El Mercado Com¨²n presenta su plan para acabar con las fronteras de la televisi¨®n
La Comisi¨®n Europea, ¨®rgano ejecutivo y burocr¨¢tico de la CEE, ha dado, con la presentaci¨®n de su Libro Verde Televisi¨®n sin fronteras, los primeros pasos para dinamitar legalmente las estrechas barreras nacionales, de modo que en toda la Comunidad Europea se puedan ver los programas de todos los pa¨ªses miembros.
Ello requiere toda una serie de medidas de armonizaci¨®n en diversos terrenos: publicidad, protecci¨®n de menores y derechos de autor y de r¨¦plica. El debate sobre el Mercado Com¨²n de la Televisi¨®n est¨¢, pues, abierto, ante la inminencia de la generalizaci¨®n del cable y del sat¨¦lite. Y tambi¨¦n se trata de protegerse frente a grandes potencias televisivas como Estados Unidos.Detr¨¢s hay una dimensi¨®n industrial, pues se calcula entre 40.000 millones y 85.000 millones de d¨®lares las inversiones necesarias para este proyecto. Actualmente la radiodifusi¨®n ocupa a unas 100.000 personas en la CEE, y representa entre el 1,5 % y 2% del producto nacional bruto de los pa¨ªses miembros. Se estima que para final de la d¨¦cada cada europeo tendr¨¢ acceso a unas 30 cadenas por cable, tres emisiones por sat¨¦lite y tres cadenas tradicionales. Las nuevas t¨¦cnicas permitir¨¢n emitir un mismo programa simult¨¢neamente en diversas lenguas. En suma, Dallas made in Europe.
Los problemas planteados por la diversidad de las reglamentaciones nacionales no han esperado a las propuestas. As¨ª, la televisi¨®n de Luxemburgo, RTL, emite en alem¨¢n un programa cargado de publicidad, destinado al norte de la Rep¨²blica Federal de Alemania, cuando en este pa¨ªs la publicidad est¨¢ prohibida en las horas punta de audiencia. Bonn se ha quejado. El Libro Verde, cuyo texto definitivo llegar¨¢ la pr¨®xima semana, ser¨¢ ahora debatido entre todas las partes interesadas, y antes de fin de a?o la Comisi¨®n presentar¨¢ nuevas y m¨¢s espec¨ªficas propuestas. En medios comunitarios se reconoce que se tardar¨¢ -si se llega- varios a?os en lograr un verdadero acuerdo. Por ahora se trata de encontrar un m¨ªnimo denominador com¨²n.
Seg¨²n el informe, todos los ciudadanos de la CEE deben poder tener "acceso a todas las emisiones emitidas en todo momento en todos los Estados miembros... como si cada emisora sirviera al conjunto del Mercado Com¨²n". Las emisiones son servicios, y seg¨²n el Tratado de Roma, base de la CEE, no se puede impedir su difusi¨®n, La Comisi¨®n no entra, por el momento, en el car¨¢cter privado o no de las cadenas y no trata el tema espa?ol. El texto reconoce la diversidad de las medidas nacionales en cuesti¨®n de objetividad, r¨¦plica, publicidad y otros temas.
La Comisi¨®n reconoce la importancia econ¨®mica de la publicidad. Si no pretende forzar a ning¨²n pa¨ªs a que no autorice la publicidad en sus cadenas nacionales (como Dinamarca y B¨¦lgica), s¨ª considera necesaria su autorizaci¨®n en todos los Estados, por razones de legislaci¨®n, para poder recibir cadenas extranjeras por sat¨¦lite o cable. El problema es real: las cadenas de televisi¨®n belga no llevan publicidad comercial, pero en Bruselas los numerosos abonados al cable reciben en sus casas 16 canales de televisi¨®n: adem¨¢s de los cuatro belgas, los dos de la BBC, tres franceses, dos holandeses, tres alemanes, el luxemburgu¨¦s y uno franc¨®fono-europeo; casi todos ellos, salvo la BBC, con publicidad.
Restricciones publicitarias
Para impedir el desarrollo salvaje de la publicidad en las televisiones de la CEE, la Comisi¨®n sugiere limitarla, a un m¨¢ximo -muy elevado- de un 20% del total del tiempo de emisi¨®n, con restricciones para productos como el tabaco o el alcohol. ?ste es el tema que m¨¢s pol¨¦micas ha levantado en el seno de la Comisi¨®n Europea, cuyo actual presidente, Gaston Thorn, es luxemburgu¨¦s. Y la RTL tiene grandes intereses comerciales que defender.
Entre otras reglas de armonizaci¨®n, el Libro Verde propone la protecci¨®n uniformada de los ni?os y j¨®venes contra los excesos de crueldad, violencia, xenofobia y pornograf¨ªa dura en los programas.
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