Par¨¢sitos que enferman nuestras plantas
El jardinero divide su tiempo entre mimar su jard¨ªn y combatir a sus enemigos su jard¨ªn y combatir
Que una plaga se adue?e de una planta o de un conjunto de ellas es algo absolutamente normal. Lo que ya no es tan normal, y desde luego muy desesperante para el jardinero, es quedarse con los brazos cruzados viendo c¨®mo las plagas y las enfermedades acaban con las plantas que uno ha cuidado con esmero.Plagas hay para todos los gustos, pero hay algunas que aparecen con mucha frecuencia. Por ejemplo, las orugas que se alimentan del follaje de las plantas, comunes en frutales, pl¨¢tanos, arces, ¨¢lamos y chopos, olmos, sauces, casta?os de Indias, rosales, aligustres y un largo etc¨¦tera. Normalmente defolian la planta comiendo sus hojas o parte de ellas; es sumamente importante combatirlas cuando son peque?as ya que entonces su voracidad nos permite atacarlas rociando bien las plantas atacadas. Suelen combatirse con productos como el Malathi¨®n, el Dimetoato o el Sev¨ªn.
Pulgones
Los insecticidas penetrantes son los m¨¢s adecuados para controlar las plagas de insectos barrenaderos de tronco y ramas, y que causan da?os a chopos y ¨¢lamos, rosales, olmos, casta?os de Indias y muchos otros ¨¢rboles de sombra. En casos localizados se puede introducir por el taladro un algod¨®n bien impregnado de sulfuro de carbono tapando a continuaci¨®n la abertura para que los vapores acaben con las orugas refugiadas en las galer¨ªas.
Los pulgones son quiz¨¢ la plaga m¨¢s conocida de todas; pertenecen a numerosos g¨¦neros, aunque los m¨¢s frecuentes son Aphis, Myzus y Macrosiphum, y atacan a todo tipo de plantas: rosales, acacias, frutales, ev¨®nimo, cal¨¦ndula, crisantemo, boca de drag¨®n, c¨ªtricos, chopos y otras muchas. Ya que los insectos de este tipo son chupadores, producen todo tipo de alteraciones en los tejidos de las plantas atacadas como enroscamientos, agallas, engruesamientos y deformaciones diversas. Por ello es importante controlar esta plaga desde sus comienzos: por si fuera poco, son tremendamente prol¨ªficos y entre primavera y verano pueden dar lugar a varias generaciones. Los productos a utilizar deben ser sist¨¦micos (que penetran en la planta incorpor¨¢ndose al torrente de savia que chupa el pulg¨®n) siendo los m¨¢s indicados Tiomet¨®n, Malathi¨®n y Dimetoato.
Nidos en los rosales
Los thrips son insectos tambi¨¦n peque?os y chupadores, con alas muy finas y membranosas y que pueden atacar a un buen n¨²mero de plantas ornamentales como cal¨¦ndulas, rosas, claveles, crisantemos, dalias y, en general, a todos los bulbos. Deben combatirse con Malathi¨®n, Dimetoato o Fenitroti¨®n.
Y como curiosidad, un insecto que utiliza las hojas de los rosales para construir su nido en cualquier recoveco de vigas o tejados, y que es una abeja no gregaria, es la Megachile centuncularis. Su tarjeta de visita es bien reconocible, ya que deja en las hojas unas muescas semicirculares casi perfectas. No suele producir grandes da?os, pero si llegara a eso se puede optar por descubrir los nidos y destruirlos o rociar los rosales afectados con un repelente.
Si para un aficionado puede resultar complicado diagnosticar qu¨¦ plaga est¨¢ asolando sus plantas, mucho m¨¢s lo es cuando se enfrenta a una de las llamadas enfermedades criptog¨¢micas, es decir, aquellas que est¨¢n producidas por hongos. Son de muy diversos colores, aunque todos tienen la caracter¨ªstica com¨²n de presentar un aspecto de polvo que recubre la zona afectada u originar una zona muerta o necrosada. Royas, mildius y oidios son quiz¨¢ los m¨¢s conocidos, aunque otros menos nombrados (como las fusariosis y las verticilosis) son frecuent¨ªsimos. Hacer un diagn¨®stico exacto requiere una formaci¨®n de experto, generalmente complementada con un an¨¢lisis microsc¨®pico, previo cultivo en laboratorio del hongo en cuesti¨®n. Por tanto, recomendar un determinado producto est¨¢ fuera de lugar; lo m¨¢s aconsejable es recurrir a un experto que recomiende el producto criptogamicida o fungicida m¨¢s adecuado.
