Bar¨®n, en el aire
DE NO ser por la abrumadora superioridad que la Renfe despliega en todos los aspectos relacionados con las incomodidades para el viajero, la falta de puntualidad en los horarios y la inseguridad del transporte, cabr¨ªa afirmar que los espa?oles s¨®lo pueden cobrar conciencia de su verdadera situaci¨®n como contribuyentes si se arriesgan a afrontar las peripecias que les depara un vuelo en nuestras l¨ªneas a¨¦reas. Pero cuando las irregularidades habituales de nuestra primera compa?¨ªa estatal de aviaci¨®n comercial quedan reforzadas por una huelga como la que -mantiene el Sindicato Espa?ol de Pilotos de L¨ªneas A¨¦reas (SEPLA), los usuarios no tienen, m¨¢s alternativa, excluyendo la c¨®lera, que la resignaci¨®n fatalista o el humor virulento. Si la comedia de la confusi¨®n montada a tres bandas durante los ¨²ltimos d¨ªas por el sindicato de pilotos, los directivos de Iberia y el Ministerio de Transportes no desemboca en un aut¨¦ntico drama, la raz¨®n no es otra que la incapacidad de los ciudadanos para meter baza directamente en ese lamentable conflicto. De esta forma, los intereses generales de la sociedad quedan sacrificados al corporativismo de un cuerpo de elite y a la incompetencia de una Administraci¨®n sectorial m¨¢s preocupada por ejercer los atributos formales del poder que por plantearse de forma meditada los procedimientos para reformar el sistema p¨²blico de transporte y para frenar la sangr¨ªa de p¨¦rdidas d¨¦ una compa?¨ªa estatal.Mientras las l¨ªneas a¨¦reas de los pa¨ªses desarrollados comienzan a salir de la profunda crisis de los ¨²ltimos a?os y a presentar cuentas satisfactorias en sus balances, Iberia ha arrojado cerca de 30.000 millones de pesetas de p¨¦rdidas en el ¨²ltimo ejercicio. Ning¨²n p¨¢nico: los directivos siguen siendo los mismos, los pilotos -con n¨®minas millonarias- dejan sin verano a miles de ciudadanos, el trato al viajero permanece detestable, y la primera clase, abarrotada, en los mejores d¨ªas de facturaci¨®n, de empleados de la compa?¨ªa y sus familias con derecho a viajar gratis cuando no hacen huelga. El Ministerio de Transportes, por si acaso, se dedica a desprestigiar a la propia Iberia, mientras la gesti¨®n de los aeropuertos permanece en un end¨¦mico estado de postraci¨®n.
Sobre el trasfondo general de ineficiencia de la empresa p¨²blica, el Ministerio de Transportes, dentro de su propio campo de competencias, s¨®lo parece interesado en salvar la cara ante la opini¨®n p¨²blica y en escribir con buena letra sus cartas de protesta, mientras que con la otra mano arroja piedras al aire para ocultar o tratar de disminuir sus responsabilidades.
La ausencia de transparencia informativa del Ministerio y su disposici¨®n a endosar a terceros las culpas en asuntos de su competencia ya se hicieron famosas con ocasi¨®n de los desastres a¨¦reos del pasado fin de a?o en Madrid. Los socialistas ganaron las elecciones generales del 28-0 con un programa de cambio cuya proyecci¨®n en el ¨¢mbito de las formas de gobernar era la democratizaci¨®n de las administraciones p¨²blicas, la informaci¨®n constante a la opini¨®n p¨²blica, la aceptaci¨®n de la cr¨ªtica ciudadana y la capacidad para rectificar decisiones y de
cretar destituciones. Aunque los elementos de continuidad con el pasado no falten en otras zonas del aparato del Estado, preciso es reconocer que el ministro de
Transportes y Comunicaciones puede apuntarse el dudoso honor de haber ganado ampliamente esa carrera hacia la retaguardia de los estilos crispados y aparenciales de gobernar.
En el historial como ministro de Enrique Bar¨®n cabe apuntar decisiones tan costosas como las elevaciones salariales de Renfe del pasado a?o, torpezas como las que han coadyuvado a la actual huelga de Iberia, gestos como la comparaci¨®n entre su aflicci¨®n administrativa y el dolor de los familiares de los fallecidos en los accidentes de Barajas y amenazas como el env¨ªo al fiscal general del Estado de los huelguistas del metro madrile?o para su eventual procesamiento como autores de un delito. Un verdadero r¨¦cord. Ahora, cuando UGT pide p¨²blicamente un reajuste gubernamental y el propio ministro Boyer dice que ¨¦ste es probable, el se?or Bar¨®n afirma que eso son cosas de los peri¨®dicos, quiz¨¢ porque sabe que, mientras los aviones de Iberia siguen en tierra, lo ¨²nico que est¨¢ verdaderamente en el aire es su cargo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Enrique Bar¨®n Crespo
- Huelgas sectoriales
- II Legislatura Espa?a
- Opini¨®n
- Sepla
- MTYC
- Sindicatos pilotos
- Cuenta resultados
- Iberia
- Pilotos a¨¦reos
- IAG
- Sindicatos
- PSOE
- Gobierno de Espa?a
- Huelgas
- Sindicalismo
- Personal vuelo
- Legislaturas pol¨ªticas
- Conflictos laborales
- Aerol¨ªneas
- Empleo
- Renfe
- Transporte a¨¦reo
- Empresas transporte
- Ministerios