Poes¨ªa y pol¨ªtica en la clave

La Clave nos anuncia hoy una de sus emisiones fuertes. La presencia de Adolfo Su¨¢rez, Mario Soares y Alejandro Lanusse bastar¨ªa por s¨ª sola para dejar para otro d¨ªa cualquier cosa qu¨¦ hacer a su hora, pero por si esto no fuera bastante, y para ilustrar asunto tan grave como La transici¨®n de las dictaduras a la democracia, se ha elegido una pel¨ªcula no menos grave que su pretexto, ?Viva Zapata?, que Elia Kazan realiz¨® en 1952, y que es una de las obras m¨¢s logradas de este insuperable director de actores, que proporcion¨® a MarIon Brando, Jean Peters y Anthony Quinn -que obtuvo un oscar por su trabajo en este filme- tres personajes de explosiva riqueza.La pel¨ªcula fue, en su tiempo, discutida y con raz¨®n, a causa de sus muchas imprecisiones pol¨ªticas e hist¨®ricas en la reconstrucci¨®n de la inabarcable y tr¨¢gica vida del revolucionario mexicano Emiliano Zapata. Hoy, esta imprecisi¨®n puede verse con ojos m¨¢s indulgentes, porque otros aspectos m¨¢s positivos del filme han salido con los a?os a primer t¨¦rmino y la aten¨²an. Kazan y John Steinbeck, que escribi¨® el gui¨®n, no se precuparon en el filme tanto de relatar escrupulosamente la vida real de Zapata, como de extraer de ella los rasgos distintivos de lo que despu¨¦s de la muerte del revolucionario fue su leyenda personal.

En efecto, vista hoy ?Viva Zapata?, los aspectos po¨¦ticos del filme superan y desbordan a los pol¨ªticos, de tal manera que las inexactitudes del an¨¢lisis de la historia del movimiento de los braceros del estado mexicano de Morelos, que capitanearon los hermanos Emiliano y Eufemiano Zapata, se perdona e incluso se olvida, redimido por la extraordinaria hermosura formal del filme, que se puede considerar como uno de los m¨¢s perfectos de Elia Kazan.

Aire parab¨®lico

Debe verse ?Viva Zapata! sin demasiados prejuicios pol¨ªticos, si se quiere saborear su calidad cinematogr¨¢fica. Kazan la realiz¨® en un momento delicado de su vida, cuando jug¨®, para preservar su carrera, la dudosa carta del arrepentimiento de su pasado comunista ante los miembros del fascista Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas. Cuando realiz¨® el filme, Kazan ya hab¨ªa sido se?alado con el dedo por Joseph McCarthy, estaba en la lista negra, y lo sab¨ªa. De ah¨ª que su visi¨®n de la revoluci¨®n mexicana destilara cierto aire parab¨®lico, que hizo del filme una met¨¢fora sobre problemas caseros de la izquierda en los EE UU. La funci¨®n del periosista radical norteamericano, que interpreta prodigiosamente Joseph Wiseman, revela que la ¨®ptica pol¨ªtica del filme es m¨¢s estadounidense que mexicana.

En el otro aspecto, en el po¨¦tico y narrativo, el filme es esplendoroso, y est¨¢ lleno de secuencias magistrales, inolvidables, como, entre muchas, la del prendimiento de Zapata y su liberaci¨®n por los campesinos, la noche de bodas del revolucionario, el asesinato de Madero por Huertas, la muerte de Eufemiano Zapata, y la terrible escena del fusilamiento de Zapata, que es un momento mayor del cine ¨¦pico de todos los tiempos.