El territorio, la mayor aportaci¨®n de Espa?a

El territorio (suelo, aire y mar) es la mayor aportaci¨®n militar de Espa?a a la OTAN. Sin hacer nada. En un simple mapa, a la primera ojeada se puede ver que Espa?a tendr¨ªa un papel para la llegada de refuerzos y otros menesteres que se tienen que decidir y negociar. Y planificar.

El papel para las acciones fuera de zona (en el Oriente Pr¨®ximo u otras ¨¢reas) es ya una realidad, sin esperar a la OTAN, a trav¨¦s de los acuerdos con EE UU. El ¨²ltimo ejemplo ha sido la ayuda prestada, bajo el actual Gobierno, para el env¨ªo de fuerzas norteamericanas a L¨ªbano.

Pero con el mapa en la mano se ve que la posici¨®n de Espa?a, en un extremo de Europa, a caballo entre el Atl¨¢ntico y el Mediterr¨¢neo, no es muy diferente de la de Portugal o el Reino Unido.

Los ejemplos pueden servir o no, es cuesti¨®n de debatirlo; de ah¨ª que sea m¨¢s correcto plantear la discusi¨®n de la participaci¨®n, que de la integraci¨®n militar. Pues, en cualquier caso, Espa?a ser¨¢ un caso particular. Y de hecho, seg¨²n reconocen fuentes atl¨¢nticas, si Espa?a hubiera estado en la OTAN cuando se cre¨®, los mandos se habr¨ªan configurado de otro modo.

Una de las cosas que m¨¢s puede interesar a Espa?a es la red de alerta a¨¦rea de la OTAN (de cara a Ceuta, Melilla y Canarias). Incluso en este caso se plantea un problema de mandos, pues Espa?a tendr¨ªa que enlazar con esta red a trav¨¦s de Francia.

El debate sobre el c¨®mo ha de empezar ya, pues sin ¨¦l no se puede responder a la cuesti¨®n b¨¢sica de si la permanencia o la salida de la OTAN mejora la defensa y/o la seguridad (son dos conceptos complement arios, pero distintos) de Espa?a; y ver cu¨¢les son las alternativas. Una est¨¢ bastante clara: la situaci¨®n actual no se podr¨¢ mantener, pues, como m¨ªnimo, la OTAN cerrar¨¢ el grifo de la informaci¨®n confidencial y secreta que ahora fluye hacia la Administraci¨®n espa?ola.