El socialista Formica acusa impl¨ªcitamente a Andreotti de ser el responsable de la P-2
Rino Formica, jefe del Grupo parlamentario Socialista, ex ministro y una de las personalidades pol¨ªticas de mayor relieve de su partido, gran polemizador y, seg¨²n algunos observadores, aspirante a una eventual sucesi¨®n del secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), Bettino Craxi -actual jefe del Gobierno-, ha lanzado una bomba ante la comisi¨®n parlamentaria que investiga sobre la logia secreta mas¨®nica Propaganda Due (P-2), al acusar impl¨ªcitamente al actual ministro de Asuntos Exteriores, el democristiano Giulio Andreotti, de ser el m¨¢s alto responsable de la P-2.
Aunque Formica no mencion¨® expresamente a Andreotti, no cabe duda a nadie de qui¨¦n es la persona contra la que dirigi¨® sus alegaciones sobre la responsabilidad del mayor intento desestabilizador que ha conocido Italia en los ¨²ltimos a?os, y cuyo objetivo era implantar una direcci¨®n autoritaria en el pa¨ªs. As¨ª lo han entendido la mayor¨ªa de los observadores pol¨ªticos y la Prensa italiana.Seg¨²n Formica, la maniobra desestabilizadora de la P-2 fue organizada por los "contrincantes de Aldo Moro" que se propon¨ªan cerrar aquellos espacios de democracia que Moro hab¨ªa empezado a abrir. Se trataba de un golpe blanco para establecer en el pa¨ªs una direcci¨®n pol¨ªtica autoritaria. Y Andreotti fue el gran director de escena.
La reacci¨®n de la Democracia Cristiana ha sido dur¨ªsima. El presidente del partido, Flaminio Piccoli, ha calificado la intervenci¨®n de Formica como "acto desestabilizador", y ya se habla de una venganza democristiana inmediata: arrancar al PSI, despu¨¦s de las elecciones europeas, la presidencia del Gobierno.
A Formica le respondi¨® tambi¨¦n, en el debate de la comisi¨®n, el independiente de izquierdas, Aldo Rizzo, quien ha acusado a su vez al diputado socialista de haber interrumpido su an¨¢lisis pol¨ªtico en 1978, fecha en la que personalidades del PSI empiezan a aparecer implicadas en el esc¨¢ndalo de la P-2. Y dijo incluso Rizzo que es a partir de entonces, y con el apoyo de los socialistas, cuando de verdad empieza a realizarse pol¨ªticamente el intento autoritario de la P-2, con la ruptura de la unidad sindical, la reforma institucional, y el aislamiento de los comunistas.
Los comunistas se?alan que, parad¨®jicamente, Formica acaba de firmar el acta de defunci¨®n del Gobierno Craxi, que saldr¨¢ hecho a?icos de esta pol¨¦mica.
M¨¢s a¨²n, seg¨²n un editorial de L'Unita, ¨®rgano oficial del partido, la intervenci¨®n de Formica ante la comisi¨®n P-2 "ha sido un golpe dur¨ªsimo a toda la pol¨ªtica de Craxi", ya que, a?ade el peri¨®dico comunista, los socialistas persiguen actualmente la l¨ªnea m¨¢s opuesta a la pol¨ªtica de di¨¢logo y colaboraci¨®n con todas las fuerzas pol¨ªticas, en un esp¨ªritu de unidad nacional, que propugn¨® Aldo Moro.
Evidentemente, todos estos ataques hay que leerlos en clave de campa?a electoral. El inefable Andreotti, con su flema habitual, s¨®lo ha comentado: "?Eso es todo? ?Pero no iba a estallar la guerra?"
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