El doctor Leclerc aconseja el vino de cebolla para todos aquellos que no soporten consumirla cruda. Se necesitan 300 gramos de cebolla, 100 gramos de miel blanca y un poco m¨¢s de medio litro de vino blanco. Se reduce la cebolla a pulpa, se combina con la miel formando una pasta homog¨¦nea, y se le agrega el vino.