Sobre el tabaco

Hay, sin duda, otras drogas que perjudican no s¨®lo a quienes las toman, sino, con frecuencia, tambi¨¦n a los dem¨¢s: como el alcohol, origen de gran n¨²mero de agresiones personales y de accidentes de tr¨¢fico. Pero el tabaco, en cualquier dosis, siempre da?a a los circunstantes, fumadores pasivos, y por eso es la droga asocial por excelencia.De ah¨ª que los Estados civilizados procuren limitar el consumo de tabaco restringiendo la publicidad de las compa?¨ªas privadas y haciendo campa?as contra su consumo, como la del responsable de Sanidad de Estados Unidos, que acaba de declararlo "el riesgo m¨¢s importante" para la salud, culpable del 90% de las enfermedades del pulm¨®n y causa de c¨¢ncer y de enfermedades ordinarias.

En Espa?a, por el contrario, leemos con estupor e indignaci¨®n que en 1984 se va a hacer una campafla de 1.500 millones de pesetas, en favor del consumo del tabaco, por parte de Tabacalera. Apenas cabe ejemplo m¨¢s claro de que nos encontramos ante un Estado insano, que act¨²a, al rev¨¦s de los dem¨¢s, contra la salud de sus propios ciudadanos. Insano incluso en su econom¨ªa, pues est¨¢ probado que deber¨¢ gastar mucho m¨¢s en remediar en parte las secuelas de las enfermedades producidas por el tabaco de lo que sacar¨¢ de su monopolio como envenenador oficial de todos los espa?oles.-