Sharon, en el cuarto lugar de la lista de candidatos del Herut para las elecciones israel¨ªes

El ex ministro de Defensa israel¨ª y actual ministro sin cartera Ariel Sharon ha protagonizado un espectacular retorno, que le ha situado en cuarto lugar (remontando cinco puestos) en la lista de los 21 candidatos del Herut (partido mayoritario de la coalici¨®n Likud, en el poder) para las elecciones legislativas del pr¨®ximo 23 de julio. Tan s¨®lo el primer ministro, Isaac Shamir; el viceprimer ministro David Levy y el ministro de Defensa, Moshe Arens, est¨¢n por delante de ¨¦l.

La recuperaci¨®n de Sharon es lo suficientemente importante como para dar satisfacci¨®n a sus partidarios, pero no tanto como para poner en peligro a la nueva direcci¨®n, personificada en el triunvirato Shamir-Levy-Arens. ?ste es el sentimiento general en el Herut. La ofensiva de la apisonadora Sharon parece, por consiguiente, bloqueada, al menos de momento.En caso de victoria en las elecciones, Shamir estar¨¢ obligado, sin duda, a confiar a Sharon una cartera importante, pero no la que ¨¦ste desea, la de Defensa, que perdi¨® como consecuencia del informe de la comisi¨®n que investig¨® las responsabilidades de las autoridades israel¨ªes en la matanza de palestinos en los campos libaneses de Sabra y Chatila.

Si Sharon hubiese conseguido desbancar a Arens en la lista de candidatos del Herut, Shamir lo hubiera tenido muy dif¨ªcil para negarle la cartera de Defensa, lo que habr¨ªa expuesto al primer ministro a los ataques de los laboristas y del conjunto de la oposici¨®n que ven en Sharon el principal responsable de la aventura libanesa.

Ahora, el Herut puede presentarse a las elecciones con un equipo unido en el que Saharon no es ya una figura dominante, si bien ocupa , un lugar honorable en el seno de la direcci¨®n ampliada, que incluye a los siete primeros miembros de la lista.

El antiguo ministro de Defensa podr¨¢, por tanto, contribuir a la campa?a electoral de su partido con su caracter¨ªstica energ¨ªa, que atrae, al parecer, a no pocos electores, que contin¨²an viendo en Arik un h¨¦roe, incluso un m¨¢rtir, y adoran acogerle a los gritos de "Arik, Arik, rey de Israel".