Los tanques baratos de Tirana
Toda Albania est¨¢ jalonada de bunkers de hormig¨®n. Bordean las carreteras, surgen de entre los maizales, se incrustan en las arenas de las playas como caracolas f¨®siles con su b¨®veda repleta de troneras. Son los tanques baratos de Albania, un pa¨ªs envuelto en secretos, que hace ocho a?os gastaba en defensa, seg¨²n estimaciones estadounidenses, 53 d¨®lares por habitante, frente a los 75 de Grecia y 42 de Yugoslavia. Albania, adem¨¢s, tiene poco menos de tres millones de habitantes, Grecia llega casi a 10 y Yugoslavia alcanza los 22, todos ellos pa¨ªses fronterizos y balc¨¢nicos.El bunker es su seta envenenada contra el agresor. En caso de ataque, muchos pueblos del interior y de la costa de Albania tienen sus talleres de elementos prefabricados para bunkers. La realidad es que 100 de esas caracolas erizadas de armas elementales antitanques salen mucho m¨¢s baratas que un carro T-72. Adem¨¢s, como dice el escritor Kadare, "al alban¨¦s le encanta liarse a tiros solo contra mucha gente".
La ruptura con la Uni¨®n Sovi¨¦tica dej¨® bastante desarmada a Albania. Enver Hoxha relata en sus memorias el ¨²ltimo acto de una alianza con la URSS.
A finales de 1961, el almirante Kasatonov, comandante de la flota del mar Negro, lleg¨® a la base albano-sovi¨¦tica de Valona a llevarse sus submarinos. Hoxha le dijo que ocho submarinos eran albaneses y que no se los dejaba llevar. "El almirante quiso intentar ablandarnos; pero, en vez de entregarnos las unidades, subi¨® a bordo del submarino insignia e hizo alinearse a los dem¨¢s en formaci¨®n de combate. Nosotros ordenamos a las fuerzas albanesas bloquear el estrecho de Sazana y apuntar hacia los sumergibles. Kasatonov, aterrado, se vio en una ratonera arrojado al fondo del mar. Con el rabo entre las piernas, se fue llev¨¢ndose s¨®lo los submarinos de tripulaci¨®n sovi¨¦tica; un gran mal fue conjurado de una vez para siempre de la tierra y el mar albaneses".
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