Jaime Pe?afiel

Que no tema el ostracismo la realeza europea. Que no tiemble ni se alarme Puerto Ban¨²s. Jaime Pe?afiel, granadino, 51 a?os, se ha marchado de Hola, tras 18 a?os de trabajo como redactor jefe. Pero se ha ido como cuando se deshace un despacho colectivo de abogados por el enfado de uno: llev¨¢ndose las carpetas de los clientes. Farah seguir¨¢ siendo suya. Las princesas, tambi¨¦n. Y su "amigo del alma" Julio Iglesias continuar¨¢ dando un telefonazo a Nancy Reagan para que sea Jaime quien la entreviste, se pongan como se pongan los nuevos propietarios de Hola. "En esa revista pasa lo que los catalanes llaman el problema del hereu, del heredero", afirma Pe?afiel. "Con el fundador jam¨¢s me hubiera pasado". El n¨²mero uno de la prensa del coraz¨®n se va a descansar a Miami, a casa de Julio Iglesias, y aprovechar¨¢ para casarse por segunda vez. Dice que en oto?o har¨¢ una rentr¨¦e sonada.

Los nombres de Lolita y la Pantoja como posible parte de la far¨¢ndula objeto de su atenci¨®n le hacen puntualizar que "lo m¨ªo son las bodas reales y acontecimientos en el mundo entero, y he mantenido el tono sin qu¨¦ se me erosione mi propia personalidad, porque no hay periodismo menor, sino bien hecho o mal hecho, y yo lo he hecho muy bien". Jaime Pe?afiel entrevista "cuando un personaje es noticia, y la verdad es que ya me era dificil encontrar uno que diera la talla, para mantener la m¨ªa profesional". Y afirma que no es que necesite un grado de alcurnia, un list¨®n de marquesa para arriba para ocuparse de un personaje. Simplemente, deshecha "las noticias prefabricadas que nos hacen las folkl¨®ricas".Tiene cierta fama de d¨¦spota, circunstancia que dice emplear "s¨®lo con los d¨¦spotas", y algunos compa?eros le recuerdan que, tras encargarle transportar unos carretes en alg¨²n viaje, ¨¦stos llegaron velados a Madrid. Es un conversador infatigable y ameno, y antes de ser trotamundos de lujo hizo sucesos, deportes y guerras. Estuvo casi ocho a?os en la agencia Europa Press. "Fui el primer reportero que sali¨® de este pa¨ªs", y vivi¨® la guerra de Corea, la de Argelia y Marruecos, los terremotos de Per¨² y Persia, el primer viaje de un Papa, que hizo Pablo VI a Tierra Santa. "Pero me pasa como a Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa. Estoy ya especializado en este tipo de periodismo y no podr¨ªa hacer otro". Y es que tiene a sus espaldas 40 bodas reales y pincipescas. "He entrevistado a todos los reyes de Europa y he casado a todas las princesas y reinas y a sus hijas".

Sin ir m¨¢s lejos, cas¨® a los actuales Reyes de Espa?a vestido con la sotana de un cura del Opus, el canciller de la embajada en Grecia, que se la hab¨ªa encargado porque en la calle Arenal, de Madrid, las hac¨ªan fenomenalmente. ?Qui¨¦nes mejor, para llev¨¢rsela, que los enviados de Europa Press? Pero el canciller no tendr¨ªa la posibilidad de ir hecho un primor. Jaime, cosa rara,en ¨¦l, qued¨® fuera del pool de periodistas que iban a presenciar la ceremonia, y, ?hasta ah¨ª pod¨ªamos llegar!, se puso la sotana, y, breviario en ristre y con la c¨¢mara en un bolsillo, se col¨® en la iglesia ortodoxa.

Una de las an¨¦cdotas que m¨¢s recuerda es la coronaci¨®n de Bokassa, en la que ¨¦ste mont¨® la parafernalia imitando un cuadro de Napole¨®n. El emperador centroafricano hizo esperar cuatro horas a las delegaciones extranjeras. Y all¨ª estuvieron, a pie firme, Alberto Aza, enviado de Adolfo Su¨¢rez, con la bandeja de plata de regalo. Y el embajador holand¨¦s o suizo, aguardando a ser recibido por el loco, con su presente en la mano: un queso de metro y medio de di¨¢metro.

Farah Diba y el fallecido Sha, a quien hizo el ¨²ltimo reportaje como emperador, han sido la especialidad de Jaime Pe?afiel. En breve se publicar¨¢n las memorias de la ex emperatriz, que ¨¦l ha escrito, y que reconoce que le han dado mucho dinero. Y Farah est¨¢ tambi¨¦n en el centro de otra an¨¦cdota, protagonizada por Jos¨¦ Oneto, director de Cambio 16, a quien Pe?afiel meti¨®, dentro de un regalo para su mujer, a ra¨ªz de un viaje a Argentina, una prenda ¨ªntima comprada por una periodista gallega. Al llegar a su causa y percibir el de saguisado, Oneto envi¨® la prenda a la emperatriz del Ir¨¢n, con una cari?osa tarjeta firmada por Jaime Pe?afiel. "Entonces cay¨® el Sha, y quiz¨¢ la recibiera Jomeini", a?ade.

Reconoce que los famosos cobran por asistir a las fiestas y le parece bien. "Ya cobraban los"duques de Windsor, la Begum Salima, Karim Aga Khan, Gracia de M¨®naco. Me parece normal, porque promocionan los sitios adonde van".

Pe?afiel, ?a cu¨¢ntas se?oras se ha beneficiado en acto de servicio, es decir, a mayor gloria de la revista Hola?

Hombre, he ca¨ªdo bien y he procurado caer bien. Pero no me he ventilado ninguna se?ora para hacer un reportaje.

- ?Y ellas a usted?

- No precisamente para hacer el reportaje.