Jos¨¦ Segu¨ª: el dise?o a la luz del m¨¦todo
Durante el presente mes de abril es posible contemplar en Madrid una doble exposici¨®n de la obra gr¨¢fica y los dise?os del arquitecto Jos¨¦ Segu¨ª, que exhibe simult¨¢neamente su trabajo en las galer¨ªas T¨®rculo (Claudio Coello, 17) y B. D. (Villanueva, 5). Aunque ¨²ltimamente est¨¢ de moda reivindicar como t¨ªtulo de honor, entre los profesionales de la arquitectura, la condici¨®n de artistas, e incluso se acepta con simp¨¢tica benevolencia cualquier equ¨ªvoco deslizamiento que ponga de manifiesto la versatilidad inventiva del arquitecto, esta nueva liberalidad suele manifestarse por las v¨ªas m¨¢s exageradas y ret¨®ricas. Quiero decir que lo m¨¢s corriente ha sido demostrar la apertura, no ahondando en las posibilidades inscritas en esta disciplina como desarrollo org¨¢nico de la capacidad de proyectar, sino, perm¨ªtaseme la expresi¨®n castiza, sali¨¦ndose de madre; esto es, dando a entender que el arquitecto, hombre culto y sensible al fin y al cabo, tambi¨¦n es capaz de pintar, como asimismo puede escribir una novela, entender de teatro o hacer una pel¨ªcula.No estoy en contra de la exhibici¨®n de facultades y me parece muy educativa la multiplicaci¨®n de aficiones que aireen la asfixiante promiscuidad de un cuerpo profesional encerrado en s¨ª mismo, pero con tal de que no lleguemos a afirmar que la cualificaci¨®n t¨¦cnica de un cirujano se mide por saber tocar el viol¨ªn. En este sentido, la m¨¢xima generalizaci¨®n tolerable para definir la actividad creadora de un arquitecto es, como indica Dami¨¢n Quero en la presentaci¨®n de la exposici¨®n de Segu¨ª, aquella que la explica como "m¨¦todo general de proyectar en el espacio". Esta definici¨®n puede ser tachada de ambigua o, demasiado el¨¢stica, pero nunca de extraviada.
El mismo m¨¦todo
Jos¨¦ Segu¨ª -nacido en Valencia el a?o 1946, titulado arquitecto por la Escuela de Madrid y residente en M¨¢laga, donde, entre muchas otras obras, ha sido el coautor del plan general de esta ciudad andaluza- entiende su profesi¨®n de la segunda manera antes citada, es decir, aprovechando el m¨¢ximo despliegue de ramificaciones que surgen de un mismo tronco t¨¦cnico-disciplinar, pero sin caprichosos saltos indiscriminados a otras profesiones. En definitiva, que lo importante en Segu¨ª no es tanto la diversidad de objetos que puede producir, sino que, sean cuales sean, todos responden a un mismo m¨¦todo, y que este m¨¦todo est¨¢ enraizado en el dise?o proyectual.
En este sentido, que el resultado pr¨¢ctico concreto sea la planificaci¨®n urban¨ªstica, la construcci¨®n de una casa o un objeto dom¨¦stico es, en principio, lo de menos. No es que dise?ar una ciudad sea lo mismo que dise?ar una cuchara, pero no hay una diferencia formal entre estas dos actividades. Jos¨¦ Segu¨ª as¨ª lo ha demostrado haciendo dise?os urban¨ªsticos, casas, muebles y todo tipo de objetos industriales. Son precisamente estos ¨²ltimos los que ahora ense?a en las muestras que han dado pie a este comentario; pero entre ellos y el resto de su obra, adem¨¢s de la consabida unidad proyectual, hay tambi¨¦n una unidad de estilo que da un sugestivo mordiente est¨¦tico a la. pura l¨®gica t¨¦cnica.
?Cu¨¢l es, pues, el estilo que vertebra unitariamente la forma de un mueble y de un reloj de pared, por poner un par de objetos entre los expuestos en la actual muestra de Segu¨ª? Es diricil sintetizar en una f¨®rmula algo tan polivalente y equ¨ªvoco como un estilo de dise?o, pero no lo es destacar algunos aspectos m¨¢s significativos o relevantes. En primer lugar, se aprecia un predominio de los patrones geom¨¦tricos, aunque investidos de un aura de refinado esteticismo que desborda los l¨ªmites romos del c¨¢lculo racionalista o funcional. La pureza de las aristas angulares, los n¨ªtidos ¨¦ni¨¢sis lum¨ªnicos, la representaci¨®n intencionada del vac¨ªo, los perfiles escuetos, la alusi¨®n descarnada a la funci¨®n, la transparencia cristalina, etc¨¦tera, son algunos de los caracteres que acercan a Segu¨ª a las concepciones visionarias de los dise?adores m¨ªstic.os del Norte, desde Mackintosh y Hoffman hasta los neopl¨¢sticos, siempre cargando de intensidad inefable, de romanticismo, las proposiciones fr¨ªas de la matem¨¢tica.
Naturalmente, el sentido revivalista de Segu¨ª, se inspire en estos u otros autores, no carece de la desenvoltura ir¨®nica, tan t¨ªpica de la creaci¨®n art¨ªstica actual. Mas como su sutileza y su probidad profesionales le impiden caer en las parodias, nunca pierde el hilo de lo que est¨¢ haciendo, no arriesga nunca el delicado equilibrio del objeto. Entre el amplio repertorio de objetos dise?ados por ¨¦l, no deseo dejar sin hacer una menci¨®n especial a las l¨¢mparas y los relojes, donde, a mi modo de ver, consigue mejores aciertos, lo cual no deja de ser revelador, pues he aqu¨ª que son precisamente los ¨²tiles m¨¢s revestidos de simbolismo, los de mayor y m¨¢s compleja densidad significativa.
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