Fiesta polar

Mal lo tuvieron Los Chokes a la hora de abrir el cap¨ªtulo rockero en esta noche, en la que la amenazante lluvia dej¨® paso a un fr¨ªo navide?o. Mal porque el ins¨ªpido repertorio puede tener cierto atractivo de cara al profano cuando se interpreta con y en el calor necesario. Y esto, por supuesto, no ocurri¨®. Desapercibidos pasaron los endebles temas, los en¨¦rgicos punteos, la aguda voz del cantante. Sepultadas quedaron las comerciales cancion es de Los Chokes en una noche que auspiciaba g¨¦lidos resultados a todas luces.Pero salieron Los Coyotes -V¨ªctor, guitarra y voz, Fernando, contrabajo el¨¦ctrico, y Celes, bater¨ªa-, y el fr¨ªo tom¨® por un inst¨¢nte la forma del viento de la legendaria pradera. La mezcla entre rockabilly, salsa, rumba, texmex, corrido mexicano y dem¨¢s estilos colaterales son¨® alta y clara.

Los temas de Los Coyotes, repletos de agudeza, dejaron perpleja a una audiencia que aun no a es cubierto de forma mayoritaria que la vena latina aplicada al rock puede suponer una divertida alternativa. Y no es tanto una cuesti¨®n de sonido como de intenciones lo que hace que los temas del grupo, Fiesta salvaje, S¨®lo cuando deseo o el par¨®dico 300 kilos, contengan un esp¨ªritu festivo que se ve desarrollado en conciertos como ¨¦ste. El ambiente fue caldeado, y eso se not¨® en la manera de recibir al siguiente grupo: Nacha Pop.

Antonio, Nacho, Marcos y ?ete tampoco tuvieron su noche. Las guitarras se desafinaban, el sonido exterior no posibilitaba la apreciaci¨®n de matices, tantos y tan ricos en la m¨²sica del grupo, y todo el mont¨®n de buenas canciones que Nacha Pop ofreci¨® no lleg¨® a cuajar, a pesar de los esfuerzos de Nacho, que cant¨® algunos temas de forma bastante convincente. En cuanto a Antonio, el elemento m¨¢s carism¨¢tico del grupo, se le vio indolente durante todo el concierto, pese a los atisbos de brillantez con los que atac¨® en Sonrisa de ganador y Magia y precisi¨®n.