Una plaga que se presenta con relativa frecuencia en muchas plantas ornamentales (casta?os de Indias, arces, sauces, tilos, bocas de drag¨®n, jacintos y otro bulbos, numerosas plantas de interior) es la de los ar¨¢cnidos o ¨¢caros o, como vulgarmente se les conoce, ara?as. Estas ara?as son diminutas y dif¨ªciles de ver a simple vista: suelen aparecer en ¨¦pocas de calor y sequ¨ªa y se combaten con productos llama dos acaricidas. Si se trata de combatir una plaga de ¨¢caros hay que elegir entre acaricidas que maten los huevos, las larvas o los adultos, o algunos que re¨²nan la condici¨®n de acabar con los tres estados de estos molestos bichos. Normalmente suele emplearse alg¨²n insecticida o fungicida que a la vez tenga acci¨®n acaricida.
Productos fitosanitarios
Con este nombre se conocen aquellos productos que resultan ser t¨®xicos para los par¨¢sitos de las plantas; seg¨²n el tipo de par¨¢sito que controlen se conocen con el nombre de insecticidas (para los insectos), criptogarnicidas o fungicidas o anticriptog¨¢micos (para los hongos), acaricidas (para los ¨¢caros), adem¨¢s de otras denominaciones m¨¢s espec¨ªficas como raticidas (ratas) o helicidas (caracoles).
Interesa saber cu¨¢l es la toxicidad del producto que se usa: es decir, la capacidad de ser t¨®xico para el hombre u otros animales (dom¨¦sticos, beneficiosos o de la fauna terrestre y acu¨ªcola, en general). Esta toxicidad viene expresada por tres letras: la A representa los productos inocuos, que pueden usarse sin peligro; la B, los productos peligrosos, que, hay que usar con ciertas precauciones; la C, aquellos productos que son muy peligrosos y que s¨®lo deben usarse por personas o entidades especializadas y reconocidas. En general, los jardineros aficionados deben utilizar los productos clasificados como A y s¨®lo en casos especiales los de la categor¨ªa B. Y es aconsejable no comprar nunca un producto que no lleve n¨²mero de registro del Ministerio de Agricultura.
Tambi¨¦n es importante, sobre todo si se tratan plantas comestibles, saber cu¨¢l es la persistencia del producto utilizado: es decir, el tiempo durante el cual persisten los efectos t¨®xicos, y que debe respetarse como margen de seguridad para el consumo de los productos tratados.
Y, finalmente, saber que algunos productos pueden ser fitot¨®xicos, es decir, perjudiciales para las plantas tratadas, bien porque sean plantas delicadas, bien porque las dosis de uso sean excesivas para determinadas especies.
Normas de uso
Utilizar bien los fitosanitarios es ya un primer paso para evitar cualquier accidente. He aqu¨ª unas normas sencillas:
1. Asegurarse de que se usa el producto adecuado, y en la concentraci¨®n, y dosis oportunas.
2. No comer, beber ni fumar durante las aplicaciones. Despu¨¦s de ¨¦stas, lavarse concienzudamente. Si el producto es t¨®xico conviene usar gafas e incluso mascarilla.
3. Conservar cada producto en su envase, bien cerrado y fuera del alcance de los ni?os. Si hay una intoxicaci¨®n, llevar el envase al m¨¦dico para que sepa de qu¨¦ producto se trata y aplique el ant¨ªdoto o el tratamiento oportunos.
4. No tratar en d¨ªas de viento; si no hay m¨¢s remedio, hacerlo estando de espaldas a ¨¦l.
5. No abusar de los fitosanitarios.
6. En caso de duda, abstenerse y consultar a un especialista.
La lucha integrada y la lucha biol¨®gica
Cuando se usa un fitosanitario se est¨¢ introduciendo en el medio un producto t¨®xico y extra?o a ¨¦l. Antes de llegar a esto, conviene conocer qu¨¦ puede hacerse para actuar de la forma m¨¢s ecol¨®gica posible; actuando en diversos frentes estaremos aplicando la llamada lucha integrada.
Si una planta est¨¢ bien cultivada, se encuentra en una exposici¨®n favorable y sobre un suelo adecuado, estar¨¢ en mejores, condiciones para resistir a los par¨¢sitos. Poner los medios para un mejor cultivo de cada especie es retrasar o espaciar el uso de productos qu¨ªmicos.
Si a esto le a?adimos (lo que no siempre es posible) que algunas plagas tienen, a su vez, par¨¢sitos, podremos utilizar a ¨¦stos para que controlen a aqu¨¦llas. Es el conocido caso de la mariquita de siete puntos que se come a los pulgones. Lo que es un dato a tener en cuenta.
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