Las relaciones franco-alemanas

Las grandes proclamaciones de amistad pertenecen desde hace mucho tiempo a la liturgia de las cumbres francoalemanas. ( ... )Pero las consultas que acabaron el 29 de mayo en Rambonillet han aportado, si no un cambio, al menos una innegable afirmaci¨®n de la concertaci¨®n entre Par¨ªs y Bonn.

Mitterrand quer¨ªa claramente que fuese as¨ª. ?Qu¨¦ lejano parece el tiempo en que el nuevo presidente instalado en el El¨ªseo declaraba que la era de las relaciones privilegiadas con la Rep¨²blica Federal de Alemania hab¨ªa acabado! Nunca se ha apoyado Francia tanto como ahora en las virtudes de esta alianza para llevar a la pr¨¢ctica algunos proyectos que estimaba importantes. Bien se trate de relanzar la actividad industrial y la investigaci¨®n tecnol¨®gica o de obligar a Estados Unidos a bajar los tipos de inter¨¦s o a doblegar a la dama de hierro, Par¨ªs espera de Bonn la solidaridad y la comprensi¨®n, sin las que nada ser¨ªa posible. ( ... ) Instaurar en el interior de la Comunidad una superuni¨®n, sobre todo aduanera, entre dos de sus miembros puede tanto tener un efecto feliz de arrastre como introducir, a un plazo m¨¢s o menos dilatado, un factor de disgregaci¨®n. Se entra as¨ª en el coraz¨®n de la problem¨¢tica de una Europa a velocidades distintas. Para el jefe del Estado ya se manifiesta en los hechos y es in¨²til oponerse a esta realidad. ( ... )

, 31 de mayo