Grav¨ªsima cogida del cabestrero de la Maestranza
Plaza de Sevilla. 2 de mayo. Sexta corrida de feriaToros de Santiago Mart¨ªn, mal presentados y amoruchados; cuarto, sobrero de Juan Andr¨¦s Garz¨®n.
Curro Romero, silencio y gran ovaci¨®n. Curro V¨¢zquez, silencio en sus dos toros. Jos¨¦ Mari Manzanares, silencio y oreja.
El cabestrero de la plaza, Antonio G¨®mez Manol¨ªn, de 48 a?os, fue herido de extrema gravedad por el cuarto toro, en una impresionante cogida, cuyas dram¨¢ticas consecuencias pudieron verse acentuadas por la inhibici¨®n de las cuadrillas, que no estaban atentas a lo que suced¨ªa en el ruedo. S¨®lo Lebrija, el puntillero, acudi¨® al quite en primera instancia.
Ese cuarto toro hab¨ªa sido devuelto al corral, por cojo, pero se emplaz¨® en el centro del ruedo, y no hac¨ªa el menor caso de los cabestros. A uno de ellos lo corne¨®. Pasaba el tiempo y como no hab¨ªa manera de que entrara en toriles, el puntillero lo llam¨® desde un burladero y all¨ª intent¨® darle el cachetazo. No pudo, pues el toro recelaba y volvi¨® enseguida al centro del ruedo.
El cabestrero llamaba tambi¨¦n al toro, cit¨¢ndole a cuerpo limpio, y mientras tanto, las cuadrillas, con evidente irresponsabilidad, estaban lejos, en el callej¨®n junto al burladero de capotes; muchos de ellos, de conversaci¨®n. Ser¨ªan las 19.40 horas y habr¨ªan transcurrido unos 20 minutos desde que el presidente sac¨® el pa?uelo verde, cuando el toro acudi¨® al cite de Manol¨ªn. ?ste, que llevaba en la mano una vara, se encontraba en los medios, justo frente a la puerta de chiqueros, y a tan escasa distancia de la fiera, que no pudo ganar la barrera cuando ech¨® a correr. A la altura de la primera raya conc¨¦ntrica del ruedo, el toro ya le hab¨ªa dado alcance. Hizo el cabestrero hasta tres quiebros, en los que consigui¨® esquivar las acometidas, pero en el siguiente, el toro le alcanz¨® por detr¨¢s, prendi¨¦ndole por un muslo, y lo lanz¨® a considerable altura.
Sali¨® el toro rebozado, hacia tablas, pero como no hab¨ªa nadie al quite -el puntillero corr¨ªa a hacerlo, mas a¨²n estaba lejos, y lo matadores y banderilleros m¨¢s lejos a¨²n- retorn¨® hacia su presa y corne¨® con furia. Uno de los derrotes alcanz¨® a Manol¨ªn en el pecho, y pudo verse manar sangre de la herida, sobre la impecable albura de su camisa. Llegaron entonces los toreros que alejaron a la res con facilidad.
Las asistencias que, en buen n¨²mero, saltaron al ruedo visible mente horrorizadas, levantaron en brazos a Manol¨ªn y lo llevaron a la enfermer¨ªa. Nada m¨¢s entrar en la misma, el cirujano, doctor Ram¨®n Vila, pidi¨® al capell¨¢n de la plaza, padre Astudillo, que diera la extremaunci¨®n al herido, y as¨ª lo hizo, en el mismo quir¨®fano. Seguidamente, el doctor Vila procedi¨® a operar la cornada del pecho, por considerarla m¨¢s grave y urgente que las restantes Lesiones que padec¨ªa Manol¨ªn. La intervenci¨®n dur¨® cerca de dos horas.
El p¨²blico reaccion¨® con extraordinaria indignaci¨®n y violencia contra los toreros, a quienes abronc¨® y arroj¨® almohadillas. Como el toro continuaba en la arena, hubo numerosas deliberaciones en el callej¨®n y Manzanares pidi¨® permiso para matar al toro. Le fue concedido, y tras unos muletazos para cuadrarle, lo tumb¨® de un estoconazo.
La plaza, puesta en pie, le dedic¨® una gran ovaci¨®n, y despu¨¦s se dirigi¨® a Curro Romero con virulentas protestas, pues ¨¦ste era el director de lidia y consideraba el p¨²blico que a ¨¦l correspond¨ªa la responsa bilidad de acabar con el toro, as¨ª como le era imputable la inhibici¨®n que hab¨ªan tenido los toreros.
No terminaron entonces los sucesos, pues el quinto toro prendi¨® a Angel¨ªn cuando reun¨ªa en un par de banderillas. La cogida no fue aparatosa, pero impresion¨® fuertemente, pues de la herida le manaba abundante sangre.
Una moruchada impresentable
El Viti tuvo ayer, como ganadero, el mayor fracaso de su vida. Envi¨® a la Maestranza seis toros impresentables, desiguales, feos, destartalados, y adem¨¢s, moruchones. Continuamente se soltaban de los capotes y buscaban tablas embest¨ªan como aborregados e, inesperadamente, derrotaban al bulto. Curro abrevi¨® en el primero, ahorm¨¢ndole muy toreramente con muletazos de pit¨®n a pit¨®n.
El sobrero tambi¨¦n fue aborregado, pero noble, y le hizo una faena variada, art¨ªstica, llena de inspiraci¨®n, que el p¨²blico acept¨® a medias, porque a¨²n duraba la indignaci¨®n contra el torero. Curro V¨¢zquez s¨®lo pudo despachar a sus descastados enemigos, y lo hizo con decoro. Lo mismo correspondi¨® a Manzanares y, pues el sexto aceptaba mejor los enga?os, cuaj¨® una buena faena, en la que destacaron dos preciosos naturales, bien ligados, que le valieron la oreja.
Terminada la corrida, continuaba la consternaci¨®n en el p¨²blico. Muchas personas acudieron a la enfermer¨ªa para interesarse por el herido. Manol¨ªn, que es muy popular en la plaza de la Maestranza, est¨¢ casado y tiene tres hijos.
No se teme un fatal desenlace, seg¨²n el parte facultativo
El cabestrero de la Maestranza, Antonio G¨®mez, sufre herida incisocontusa en quinto espacio intercostal derecho, que fracturando la cuarta y quinta costillas, penetra en cavidad pulmonar, seccionando en direcci¨®n oblicua el l¨®bulo inferior del pulm¨®n derecho, penetrando a trav¨¦s de la pleura mediast¨ªnica en hiato esof¨¢gico, y en retro peritoneo. Se practica resecci¨®n parcial y sutura de la herida pulmonar, y una laparatom¨ªa supraumbilical, revisando la cavidad abdominal, sin que haya lesi¨®n. Choque hemorragico, que se resuelve con transfusi¨®n de 400 cent¨ªmetros c¨²bicos de sangre. Contusiones y erosiones varias. Pron¨®stico grav¨ªsimo. Firmado, doctor Vila. Pasa a la residencia sanitaria de la Seguridad Social Garc¨ªa Morato. A medianoche, el doctor S¨¢nchez Navarro del departamento de cirug¨ªa del t¨®rax de la residencia sanitaria Garc¨ªa Morato manifest¨® que el estado del herido se encontraba estabilizado dentro de la extrema gravedad de la cornada. Seg¨²n coment¨® a este peri¨®dico no se teme un fatal desenlace, salvo que surjan complicaciones imprevistas.El banderillero Angel¨ªn sufre herida en escroto, con hernia testicular. Pron¨®stico leve.
Babelia
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