La azarosa historia de un David orgullosamente aislado
Albania surg¨ªa internacionalmente el a?o 1913 en Londres como "principado soberano, hereditario y neutro" bajo el control de las grandes potencias. Italianos, griegos y serbios trataron durante a?os de recortar sus fronteras. Al derrumbarse Turqu¨ªa, todos sab¨ªan que entre Serbia y Grecia se hablaba un idioma que nadie escrib¨ªa, el alban¨¦s.Pero nadie en los Balcanes deseaba ver cristalizar en Estado aquella etnia ancestral descendiente de los ilirios, los m¨¢s antiguos pobladores de los Balcanes. Fue la pugna de Italia y Austria-Hungr¨ªa contra Rusia y Francia, protectoras de los intereses serbios, lo que propici¨® la creaci¨®n del Estado alban¨¦s. Nacida Yugoslavia en 1918 con una dinast¨ªa serbia, la Italia de Mussolini logr¨® satelizar el David reci¨¦n nacido.
Partisanos de Hoxha
Liberada Albania de las tropas italianas y alemanas por los partisanos de Enver Hoxha en 1944, el hermano mayor comunista yugoslavo hace pesar su hegemon¨ªa organizativa, proporcionando tambi¨¦n preciosa ayuda t¨¦cnica. Llega un momento en que Hoxha y su estratega, Mehmet Shehu, se ven acorralados por elementos proyugoslavos, liderados por Koci Xoxe, ministro del Interior, que se permite criticar p¨²blicamente a Hoxha. ?ste sabe esperar, y cuando en 1948 Stalin rompe con Tito, se adelanta y liquida a quienes iban a por ¨¦l.
Siguen a?os de estalinismo ferviente. Muerto Stalin, Nikita Jruschov sigui¨® tratando bien a Albania, pa¨ªs al que le perdon¨® todas las deudas contra¨ªdas en rublos hasta 1955. Jruschov recomienda a los albaneses ponerse a bien con los yugoslavos, por creer demasiado en la fuerza de sus consejos y olvidarse de que Albania est¨¢ lejos del Este.
Otro de los pecados albaneses del l¨ªder sovi¨¦tico fue su falta de t¨¢ctica con los pueblos peque?os. "No se preocupen por el pan, porque los ratones sovi¨¦ticos se comen al a?o tanto trigo como toda Albania; planten naranjas, que es lo que necesitamos", dijo en una ocasi¨®n.
Durante una vista a la estrat¨¦gica ensenada de Butrint, Jruschov cortar¨ªa el cultista discurso de Hoxha sobre las ruinas arqueol¨®gicas locales con un abrupto "Enver, deje en paz a los romanos y a los helenos en su sue?o de siglos y construyamos aqu¨ª una base con la que podamos paralizar cualquier acci¨®n militar desde el B¨®sforo hasta Gibraltar". Hoxha dice en sus memorias que tal desprecio por el pasado alban¨¦s le puso la carne de gallina.
Hoxha no quiere que su amistad con la URSS tenga que pasar, despu¨¦s de Stalin, por la potencia del Norte, Yugoslavia. Mosc¨² acaba rompiendo con Tirana en 1961. El David balc¨¢nico se pone en manos de otro Goliat estalinista. China reanuda el tercer plan, quinquenal alban¨¦s, truncado por el bloqueo sovi¨¦tico. A cambio, Albania da en las Naciones Unidas la batalla por la admisi¨®n de la China de Mao.
Pero muere Mao y surge de nuevo la sombra del odio-amor yugoslavo. Cuando Tito va a Pek¨ªn (1977) y Hua Guofeng viene a Belgrado (1978) sin pasar por Tirana, Hoxha insulta ideol¨®gicamente a los sucesores de Mao, acus¨¢ndoles de todos los vicios revisionistas. Entre los trapos sucios revela que en 1968 Chu Enlai neg¨® al entonces ministro de Defensa alban¨¦s Begir Balluku (fusilado en la purga de 1974) armamento pesado, recomend¨¢ndole en cambio una alianza con Rumania y Yugoslavia. Tras la intervenci¨®n sovi¨¦tica en Checoslovaquia, China quer¨ªa formar un tri¨¢ngulo comunista de descontentos.
En los Balcanes se encuentran hoy dos pa¨ªses de la OTAN (Turqu¨ªa y Grecia), dos del Pacto de Varsovia (Bulgaria y Rumania) y uno no alineado (Yugoslavia). Albania no cabe en casilla alguna, si bien su salida del Pacto de Varsovia en 1968 y su rompimiento con Mosc¨² y con Washington le conf¨ªeren facetas de neutralismo.
Los discursos de Hoxha tienen sus p¨¢rrafos matem¨¢ticamente distribuidos para que produzcan un efecto de neutralizaci¨®n de los insultos: uno contra Mosc¨², otro contra Estados Unidos. Es el gui¨®n oficial del doble adversario.
Albania no tiene ning¨²n tipo de relaciones diplom¨¢ticas con Estados Unidos ni con la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Pero Pravda, el ¨®rgano del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, elogia siempre la revoluci¨®n albanesa en su fiesta nacional del 29 de noviembre. Esos editoriales parecen dirigidos a recordar a los muchos albaneses que estudiaron en Mosc¨² en tiempos de Stalin y ahora tienen 50 a?os que en la URSS se piensa mucho en ellos. Yuri Andropov fue durante a?os el especialista del Kremlin en temas albaneses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.