El superesp¨ªa que enga?¨® a los alemanes sobre el 'd¨ªa D' era un espa?ol llamado Juan Pujol
El doble agente que convenci¨® a Alemania de que el desembarco de Normand¨ªa era s¨®lo una operaci¨®n de diversi¨®n fue un espa?ol, Juan Pujol Garc¨ªa, conocido por los aliados como Garbo y por los alemanes como Arabel. Su identidad verdadera, revelada ayer por el dominical Mail on Sunday, ha permanecido oculta durante 40 a?os.
Pujol, que tiene 72 a?os de edad y que ha vivido desde el final de la segunda guerra mundial en Am¨¦rica Latina, fue recibido esta semana en audiencia privada por el duque de Edimburgo, esposo de la reina de Inglaterra. Seg¨²n el semanario brit¨¢nico, Juan Pujol fue "el esp¨ªa que salv¨® a Europa". Gracias a sus informes falsos, Hitler concentr¨® sus divisiones acorazadas Panzer en el paso de Calais, m¨¢s de 150 kil¨®metros al norte del lugar realmente elegido para el desembarco del d¨ªa D. La existencia de Garbo era ya conocida, seg¨²n explic¨® a EL PA?S el historiador Paul Preston, pero hasta ahora nadie hab¨ªa dicho su nombre. Se cre¨ªa que hab¨ªa muerto hac¨ªa muchos a?os. Aunque el semanario Mail on Sunday no explica cu¨¢l fue su papel en la guerra espa?ola, todo parece indicar que fue un anarquista catal¨¢n. Cuando el duque de Edimburgo le pregunt¨® por qu¨¦ hab¨ªa ayudado al Reino Unido, contest¨® que la guerra civil le hab¨ªa hecho odiar al fascismo y al comunismo.Juan Pujol fue un esp¨ªa por libre. Acabada la guerra espa?ola ofreci¨® sus servicios a la Embajada brit¨¢nica en Madrid. Fueron rechazados. Se dirigi¨® entonces a la representaci¨®n de Hitler y les convenci¨® de que pod¨ªa viajar al Reino Unido y actuar como informador para Alemania.
En lugar de ir al Reino Unido, Pujol y su esposa se instalaron en Cascais, cerca de Lisboa. Desde all¨ª, y sin pisar el Reino Unido, invent¨® informes con tanto sentido que su estima entre los alemanes fue subiendo. Hasta los propios brit¨¢nicos comenzaron a inquietarse por Arabel. En 1942, el esp¨ªa espa?ol volvi¨® a establecer contacto con los brit¨¢nicos para ofrecerse como agente doble.
Esta vez fue acogido con los brazos abiertos y trasladado a Plymouth, desde donde pondr¨ªa en marcha una sofisticada e incre¨ªble operaci¨®n de desinformaci¨®n. Pujol, que contaba con una imaginaria amante en el Ministerio de Informaci¨®n, avis¨® en seguida a Berl¨ªn de un posible desembarco en Normand¨ªa, pero insistiendo una y otra vez en que el gran golpe llegar¨ªa en el paso de Calais. Sus informes, seg¨²n el escritor Nigel West, especialista en temas de espionaje brit¨¢nico, convencieron al servicio secreto alem¨¢n, hasta el extremo de que Berl¨ªn crey¨® que exist¨ªan dos cuerpos de ej¨¦rcito, dirigidos por el general Patton, encargados del aut¨¦ntico desembarco. En la noche del 5 al 6 de junio de 1944, Garbo telegrafi¨® secretamente var¨ªas veces su mensaje: "Zarp¨® flota invasi¨®n para ejercicio diversi¨®n en Normand¨ªa".
Medalla del Imperio Brit¨¢nico
Terminada la guerra, Garbo recibi¨®, en una ceremonia secreta, la Medal of British Empire (MBE), considerada como la recompensa m¨¢s cercana al t¨ªtulo de sir. Juan Pujol era el segundo espa?ol que recib¨ªa en el siglo XX una condecoraci¨®n tan importante. En la primera guerra mundial, el millonario vasco Ram¨®n de la Sota alcanz¨® -caso ¨²nico en la historia del Reino Unido- el t¨ªtulo de sir por haber puesto bajo bandera brit¨¢nica toda su flota.
Pujol acept¨® revelar su identidad, despu¨¦s de tantos a?os en que permaneci¨® oculto como un peque?o hombre de negocios en Venezuela, porque cree que todos sus antiguos colegas del servicio secreto alem¨¢n est¨¢n muertos. Ya no teme represalias y desea que se reconozca su labor. "Quiero que mi familia sepa lo que hice y que mis amigos sepan que estoy vivo".A su llegada a Londres, donde permanece casi secuestrado por el peri¨®dico que le localiz¨® y que public¨® su historia, mantuvo una emocionante reuni¨®n con sus antiguos jefes del MI-5: coronel Thomas Robertson, coronel Roger Hesketh y Cyril Mills. Todos cre¨ªan que hab¨ªa muerto en los a?os cincuenta en ?frica. Los tres reconocen la importancia de la labor de Garbo. "Sin ¨¦l, el desembarco hubiera sido mucho m¨¢s sangriento".
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