La URSS y el control del cosmos

El tema del control del cosmos, que se reitera en las sucesivas negociaciones de todo tipo entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, es una especie de coartada, norteamericana antes de firmar o no alg¨²n convenio, se?ala el autor de este trabajo, acad¨¦mico en la URSS. En su opini¨®n, Estados Unidos cuenta ya con la capacidad t¨¦cnica para ejercer este control.

Recientemente, el presidente Ronald Reagan, en su informe al Congreso sobre las posibilidades existentes para comenzar las negociaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica acerca de la prevenci¨®n de la militarizaci¨®n del cosmos, manifest¨® que ese paso "no se le antojaba constructivo". La causa, al parecer, es la imposibilidad de establecer control alguno. Resulta dif¨ªcil creer que el Gobierno de un pa¨ªs, que recientemente ha demostrado poder retirar aparatos en vuelo c¨®smico y devolverlos a la ¨®rbita, manifieste en serio que la instalaci¨®n de armas en el cosmos ,y el uso de la fuerza all¨ª es incontrolable o ese control presenta dificultades insuperables.La creciente tensi¨®n internacional y la desconfianza rec¨ªproca relacionada con ello vienen a destacar m¨¢s a¨²n la necesidad de un control eficiente sobre la observancia de toda medida en el campo de la limitaci¨®n y reducci¨®n de las armas. Cada una de esas medidas ha de garantizarse de inmediato por medidas adecuadas de control. Es m¨¢s, las medidas de control y sus proporciones han de estar en consonancia con la magnitud de los acuerdos, y, el control, al ser parte integrante de uno u otro convenio, est¨¢ llamado a desempe?ar el papel de instrumento contribuyente a cumplir el convenio.

El control como elemento integrante de convenio internacional, al igual que el convenio en su totalidad, est¨¢ llamado a responder al principio de paridad e igual seguridad. En otros t¨¦rminos, las medidas de control no deber¨¢n facilitara ninguna de las partes ventaja estrat¨¦gica alguna, y al mismo tiempo han de ser lo suficientemente seguras para que el convenio pueda contribuir a mejorar el clima internacional y a continuar el avance hacia sucesivos acuerdos.

En el sistema moderno de relaciones internacionales el control ha de efectuarse por los medios t¨¦cnicos nacionales. Ellos comprenden, en una u otra medida, un vasto juego de sistemas c¨®smicos, a¨¦reos, mar¨ªtimos y terrestres, que efect¨²an la recolecci¨®n de informaci¨®n.

Existen numerosos datos que atestiguan que las posibilidades t¨¦cnicas de los medios nacionales de control -ya en la actualidad a disposici¨®n de los pa¨ªses participantes en los convenios internacionales- en toda una serie de casos rebasan las demandas reales, vinculadas con las necesidades de comprobar el cumplimiento de determinados convenios.

Por ejemplo, en uno de los trabajos publicados por el instituto que se ocupa de problemas relacionados con la paz (Sipri, de Estocolmo) se citan datos norteamericanos sobre la comparaci¨®n del poder resolutivo, accesible a los medios t¨¦cnicos nacionales moderos de control, con los que son realmente necesarios para la plena identificaci¨®n e interpretaci¨®n de los objetos que se hallan bajo observaci¨®n.

Por ejemplo, en el protocolo del Tratado sobre la Limitaci¨®n de las Pruebas Subterr¨¢neas de Armas Nucleares de 1974 se dec¨ªa, entre otras cosas, que para una mayor seguridad de las medidas de control utilizadas las partes intercambiar¨ªan datos sobre las coordenadas geogr¨¢ficas de los l¨ªmites de cada pol¨ªgono de pruebas.

Medidas de control

En el protocolo del Tratado sobre las Explosiones Nucleares Subterr¨¢neas con Fines Civiles de 1976 se determin¨® que cada una de las partes deber¨¢ garantizar a la otra acceso a los lugares donde se efect¨²an las explosiones y prestar toda la ayuda y contribuci¨®n que fueran necesarias al personal asignado para esos fines.

Es sabido que ni el Tratado sobre la Limitaci¨®n de las Pruebas Subterr¨¢neas de Armas Nucleares de 1974, ni el Tratado sobre las Explosiones Nucleares Subterr¨¢neas con Fines Civiles de 1976, ni el Tratado sobre la Limitaci¨®n de Armas Estrat¨¦gicas Ofensivas de 1979 (SALT II) fueron ratificados por parte norteamericana. Tambi¨¦n fueron interrumpidas por ella las negociaciones tripartitas sobre la prohibici¨®n general y completa de las pruebas de armas nucleares.

Surge la impresi¨®n de que cada vez que Estados Unidos en virtud de ciertas causas deseaba realmente llegar a un acuerdo, la cuesti¨®n del control nunca era un obst¨¢culo que demorara la consecuci¨®n del convenio, y s¨®lo cuando ese acuerdo se tornaba para ellos indeseable se utilizaba esta cuesti¨®n como uno de los pretextos para llevar las negociaciones al atolladero.

Como se?al¨® recientemente Konstant¨ªn Chernenko, respondiendo a las preguntas del diario Pravda, la cuesti¨®n estriba en que Washington no quiere que limitaci¨®n alguna le impida incrementar y perfeccionar las armas nucleares.

Nosotros tambi¨¦n estamos sumamente interesados en un control fiable que est¨¦ en consonancia con las medidas adoptadas para limitar los armamentos y para el desarme. Sin embargo, estamos profundamente convencidos de que el control ha de contribuir a la consecuci¨®n de un mejor entendimiento mutuo, y no a entorpecerlo.

es jefe de sector del Instituto de EE UU y Canad¨¢ de la Academia de Ciencias de la URSS.