Una demostraci¨®n de fuerza
Las grandes huelgas suelen ser la excepci¨®n en la Rep¨²blica Federal de Alemania, pero nunca se hab¨ªa vivido una con semejantes implicaciones pol¨ªticas. Los sindicatos, con el del metal a la cabeza, no han podido ser m¨¢s expl¨ªcitos en cuanto a los motivos pol¨ªticos de su marcha sobre Bonn. La intenci¨®n es evidente: el Gobierno debe ser sometido a presi¨®n. No s¨®lo con la finalidad de obligarlo a preocuparse por encontrar una salida a la negociaci¨®n sobre los salarios, sino con el fin de invalidar las decisiones gubernamentales tomadas hasta ahora sobre cuestiones laborales. (...)Los dirigentes del metal proclaman en Bonn con orgullo que su sindicato es un factor de fuerza que el Gobierno no deber¨ªa ignorar. (...)
Se utilizan incluso t¨¦rminos tales como "violaci¨®n de la ley por motivos pol¨ªticos" o "la huelga es la leg¨ªtima defensa; el cierre patronal es el terror". Un argumento estupendo.
Durante la manifestaci¨®n en Bonn, que no respondi¨® a las expectativas de los convocantes, se evidenci¨® el d¨¦bil entusiasmo que ha sido la caracter¨ªstica de esta huelga desde el principio. La gente tiene un olfato especial para apreciar cu¨¢ndo las cosas son correctas; cu¨¢ndo el sindicato lucha con sus propios medios por un,fin reconocido por todos, sin involucrar a terceros. Muchos militantes han secundado esta huelga por no dejar a su sindicato en la estacada. Pero con lo que no hab¨ªan contado era con verse arrastrados a operaciones pol¨ªticas de presi¨®n, tal y como lo est¨¢n haciendo sus dirigentes. Quiz¨¢ para ¨¦stos constituya una lecci¨®n el desenlace del espect¨¢culo de Bonn.
29 de mayo
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