CEOE, nueva etapa

( ... ) La CEOE pas¨® a ser un factor muy positivo dentro del proceso de la transici¨®n. ?sta hubiera fracasado si todo el conjunto de los interlocutores sociales hubiese sido incapaz de entablar un di¨¢logo que permitiese llegar a realidades concretas. Del mismo modo que los obreros, las fuerzas armadas o la Iglesia crearon las condiciones para colaborar dentro de la evoluci¨®n pol¨ªtica, los empresarios espa?oles hicieron ¨¦sta posible a trav¨¦s, precisamente, de la CEOE.Fruto bien claro -otros much¨ªsimos, menos aparentes, tambi¨¦n existieron- fueron tres important¨ªsimos y sucesivos actos sociales: el acuerdo marco interconfederal (AMI), el acuerdo nacional de empleo (ANE) y el acuerdo interconfederal. Las tensiones inflacionistas y el clima de conflictividad laboral se alinearon sobremanera gracias a estos acuerdos. Creemos poder asegurar que la crisis econ¨®mica de 1973 no caus¨® una cat¨¢strofe irreversible por esta cadena de acuerdos que siguieron a los pactos de la Moncloa.

Desde sus primeros pasos, y sobre todo bajo la presidencia de Ferrer Salat, esa gran fuerza nacional que son los empresarios espa?oles ha dialogado, criticado, pactado, dentro de un marco de s¨®lida convivencia sociopol¨ªtica. Mucho ha contribuido, para que las cosas se desarrollasen as¨ª, el que la CEOE haya elaborado poco a poco una especie de doctrina sobre la pol¨ªtica econ¨®mica, que ha calado muy hondo en el mundo de las empresas. Gracias a ella ha sido posible que esta confederaci¨®n ostente unas fisuras m¨ªnimas, sobre todo si las comparamos con las que, fruto de contradiciones muy serias de origen doctrinal, germinan aceleradamente tanto en casi todo el sindicalismo obrero como en buena parte de los partidos.(...)

, 26 de mayo