La sombra del 'ayatollah'
No conocen a Carlos Garaikoetxea quienes esperan de ¨¦l, en esta dram¨¢tica circunstancia pol¨ªtica que le est¨¢ tocando vivir dentro de su partido, que adopte una postura propia de tragedia griega y opte por abandonar. El lendakari es un fajador, sobre todo en los peores momentos.Estas batallas que se han venido librando entre Arzallus, a quienes sus enemigos ya no llaman nunca por su apellido, sino con el apelativo, de ayatollah, y Garaikoetxea, en las que cada vez los disparos se realizan con armas de m¨¢s grueso calibre, son el preludio de una gran guerra final.
Arzallus, no sin habilidad, ha conseguido quedarse al margen -ya no est¨¢ en los ¨®rganos de direcci¨®n del partido- despu¨¦s de haber colocado sus peones en todos los estamentos del PNV, excluida la organizaci¨®n de Navarra, para seguir acosando a Garaikoetxea, y a su forma pol¨ªtica de actuar, desde la barrera. Mientras Garaikoetxe¨¢ se peleaba con/contra Madrid, Xabier Arzallus teji¨® una tela de ara?a en el PNV para garantizar la continuidad de su obra.
Pero, a¨²n y todo, el presidente del Gobierno vasco no es de las personas que se dan f¨¢cilmente por vencidas. Tiene sus incansables -los garaikotarras-, su charme, un enorme capital pol¨ªtico y una voluntad de hierro para intentar hacer del PNV un partido de hoy. El episodio de Navarra, en donde han sido expulsados todos los hombres del presidente, es demasiado grave y significa el primer cisma en un partido con casi 100 a?os. El PNV, expulsando a 15 dirigentes, ha dejado fuera del partido a la inmensa mayor¨ªa de los alrededor de 1.000 afiliados que tiene en Navarra. Este es el dato que preocupa a Garaikoetxea, que conoce como nadie el encaje de bolillos pol¨ªtico que, en multitud de ocasiones, deben hacer los nacionalista en Navarra.
Arzallus, desde su alargada sombra, lo dej¨® todo atado. Su hombre en Navarra, Carlos Claver¨ªa, curiosamente el ¨²nico dirigente navarro no sancionado, est¨¢ preparando ya una comisi¨®n gestora que reorganice lo que quede del partido -si queda algo- en el viejo reino. Es un nuevo asalto en la guerra de desgaste que somete el aparato del partido a Garaikoetxea.
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