Ning¨²n esca?o por debajo del 8% de los votos

En las primeras elecciones democr¨¢ticas, seg¨²n el propio presidente egipcio, Hosni Mubarak, desde que hace 60 a?os fue elegido el primer Parlamento de Egipto, cinco. partidos pol¨ªticos se disputan, con 2.100 candidatos, los sufragios de casi 13 millones de ciudadanos -sobre un total de 20 millones de egipcios con derecho a voto- inscritos en las listas electorales. Los votantes elegir¨¢n, el domingo 27, mediante un sistema de representaci¨®n proporcional, a 448 diputados de la Asamblea del Pueblo, 56 m¨¢s que en los ¨²ltimos comicios, organizados hace cinco a?os por el asesinado presidente Anuar el Sadat y que se celebraron en un clima de menor libertad. Ning¨²n partido que obtenga menos del 8% de los sufragios podr¨¢ disponer de una representaci¨®n parlamentaria, seg¨²n estipula la ley electoral.El Partido Nacional Dem¨®crata (PND), presidido por el jefe del Estado, Hosni Mubarak, y cuyo secretario general es el primer ministro, Fuad Mohiedin, es la principal emanaci¨®n de la Uni¨®n Socialista ?rabe, partido ¨²nico en tiempo de Gamal Abdel Nasser. Con cerca del 90% de los sufragios en las elecciones controladas de 1979, que se concretaron en 371 esca?os, el PND cuenta con una abrumadora mayor¨ªa en el Parlamento. En los comicios del domingo espera cosechar no menos de un 70%. de los votos, porcentaje por encima de los dos tercios necesarios para poder designar dentro de cuatro a?os al jefe del Estado sin tener que pactar con la oposici¨®n. Aunque se autodefine socialista, el PNI) no tiene una ideolog¨ªa definida, al margen de su identificaci¨®n con la pol¨ªtica gubernamental. Pero, en un intento de disociarse de un pasado poco popular, el partido gobernante ha expurgado de sus listas al 46% de sus actuales diputados, eliminando, sobre todo, a antiguos ministros y colaboradores de Sadat.

El nuevo Wafd, que encabeza el pacha Fuad Seraguedin, varias veces ministro del rey Faruk, es el m¨¢s antiguo de los partidos pol¨ªticos egipcios, con sus 66 a?os de vida pol¨ªtica oscilante entre el poder y las persecuciones a partir del triunfo de la revoluci¨®n nasserista en 1952, que incluso encarcel¨® a su presidente, al que Sadat volvi¨® a privar, en 1978, de sus derechos civiles. Representante de la burgues¨ªa agraria, el Wafd ha acabado por reconocer la utilidad de la reforma agraria, pero en materia econ¨®mica sigue reivindicando una liberalizaci¨®n que estimule al sector privado, al tiempo que exige una ampliaci¨®n de las libertades pol¨ªticas. Laico, y de marcada ideolog¨ªa centroderechista, el Wafd, que s¨®lo dispone actualmente de 10 diputados, ha concluido una extra?a alianza con la ilegal Hermandad de los Hermanos Musulmanes (integrista isl¨¢mica), a la que ha cedido 16 puestos en sus listas electorales a cambio de los votos de sus seguidores.

El Partido Socialista del Trabajo (PST), que dirige Ibrahim Chukri, ex ministro de Sadat y autor de un proyecto de reforma agraria, es actualmente la tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs, con 10 esca?os, pero no parece evidente que esta peque?a formaci¨®n de inspiraci¨®n socialdem¨®crata consiga ahora el 8% indispensable para mantenerse en el Parlamento. Su programa electoral hace especial hincapi¨¦ en las necesarias mejoras de las condiciones de vida materiales de la poblaci¨®n, sobre todo en materia de viviendas, al tiempo que preconiza una revisi¨®n del car¨¢cter desmilitarizado del Sina¨ª.

El Partido Nacional Unionista y Progresista (PNUP), cuyo l¨ªder, Jaled Mohiedin, es a la vez su ¨²nico diputado, es la ¨²nica formaci¨®n pol¨ªtica que se declara abiertamente marxista, adem¨¢s de nasserista, pero su programa electoral, lejos de ser radical, insiste sobre todo en la lucha contra la corrupci¨®n, el fortalecimiento del sector p¨²blico y, en materia de pol¨ªtica exterior, en la eliminaci¨®n de las trabas puestas por Camp David al pleno ejercicio de la soberan¨ªa egipcia. El mantenimiento en la C¨¢mara baja de la formaci¨®n pol¨ªtica que se considera heredera de los ideales de Nasser parece depender, en opini¨®n de los expertos, del ¨¦xito del PST. Si este partido de izquierdas obtiene el porcentaje necesario para entrar en la Asamblea del Pueblo, los marxistas se quedar¨¢n fuera.