Joan Manuel Serrat: todo suma y nada resta

Cuando el a?o pasado, a ra¨ªz de la aparici¨®n de su disco Cada loco con su tema, Joan Manuel Serrat acudi¨® al Teatro Griego de Barcelona, muchos justificaban la expectaci¨®n levantada por el concierto afirmando que el cantautor del Poble Sec atravesaba por un momento especialmente entra?able. Anteayer por la noche se demostr¨® que la puntualidad de aquella afirmaci¨®n era err¨®nea y que en la carrera de Serrat todo suma y nada resta. Comparada con la del martes, la expectaci¨®n del Griego era pura broma. El p¨²blico abarrot¨®, el resultado musical fue brillante y ese mismo p¨²blico hizo que Serrat a?adiera, hasta seis, los temas que desde las enfervorizadas gradas del anfiteatro le iban pidiendo.

Media hora antes de iniciarse el recital, un p¨²blico heterogeneo e intergeneracional, entre el que se encontraban desde Antonio de Senillosa pasando por Trinca, el peluquero Iranzo o Menotti, fue llenando esas cotizadas butacas que desde hace d¨ªas era pr¨¢cticamente imposible conseguir.Cuando se apagaron las luces de la sala se produjo un silencio de expectaci¨®n llenado por los primeros compases del grupo de acompa?amiento: Miralles, Rabassa, Clua y Cubero.

En esa formaci¨®n resid¨ªan las inc¨®gnitas m¨¢s importantes de la velada: era la primera vez que le ve¨ªamos la sustituci¨®n de Bardag¨ª por Cubero a la guitarra y el disco Fa vint anys que tinc vint anys, es riqu¨ªsimo en arreglos de cuerda que no iban a estar en el directo. La duda se desvel¨® cuando Serrat apareci¨® en escena envuelto en ensordecedoras ovaciones.

?l aglutina el carisma y bastar¨ªa con su guitarra y su manera de contar las cosas para conseguir la m¨¢s abstraida atenci¨®n. Y ¨¦sto se demostr¨® en los temas que Serrat sigue prefiriendo cantar con piano.

Temas de estos hubo a montones. Del nuevo disco, como El Falc¨® o Ser¨ªa Fantastic, o la pat¨¦tica historia de La Tieta que en el tercer bis acept¨® cantar.

La noche empez¨®, de todas formas, con un tema bien orquestado como es el Fa vint anys que tinc vint anys que pese a no suponer, creativamente, algo importante sirvi¨® para sentar las bases de lo que Serrat quiere.

No tuvo ning¨²n reparo mezclar canciones nuevas con las viejas y las catalanas con las castellanas. De estas destac¨® Sinceramente Tuyo que arrebata con esa forma ¨ªntima de decir "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". A continuaci¨®n vino Mediterraneo, porque detr¨¢s iba a cantar Plany la mar.

La segunda parte, al igual que la primera, se compuso de once temas que fueron generosamente prolongados por los bises.