El d¨¦ficit p¨²blico y su financiacion pueden poner en peligro la reactivacion econ¨®mica, seg¨²n el Banco de Espa?a
Las posibilidades de que la econom¨ªa espa?ola crezca en torno al 2,5% durante 1984 son relativamente f¨¢ciles, seg¨²n el informe anual elaborado por el Banco de Espa?a, habida cuenta la excelente marcha del sector exterior, con un crecimiento importante del valor de as mercanc¨ªas exportadas, y por las previsiones de unas cosechas favorables. El freno al crecimiento del d¨¦ficit p¨²blico logrado en 1983 no es suficiente, seg¨²n el banco emisor, "para pensar que los factores que, en ¨²ltimo t¨¦rmino, alientan e impulsan el desequilibrio de las cuentas p¨²blicas est¨¦n dominados". Las crecientes necesidades de recursos con los que hacer frente al crecimiento del gasto p¨²blico y a su propia financiaci¨®n, ponen en peligro la obtenci¨®n de fondos por parte de las empresas privadas para sus proyectos de inversi¨®n.
El producto interior bruto (PIB) creci¨® en 1983 el 2,2%, seg¨²n las estimaciones del servicios de estudios del Banco de Espa?a, cifra bastante superior a la de un a?o antes -1,2%- y que se compara favorablemente con la del conjunto de pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). Por el lado de la demanda, el sector exterior contribuy¨® decisivamente a este crecimiento, aportando un punto y medio del total, mientras que la demanda interna mantuvo su t¨®nica de debilidad. El buen comportamiento del sector exterior se debi¨®, sobre todo, a los efectos provocados por la depreciaci¨®n de la peseta, que se empezaron a notar a mediados del ejercicio y al inicio de la recuperaci¨®n de los mercados de exportaci¨®n, consecuencia de la reactivaci¨®n internacional que se empez¨® a extender desde Estados Unidos a la Rep¨²blica Federal de Alemania y Jap¨®n.La mejora de la actividad a lo largo de 1983 se acompa?¨® de una moderaci¨®n en la tasa de inflaci¨®n, con reducci¨®n de dos puntos, aunque hubo fuertes tensiones en contra que se empezaron a mostrar en los ¨²ltimos meses.
Los precios alimenticios, seg¨²n el Banco de Espa?a, contribuyeron decisivamente a esta disminuci¨®n de los precios, si bien registraron una aceleraci¨®n a partir del oto?o, consecuencia de los mayores precios de los productos importados y de la propia evoluci¨®n de los mercados internacionales. A pesar de este descenso la inflaci¨®n en Espa?a se mantuvo, durante 1983, siete puntos por encima de la del conjunto de los pa¨ªses industrializados.
El crecimiento econ¨®mico logrado no fue suficiente para detener la evoluci¨®n a la baja del empleo, y el consiguiente crecimiento del paro, aunque el ritmo de destrucci¨®n de empleos fue menor que el de un a?o antes. 1983 acab¨® con una tasa de paro equivalente al 18,4% de la poblaci¨®n activa y el ¨²nico elemento m¨ªnimamente aceptable fue que la destrucci¨®n de empleos en el sector industrial fue bastante menor que un a?o antes; mientras que en 1982 hab¨ªan ca¨ªdo un 5,6%, un a?o despu¨¦s lo hicieron el 2,4%.
Mayor endeudamiento p¨²blico
El informe del Banco de Espa?a se?ala que el persistente d¨¦ficit p¨²blico, a pesar de su relativo frenazo en 1983, situ¨¢ndose en el 5,9% del PIB, tiene como consecuencia un r¨¢pido crecimiento del endeudamiento de las administraciones p¨²blicas, que ha crecido a un ritmo anual del 35,4% en t¨¦rminos brutos durante el ¨²ltimo quinquenio. La Administraci¨®n p¨²blica tuvo que pagar 297.000 millones de pesetas de intereses por el endeudamiento interno y externo durante el pasado a?o, cifra a la que habr¨ªa que a?adir -como de hecho ocurrir¨¢ en el ejercicio de 1984 al haberse transformado los certificados de regulaci¨®n monetaria en pagar¨¦s del Tesoro- una cifra similar satisfecha por el Banco de Espa?a a las instituciones financieras privadas, que tuvieron en sus carteras dichos certificados de regulaci¨®n y que no eran otra cosa que una forma, menos ortodoxa, de financiar el d¨¦ficit p¨²blico.Estas necesidades crecientes de fondos para pagar el servicio de la deuda del Estado y las propias tendencias a acelerar el desequilibrio entre ingresos y gastos de la Administraci¨®n, aunque se produzca una t¨ªmida recuperaci¨®n econ¨®mica, constituyen, seg¨²n el Banco de Espa?a, el principal peligro para lograr un crecimiento equilibrado que permita en definitiva la creaci¨®n de empleo. El Estado, y as¨ª lo afirmaron recientemente Luis Angel Rojo, director del servicio de estudios del Banco de Espa?a, y Raimundo Ortega, director general del Tesoro y Pol¨ªtica Financiera, tiene que frenar el crecimiento de sus gastos si no quiere acabar absorbiendo todo el ahorro interno que se genera en la econom¨ªa espa?ola y expulsar del mercado a la iniciativa privada.
Las empresas espa?olas, con una muy baja capacidad de autofinanciaci¨®n, exigen la existencia de elevados fondos en los mercados de dinero para llevar a cabo proyectos de inversi¨®n. Si el Estado se queda, cada a?o, con una porci¨®n creciente del ahorro interno generado, las empresas pueden acabar sufriendo un estrangulamiento financiero que les imposibilite invertir.
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