El desequilibrio de la Seguridad Social amenaza con multiplicarse por cuatro antes de 1993
La insuficiencia de las cotizaciones de empresarios y trabajadores a la Seguridad Social respecto a las tendencias del gasto ascender¨¢ el pr¨®ximo a?o a 978.916 millones de pesetas, para crecer paulatinamente hasta 3,64 billones de pesetas en 1993, si no se adoptan medidas correctoras. El informe que estudi¨® a este respecto el ¨²ltimo Consejo de Ministros fue entregado ayer a los medios informativos por el director general de R¨¦gimen Econ¨®mico de la Seguridad Social, Adolfo Jim¨¦nez.
Aunque no revel¨® el contenido de las medidas correctoras en estudio, Adolfo Jim¨¦nez dijo que, para garantizar el futuro del sistema de protecci¨®n, es necesario restablecer el equilibrio entre cotizaciones y prestaciones. "Si no", afirm¨®, "tarde o temprano los Presupuestos del Estado no podr¨¢n hacer frente al gasto.La ley de financiaci¨®n y perfeccionamiento de la Seguridad Social, dictada en 1972 para desarrollar la ley de bases de 1963, sirvi¨®, seg¨²n el director general, para recaudar m¨¢s y aplazar el problema. A su juicio, la Seguridad Social tiene soluciones a tres o cuanto a?os vista con el mismo enfoques y ¨¦sta pod¨ªa haber sido una tentaci¨®n para la Administraci¨®n actual. Pero, por el contrario, el Gob¨ªerno ha preferido adaptar el gasto previsto a las necesidades de la econom¨ªa espa?ola.
Las medidas concretas de reforma para atajar el desequilibrio estan siendo estudiadas por una comisi¨®n interministerial, que terminar¨¢ el trabajo antes de finales de julio, para que puedan ser sometidas a concertaci¨®n y enviadas a las Cortes en, el ¨²ltimo semestre. El objetivo anunciado por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Joaqu¨ªn Almunia, es que puedan entrar en vigor a principios de enero pr¨®ximo.
Mejorar la gesti¨®n
La reforma institucional y la mejora de gesti¨®n que posibilitar¨¢n dichas medidas pasar¨¢n, en l¨ªneas generales, por intensas actuaciones contra el fraude en los gastos e ingresos, sobre todo por prestaciones de invalidez; la correcci¨®n de situaciones de concurrencia de pensiones; la disminuici¨®n de la morosidad en la recaudaci¨®n; una mayor relaci¨®n entre cotizaciones y prestaciones; y una desaceleraci¨®n en las aportaciones del Estado, que no crecer¨¢n con tanta intensidad como en los ¨²ltimos a?os.Tanto estas medidas como el documento entregado ayer a los medios informativos, que lleva por t¨ªtulo Evoluci¨®n de ingresos y gastos de la Seguridad Social 1985-1993, son similares a las que a finales de 1981 estudi¨®. una comisi¨®n tripartita de sindicatos, patronal y Administraci¨®n, bajo la presidencia de Enrique Fuentes Quintana. Las principales diferencias estriban en que ahora no se considera posible mantener la participaci¨®n de la Seguridad Social en el producto interior bruto (del 9,67%), ni el ritmo de incremento en la aportaci¨®n del Estado, ni una fijaci¨®n tan alta para las nuevas pensiones. El secretario general de la Seguridad Social, Luis Garc¨ªa de Blas, indic¨® a finales del a?o pasado que las nuevas pensiones suponen por encima del 90% de los ¨²ltimos sueldos en activo y que, por cualquiera de los sistemas en estudio, se rebajar¨ªa en torno al 60%, aunque tales extremos fueron luego desmentidos.
El documento resalta la imposibilidad de cambiar el actual sistema de reparto (pagar las prestaciones de un a?o con los ingresos del mismo) por otro de capitalizaci¨®n (basado en los rendimientos del ahorro), debido a que ello exigir¨ªa acumular de golpe m¨¢s de 25 billones de pesetas, equivalente todo el producto interior bruto de un a?o, El principal problema ser¨¢ la incorporaci¨®n de nuevos pensiones (pr¨®xima al 4% anual), que eleva los gastos tendenciales de 3,8 billones en 1985 a 8,89 en 1993. Aunque las cuotas pasaran en el mismo per¨ªodo de 2,5 a 4,7 billones de pesetas, el d¨¦ficit a cubrir por el Estado subir¨ªa de 0,97 a 3,6 billones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.