Espectacular detenci¨®n de tres ciudadanos iran¨ªes, presuntos falsificadores de documentos, en pleno centro de Madrid
Tres iran¨ªes, presuntos miembros de una red de falsificadores de documentos, seg¨²n informaci¨®n del Gobierno Civil de Madrid, fueron detenidos ayer en el centro de la ciudad durante una espectacular operaci¨®n policial. En el curso de la misma un helic¨®ptero de las fuerzas de seguridad aterriz¨® en mitad de la calle Fuencarral, atestada en ese momento de tr¨¢fico rodado y de viandantes, al tiempo que la polic¨ªa persegu¨ªa a tiros a uno de los sospechosos. Otro de ellos fue apresado en el coche, y el tercero fue detenido posteriormente en las cercan¨ªas del lugar del suceso, seg¨²n la informaci¨®n policial.
La informaci¨®n policial se?ala que esta actuaci¨®n policial ha sido consecuencia de un hecho fortuito, ya que comenz¨® cuando se trat¨® de indentificar a los ocupantes de un coche que resultaron sospechosos a la dotaci¨®n de un coche zeta. Sin embargo, seg¨²n los testimonios de agentes que intervinieron en la operaci¨®n, la polic¨ªa estaba tras una doble pista: un posible atentado en Madrid y un coche sospechoso que, desde los d¨ªas primeros de abril, aparcaba en las calles Olid y Cardenal Cisneros, en las inmediaciones de la c¨¦ntrica glorieta de Bilbao.Seg¨²n una nota de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid, "al proceder a su identificaci¨®n los viajeros mostraron un pasaporte argelino a nombre de S. A., de 40 a?os, y otro iran¨ª del que es titular F. G., de 36 a?os, en uni¨®n de un permiso de conducir internacional expedido a nombre del primero de ellos. Bajo las alfombrillas del turismo fueron encontrados otros seis pasaportes, tres iranies, uno espa?ol, otro israel¨ª y uno turco".
La nota citada a?ade que "en la calle Belvis fue detenido G. M., de 27 a?os, que portaba pasaporte de Israel pese a ser iran¨ª. Junto con los 8, pasaportes falsos se les ha incautado un cheque de viajes de 100 libras esterlinas, un billetes de 100 d¨®lares USA, 6.500 pesetas y un pasaje a¨¦reo para Madrid- Paris-Teher¨¢n. S. A., cuya identidad corresponde a S. B. S., figura con antedentes con falsificaci¨®n de pasaportes y documentos a otros compatriotas suyos con el fin de viajar a Estados Unidos".
A las 13,15 horas, Carmela Canjiano barr¨ªa el suelo en el cine Proyecciones, por la parte que da a la calle Olid, y Mar¨ªa Soledad Garc¨ªa fregaba los escalones de una de las salidas de emergencia del mismo cine en esa calle. Ambas mujeres vieron que un polic¨ªa nacional sal¨ªa de un coche patrulla parado en la esquina de la calle Fuencarral, a la altura del n¨²mero 131, y se acercaba a un coche aparcado frente al n¨²mero 5 de la calle Olid. En el interior de este coche, un Renault-20-TL de color azul oscuro y de matr¨ªcula holandesa 51-JL-65, hab¨ªa dos hombres.
El polic¨ªa pidi¨® la documentaci¨®n a los ocupantes del coche extranjero, y en ese momento uno de los ocupantes sali¨® del coche y ech¨® a correr en direcci¨®n a la calle de Fuencarral. "Iba descalzo. Al llegar a la esquina se quit¨® la cazadora", manifestaron los testigos presenciales del hecho. Todos ellos coinciden en que el polic¨ªa, que sali¨® detr¨¢s del hu¨ªdo, "pudo cazarlo a tiros en esta calle, pero s¨®lo hizo disparos al aire, ya que hab¨ªa mucha gente -en Fuencarral". Los restantes miembros de la dotaci¨®n del coche zeta deten¨ªan entretanto al otro ocupante del veh¨ªculo azul oscuro objeto de las iniciales sospechas.
El hu¨ªdo se introdujo por la calle de Belvis, pr¨¢cticamente enfrente de la de Olid, en cuya esquina resalta el t¨ªtulo de una obra teatral: S¨¢lvese quien pueda. Mar¨ªa del Carmen Q., directora de la agencia de viajes Trotamundos, vi¨® c¨®mo a la entrada de esta calle el polic¨ªa se colocaba en posici¨®n de tiro, al tiempo que el escapado se refugiaba detr¨¢s de una furgoneta al final de esta corta calle. "El polic¨ªa tuvo que desviar sus disparos porque en aquel momento entraban por la calle, en direcci¨®n opuesta, un grupo de personas".
Un coche Reanault-8 matr¨ªcula M-607968, aparcado en esa calle, .recibi¨® dos impactos en su carrocer¨ªa, uno de los cuales le revent¨® la rueda delantera derecha. El propietario del veh¨ªculo observ¨® como otra bala destrozaba una luna del escaparate de su tienda de cristaler¨ªa.
Un helic¨®ptero de apoyo
La alarma producida por el tiroteo entre los numerosos transe¨²ntes de la calle de Fuencarral "hizo que la gente corriera asustada por todos lados", dicen las empleadas del cine del mismo nombre. En cinco minutos, "m¨¢s de diez coches patrulla de la polic¨ªa bloqueaban las calles perpendiculares a Fuencarral", cuenta un empleado de hosteler¨ªa. "De pronto, hab¨ªa polic¨ªas por todos lados, de uniforme y de paisano".
En esos momentos hizo su- aparici¨®n el helic¨®ptero policial. "Durante m¨¢s de 15 minutos estuvo dando v'ueltas en el aire. Intentaba aterrizar en la calle y los coches no se deten¨ªan. El viento de las h¨¦lices arm¨® un barullo infernal y sac¨® volando la basura del contenedor situado junto al cine Paz y los libros de un puesto ambulante". Por fin, el helic¨®ptero aterriz¨® y de ¨¦l sali¨® "un hombre con un mono de color butano que se acerc¨® al coche patrulla de la calle Olid, pregunt¨® algo y volvi¨® al aparato", recuerda el doctor J. L. B.
El helic¨®petero remont¨® el vuelo y se mantuvo otros 15 minutos, aproximadamente, sobrevolando la zona. Poco despu¨¦s se escucharon nuevos disparos por las calles de Jer¨®nimo de la Quintana y San Bernardo, pr¨®ximas al lugar de origen del suceso, y unos minutos despu¨¦s aparec¨ªan en la calle de Fuencarral el polic¨ªa nacional y su perseguido, al que llevaba esposado. ?ste era un hombre de unos 40 a?os, pelo canoso, barba entrecana, de m¨¢s de 1,80 metros de estatura, con gafas y un rasgu?o sangriento en la parte trasera de la cabeza, seg¨²n los datos aportados por varios testigos. El polic¨ªa, con la pistola en la mano derecha, sujetaba con un brazo al detenido y en la otra mano llevaba "un mazo de pasaportes, al menos ocho o diez", que al parecer llevaba consigo aquel en el momento de la huida.
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