Rodolfo Halffter, Paloma O'Shea y Luis Portabella, nuevos acad¨¦micos de Bellas Artes

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ha nombrado miembro de honor al compositor Rodolfo Halffter, y acad¨¦micos correspondientes por la Secci¨®n de M¨²sica, a Paloma O'Shea y Luis Portabella. Rodolfo Halffter, nacido en Madrid el 30 de octubre de 1900, es el decano de una familia musical a la que pertenecen su hermano Ernesto, cinco a?os menor, y su sobrino Crist¨®bal, ambos acad¨¦micos de n¨²mero de la corporaci¨®n.Rodolfo Halffter, despu¨¦s de trabajar en Espa?a -entre otros, con Manuel de Falla-, marcha a Par¨ªs. Durante los a?os de la guerra civil es secretario del Consejo Central de la M¨²sica del Gobierno republicano. Dirige la revista M¨²sica y las ediciones musicales oficiales. Al terminar la contienda se instala en M¨¦xico y contin¨²a una labor pedag¨®gica y de promoci¨®n como profesor y director de las ediciones mexicanas de m¨²sica, as¨ª como organizador de conciertos en el Instituto de Bellas Artes. A partir de 1963, sus viajes a Espa?a se hacen frecuentes; interviene en cursos como el Manuel de Falla, de Granada, y M¨²sica en Compostela; en los Festivales de M¨²sica y Am¨¦rica, de Cuenca, y temporadas sinf¨®nicas de Madrid.

Entre la producci¨®n de Rodolfo Halffter deben destacarse, dentro de su per¨ªodo nacionalista, los ballets Don Lindo de Almer¨ªa y La madrugada delpanadero, sobre argumentos de Bergam¨ªn. Despu¨¦s de estrenar el Concierto para viol¨ªn (1939-1940), el estilo de Halffter evoluciona hacia un lenguaje m¨¢s pr¨®ximo a la vanguardia de entonces. El Cuarteto, la Tripartita (1959), las Diferencias (1970), los Dos ambientes sonoros (1975), Facelas (1977) o Secuencia (1977) representan distintos aspectos de la modernidad halffieriana, quien supo asimilar las innovaciones de la escuela de Viena sin renunciar a ciertos principios pros¨®dicos y constructivos que cualifican su obra dentro del panorama general de la generaci¨®n del 27. Rodolfo Halffter ha recibido muchos homenajes en Espa?a y en M¨¦xico, entre los que figuran la Cruz de Alfonso X el Sabio (1973) y el Premio Mexicano de Ciencias y Artes (1976).

Los dos acad¨¦micos correspondientes realizan, en distintos campos, una gran labor en pro de la difusi¨®n musical: Paloma O'Shea ha conseguido hacer, en unos a?os, un concurso internacional de piano que figura entre los m¨¢s importantes del mundo; Luis Portabella, con la creaci¨®n de Pro M¨²sica, primero, y la nueva orientaci¨®n del Teatro del Liceo barcelon¨¦s, del que es primer gestor, ha modificado muchos supuestos de la vida musical en la capital de Catalu?a, a partir de unas exigencias de m¨¢xima calidad y una l¨ªnea de nivel europeo.