Milan es la nueva Meca de la moda
Los dise?adores y fabricantes italianos han destronado a los franceses
Una explosi¨®n de talento creador y el apoyo de los dise?adores de la poderosa industria textil italiana se han combinado para asegurar el surgimiento de Italia como un poder de primera fila en el negocio multimillonario de la ropa femenina. Los italianos acaparan las ¨²ltimas colecciones de oto?o-invierno para 1984-1985, que se han mostrado recientemente en Par¨ªs y han contribuido a confirmar una nueva situaci¨®n en el negocio multimillonario de la moda femenina: los dise?adores italianos han conseguido en el mercado una posici¨®n que no es inferior a ninguna otra.Los italianos han probado que poseen no s¨®lo el talento requerido, sino tambi¨¦n que pueden vender sus productos mejor que sus competidores.
Las exportaciones italianas de vestidos, ropa interior y accesorios han alcanzado en 1983 una posici¨®n exportadora de primera fila, con una cifra de 4.500 millones de d¨®lares, un 17% m¨¢s que en 1982. Y el sal¨®n de la moda de Mil¨¢n, de cuatro d¨ªas de duraci¨®n, llamado Modit, ha atra¨ªdo a una cifra r¨¦cord de 250 productores y otra, tambi¨¦n r¨¦cord, de 21.000 compradores. El. n¨²mero de compradores extranjeros aument¨® en un 37% con respecto a 1982.
Las exportaciones de ropa italiana de confecci¨®n -pr¨¦t-¨¢-porter- tuvieron particularmente ¨¦xito en Estados Unidos, Canad¨¢ y Europa. "En el pasado", afirma el signor Modenese, principal organizador de Modit, llamado "el primer ministro de la moda italiana", "los franceses eran los reyes, y los italianos, los s¨²bditos. Hoy estamos en plano de igualdad. Una vez dicho esto, deber¨ªamos pensar como europeos, no como rivales".
La moda italiana se ha convertido en una realidad en pocos a?os. Irrumpi¨® en la escena mundial hace s¨®lo tres o cuatro a?os. Hoy d¨ªa hay en Italia admiradores entusiastas que escriben libros sobre ella, y este mes se ha inaugurado en Roma una exposici¨®n especial en la prestigiosa Villa Borghese. Se est¨¢ pensando incluso en fundar un museo especial de la moda italiana.
Este ¨¦xito asombroso se debe, desde luego, a la aparici¨®n de muchos dise?adores de talento. Pero tambi¨¦n le debe mucho a una muy elaborada estrategia industrial y comercial basada en relaciones muy estrechas entre dise?adores, productores y vendedores.
La moda italiana fue lanzada a escala modesta hace 30 a?os, con la presentaci¨®n de colecciones en el palacio Pitti de Florencia, pero su momento de gloria vino durante los a?os de transici¨®n de la alta costura para un n¨²mero limitado de clientes ricos a la producci¨®n a gran escala de confecciones de lujo en la d¨¦cada de los sesenta.
Tradici¨®n secular
Al principio, las firmas francesas dominaron completamente la creaci¨®n y venta de ropa de confecci¨®n de alta calidad con sus boutiques, pero, debido a la mano de obra m¨¢s barata de Italia, junto con un trabajo de alta calidad, los franceses decidieron producir su ropa en los m¨²ltiples talleres existentes en la regi¨®n de Biella y Como. En ella existe una tradici¨®n secular de sastrer¨ªa, as¨ª como en la fabricaci¨®n de tejidos de calidad, sedas estampadas y el tratamiento del cuero.
La fabricaci¨®n de seda ha sido uno de los principales factores en el comercio exterior de Italia en Europa desde el siglo XV.
Los italianos se fueron dando cuenta gradualmente de que no hab¨ªa raz¨®n para seguir simplemente ejecutando encargos extranjeros. Algunos decidieron convertirse en creadores de moda independientes. Uno de los primeros en tomar tal decisi¨®n fue Missoni, que present¨® en Estados Unidos su colecci¨®n.
Mil¨¢n es la nueva Meca de la moda
de 1968-1969. Cuatro a?os despu¨¦s, sus exportaciones representaban el 50% de sus ventas, en comparaci¨®n con un 17% en 1970.Hay muchas razones para que todos los principales dise?ado res se vayan a Mil¨¢n. La ciudad lombarda es la primera capital comercial italiana abierta a Europa y de f¨¢cil acceso por avi¨®n o carretera.
Mil¨¢n es asimismo el cerebro de la industria de la confecci¨®n y la sede de todas las organizaciones profesionales de envergadura. Adem¨¢s existe en la ciudad una potente industria editora herramienta indispensable para la difusi¨®n de informaci¨®n de modas por todo el mundo.
Al lanzar los grandes desfiles anuales de modas en Mil¨¢n, el signor Modenese puso en acci¨®n el gran potencial creador y productor de Italia y cre¨® en el extranjero la imagen del dise?o italiano de modas. Luego est¨¢ la especial intuici¨®n italiana para detectar las tendencias del mercado. Este fen¨®meno existe de forma particular entre los millares de peque?os fabricantes que se estimulan al amparo de la ley de libre competencia.
Empresas familiares
Y por ¨²ltimo, aunque no de menor importancia, est¨¢n los estrechos lazos existentes entre dise?adores e industriales. Esto establece una diferencia decisiva entre las empresas de modas italianas y brit¨¢nicas. Estas ¨²ltimas se limitan a producir laboriosamente una limitada serie de modelos para unos pocos afortunados clientes, cualquiera que sea el valor de sus creaciones.
Las firmas m¨¢s destacadas, Missoni, Fendi y Krizia tienen sus propias f¨¢bricas. Armani est¨¢ asociado con un importante grupo textil. En cuanto a Gianni Versace, colabora con toda una cadena de fabricantes menores.
La mayor parte de las empresas italianas de la moda son del tipo familiar. Krizia y Missoni est¨¢n dirigidas por matrimonios. Fendi es propiedad de las cuatro hermanas Fendi, y tambi¨¦n Versace es un negocio familiar.
Gianni Versace trabaj¨® al principio, durante siete a?os, como comprador y consejero de una empresa de confecci¨®n. En 1978, y con s¨®lo una inversi¨®n de 1.877.000 pesetas, fund¨® su propia empresa, con 10 empleados trabajando en un s¨®tano de Mil¨¢n.
Al cabo de un a?o, Versace hab¨ªa conseguido girar 750.000 millones de pesetas. Hoy d¨ªa, posee una cadena de 80 boutiques en todo el mundo.
Otro dise?ador italiano que ha obtenido recientemente fama y riqueza es Gianfranco Ferre, que lleg¨® al mundo de la moda promocionado por una fabulosa campa?a publicitaria financiada por el industrial bolo?¨¦s Franco Mattioli, para quien Ferre, un aut¨¦ntico talento, trabajaba como dise?ador.
En Mil¨¢n hay a¨²n sitio para gente nueva y apoyo financiero f¨¢cilmente disponible para dise?adores con talento. Desde luego, la eficacia y la buena organizaci¨®n son caracter¨ªsticas del sal¨®n de modas de Mil¨¢n, en contraste con la improvisaci¨®n y las molestias existentes en los desfiles de las colecciones de Par¨ªs.
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