Aplausos entusiastas en el Festival Internacional de Cannes para la pel¨ªcula 'Los santos inocentes', de Mario Camus
Con fuertes aplausos y gritos de bravo concluyeron ayer las primeras proyecciones de Los santos inocentes, la pel¨ªcula de Mario Camus que, representando al cine espa?ol, compite en el Festival de Cannes. A la espera de las cr¨ªticas que esta ma?ana aparecen en los diarios, la televisi¨®n francesa se ha apresurado a calificarla como "obra maestra". Por su parte, la votaci¨®n que diez cr¨ªticos de distintos pa¨ªses (entre ellos el de EL PA?S) establecen diariamente en la publicaci¨®n Screen Internarional colocan el filme de Camus en segundo lugar, tras el liderazgo de Un d¨ªa de campo, de Bertrand Tavernier.
En la conferencia de prensa que sigui¨® a la proyecci¨®n de Los santos inocentes, los cr¨ªticos extranjeros indagaron sobre la permanencia de la realidad que el filme denuncia: "Cuanto en la pel¨ªcula se ve, ocurre a¨²n en todo el mundo", precis¨® Juli¨¢n Mateos, el productor. Francisco Rabal recit¨® espont¨¢neamente un poema de Alberti poco despu¨¦s de que un cr¨ªtico norteamericano elogiara "el buen gusto de los espa?oles" al preferir la pel¨ªcula de Camus a La fuerza del cari?o, ya que en este momento son superiores sus recaudaciones en los locales de estreno. Mario Camus, Terele P¨¢vez, Alfredo Landa, Maribel Mart¨ªn y Juan Diego respondieron junto a los citados en su encuentro con los periodistas.M¨¢s tumultuosa, sin embargo, fue la audiencia en el encuentro con Werner Herzog, que ha presentado en competici¨®n su ¨²ltimo trabajo, El pa¨ªs donde sue?an las hormigas verdes, aguardado con curiosidad tras el ¨¦xito obtenido anteriormente por Herzog en este festival con Gaspar Hauser y Fitzcarraldo, entre otras. El inter¨¦s de los asistentes a las conferencias de prensa no suele corresponder, curiosamente, a las reacciones de la sala al ver los filmes, porque puede decirse que la nueva pel¨ªcula de Herzog obtuvo una muy fr¨ªa acogida, lo que, por otra parte, no es extra?o dado lo limitado de sus resultados.
Ecolog¨ªa de Herzog
El director alem¨¢n ha narrado en esta ¨²ltima pel¨ªcula la situaci¨®n en la que quedan dos tribus australianas cuando las leyes inglesas les obligan a abandonar su territorio para la investigaci¨®n de posibles minas. Esta defensa de la ecolog¨ªa no ha sido profundizada por Herzog, limit¨¢ndose a la descripci¨®n sucinta de una dram¨¢tica francamente previsible. Algunas im¨¢genes aisladas -la ni?a negra que, piedra en mano y agresividad en la mirada, contempla muda el transistor que grita el partido de f¨²tbol- recuerdan el disperso y conocido talento del director, pero sus intenciones quedan abatidas por el t¨®pico. Otros momentos de la pel¨ªcula -la inveros¨ªmil vieja que se resguarda con una sombrilla ante la puerta de la caverna por la que hace a?os huy¨® su perro- reflejan, en cambio, la peligrosa sofisticaci¨®n a la que puede llegar un cineasta auspiciado por su rara brillantez antes que por su real novedad.En sus declaraciones, Herzog matiza que El pa¨ªs donde sue?an las hormigas verdes no es "una pel¨ªcula ecologista, sino un testimonio sobre una mitolog¨ªa diferente, una pintura de las relaciones que las gentes tienen con su tierra, de una confrontaci¨®n violenta entre dos grupos humanos a los que todo separa".
En cualquier caso, la 37? edici¨®n del festival de Cannes ha adquirido de inmediato un auge que en a?os anteriores s¨®lo se conceb¨ªa durante su segunda semana. Al margen de los presuntos esc¨¢ndalos de cada convocatoria, como el que ya hemos se?alado respecto al rechazo del filme de Zulawski La mujer p¨²blica, el term¨®metro de esta competici¨®n ha recuperado el viejo entusiasmo por el festival; si bien, con excepci¨®n de Camus y Tavernier, el resto de los concursantes han provocado decepciones, estas dos pel¨ªculas han situado el nivel de la competici¨®n a una buena escala.
Hay, sin embargo, otros festivales paralelos al de la competici¨®n oficial. No s¨®lo la Quincena de Realizadores, donde ha obtenido un resonante ¨¦xito Memorias de la c¨¢rcel, de Nelson Pereira do Santos, met¨¢fora de la sociedad brasile?a en la que, seg¨²n su autor, "se combina dial¨¦cticamente la realidad de la clase media intelectual, la militar, la obrera, la joven, la vieja, la mujer, el hombre del Noreste y el hombre del Sur" o de la Semana de la Cr¨ªtica, donde ha cautivado Los sue?os de la ciudad, filme sirio que narra los ¨²ltimos 30 a?os de la historia de aquel pa¨ªs a trav¨¦s de los ojos de un ni?o, sino del festival comercial, es decir, en el que se mueven artistas junto a financieros, vedettes y kamikazes.
De pronto, puede sorprender la imagen real de una joven desnuda que pint¨® sobre su cuerpo la sombra de una camisa o el "muro de la fortuna" en el que las nuevas promesas claven su foto en la esperanza de que alg¨²n productor se interese por leer las aptitudes que a continuaci¨®n explican. En la Croisette, paseo central de Cannes, esas mismas promesas intentan lucir sus posibilidades sin saber muchas veces que los vejetes regordos, sin aparente inter¨¦s, con los que se cruzan son quienes mueven los hilos del festival y de la industria. A ¨¦stos se les puede ver luego juntos, en la ruleta o en la terraza del hotel Carlton, lugar donde negocian y en el que ya anuncian en carteles gigantes las pel¨ªculas que rodar¨¢n el pr¨®ximo a?o.
A t¨ªtulo anecd¨®tico cabe se?alar que la presencia del cine espa?ol obtuvo el pasado domingo cierta repercusi¨®n en los hogares franceses cuando concluy¨® la emisi¨®n del ¨²ltimo cap¨ªtulo de Verano azul, en el que el ahora llamado Chanquet hace llorar a los improbables ni?os felices de aquella historia.
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