'Caza al ministro'
Las reuniones del grupo de Contadora se celebran al 50% en los pasillos de los grandes hoteles, en los comentarios oficiosos, en las filtraciones, en las indiscreciones a la Prensa. Esto obliga a que la cobertura de estas conferencias sea un ejemplo cl¨¢sico de caza al ministro. Caza cuando entra a la sala de reuniones, cuando sale para ir al lavabo, mientras almuerza... Cualquier ocasi¨®n es buena para conseguir una interpretaci¨®n m¨¢s all¨¢ del lac¨®nico y repetido comunicado oficial.Los ministros tambi¨¦n lanzan sus redes a la caza del periodista para hacer declaraciones que dar¨¢n la vuelta al mundo y tendr¨¢n, en muchas ocasiones, mayor impacto que lo que se negocia a puerta cerrada. S¨®lo los m¨¢s madrugadores pudieron recoger ayer las palabras del ministro de Asuntos Exteriores nicarag¨¹ense, Miguel D'Escoto, cuando, rodeado de guardaespaldas, entraba al hotel de Panam¨¢ en el que se celebra la reuni¨®n conjunta. Su llegada fue la m¨¢s espectacular. Sus palabras, sin embargo, las m¨¢s serenas. El ministro hondure?o, Edgardo Paz Barnica, se pone de puntillas al hacer ¨¦nfasis sobre la pol¨ªtica de independencia de su Gobierno. Resultaba dif¨ªcil certificar si el sudor de su cara era provocado por el calor sofocante de este comienzo de la temporada lluviosa en Panam¨¢ o por las preguntas mal intencionadas de los corresponsales. Paz Barnica habla seguro de que nunca dir¨¢ nada que no quiera decir.
Carlos Jos¨¦ Guti¨¦rrez, canciller costarricense, tiene fama de cordial entre los que le conocen bien.
No puede, sin embargo, evitar los nervios ante algunos temas espinosos y tartamudea al hablar del documento firmado por su pa¨ªs junto con Honduras y El Salvador.
A cada llegada de un ministro se repite el rito: el personaje sale del coche precipitadamente y haciendo adem¨¢n de no querer formular declaraciones, los periodistas se abalanzan sobre ¨¦l hasta hablarle a pocos cent¨ªmetros de su cara y, finalmente, la conversaci¨®n muere por falta de preguntas.
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