Frans Br¨¹ggen: "Oponemos a la corrupci¨®n de la m¨²sica oficial una visi¨®n diferente"
Virtuoso flautista, dirige la Orquesta del Siglo XVIII
Frans Br¨¹ggen, nacido en Amsterdam el 30 de octubre de 1934, es uno de los nombres clave de la interpretaci¨®n actual de la m¨²sica barroca y cl¨¢sica. Virtuoso de la flauta dulce, la flauta traversa y el piccolo en sus diversas variantes, es profesor en el Conservatorio de La Haya. Br¨¹ggen, tambi¨¦n director de obras del per¨ªodo, desde Bach y Vivaldi hasta Haydn y Mozart, subi¨® el pasado mi¨¦rcoles al podio del teatro Real para dirigir su Orquesta del Siglo XVIII. "Nosotros oponemos a la corrupci¨®n de la m¨²sica oficial una visi¨®n diferente", comenta en esta entrevista.
Pregunta. Usted es uno de los m¨¢s activos int¨¦rpretes de la m¨²sica del siglo XVIII con instrumentos originales o copias adecuadas ?Puede hablarnos de cu¨¢l es el sentido de su forma de interpretar?Respuesta. Me atrevo a decir que en la m¨²sica profesional existe hoy una gran corrupci¨®n. Ya resulta demasiado atrevido tocar una m¨²sica tan lejana en el tiempo, aparentemente tan muerta como la del siglo XVIII, como para no hacerla al menos con los medios que aquellos compositores ten¨ªan a su disposici¨®n. Nosotros oponemos a la corrupci¨®n de la m¨²sica oficial una visi¨®n diferente.
P. Usted ha trabajado a menudo con Gustav Leonhardt, con Nikolaus Harnoncourt, con Anner ByIsma, etc¨¦tera, tambi¨¦n int¨¦rpretes del barroco con instrumentos originales. ?Qu¨¦ hay en com¨²n entre todos ustedes?
R. En primer lugar, todos somos amigos. Pero cada uno tiene su forma particular de enfrentarse con honestidad al repertorio. Miren ustedes, es imposible reconstruir con exactitud la m¨²sica del siglo XVIII. Nos falta el medio, nos falta el o¨ªdo de los contempor¨¢neos, esa tradici¨®n, todo se ha perdido. En m¨²sica, hoy por hoy, s¨®lo existe una tradici¨®n viva, la que comienza con Beethoven; es decir, la tradici¨®n rom¨¢ntica. Entre Bach y Beethoven se ha perdido esa tradici¨®n, y acceder a ella seg¨²n pautas de la tradici¨®n posterior es perpetrar una falsedad. Pero s¨ª nos interesa la m¨²sica del siglo XVIII hay que investigar, hay que experimentar incluso. Ya sabemos que es problem¨¢tico y que desde luego no vamos a rescatar esa m¨²sica exactamente como se hac¨ªa en el pasado. Pero hay que emprender esa b¨²squeda, lo mismo que en un museo se limpian y restauran las pinturas valiosas que desde el pasado han llegado a su patrimonio.
Restaurador de la m¨²sica
P. ?Cu¨¢l es la diferencia entre la forma de enfrentarse al barroco y al clasicismo por parte de ustedes y la de otros grupos de mentalidad diferente, como I Musici, I Virtuosi di Roma, o directores como Richter o Marriner?R. En toda relaci¨®n int¨¦rprete obra hay un porcentaje variable de uno mismo al margen de lo que se interpreta. En esos grupos que ustedes mencionan, ese porcentaje es muy grande y el de la obra misma es escaso. El resultado es que, as¨ª, acaba uno interpret¨¢ndose a s¨ª mismo con la excusa de Bach o Mozart. Es decir, no creo que nosotros hagamos el original seg¨²n era, pero estos grupos y personas tienden a ignorarlo en mayor o menor medida. Tenemos la obligaci¨®n moral de servir en primer lugar al compositor, no s¨®lo con instrumentos originales, sino con investigaciones musicol¨®gicas que tengan en cuenta el medio en que surgi¨® aquella m¨²sica.
P. Sin embargo, en los ¨²ltimos, a?os parece que se va aceptando esa forma de encarar la interpretaci¨®n. Incluso algunas importantes casas discogr¨¢ficas antes reticentes abren sus estudios a los instrumentos originales.
R. Considero esto un progreso, una muestra de que ya no se rechaza nuestro trabajo como si fuese fruto de un esnobismo arcaizante o purista. Se advierte, por fin, que esta forma de trabajar es la ¨²nica posibilidad art¨ªsticamente honesta de hacerlo. No pretendo que nuestros m¨¦todos concretos sean los ¨²nicos posibles y garantizados, ya que el car¨¢cter inaprensible de esa m¨²sica nos lleva constantemente a ensayar y a intentar, no a fijar maneras de interpretaci¨®n. Pero son los especialistas del per¨ªodo quienes deben acercarse a ¨¦l y no cualquiera cuya especialidad es otra. Si nosotros restauramos esa m¨²sica con unos m¨¦todos, otros lo har¨¢n ma?ana con otros. Por eso hablo de corrupci¨®n. Una musicolog¨ªa que no hace eso y unos int¨¦rpretes que no hacen eso est¨¢n dejando corromperse lo mejor de su patrimonio y su actitud es corrupta.
P. ?Puede hablarnos de la Orquesta del Siglo XVIII con la que se ha presentado en el teatro Real?
R. Est¨¢ fundada en 1981 y es un proyecto en el que trabaj¨¢bamos desde hac¨ªa tiempo. Es una orquesta de vocaci¨®n mozartiana que pretende interpretar la m¨²sica del clasicismo y del barroco tard¨ªo seg¨²n las caracter¨ªsticas instrumentales y de n¨²mero de miembros que, se daban en la ¨¦poca de composici¨®n de las obras. Para m¨ª, lo fascinante es hacer y escuchar un Mozart con el timbre, el color el tempo, la mentalidad, en fin, que pudieron pertenecer al verdadero Mozart que vivi¨® en el XVIII.
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