'Hamburguesia'
En un pa¨ªs individualista es l¨®gico que la influencia for¨¢nea le llegue a trav¨¦s de individualidades. El endecas¨ªlabo nos vino gracias a una carta de Navaggiero a Juan Bosc¨¢n; el socialismo, merced a un viaje de Lafargue, y el baloncesto, de la mano de un cura escolapio que se llamaba Mill¨¢n y era t¨ªo de unos compa?eros m¨ªos de colegio.Igual puede decirse de lo futbol¨ªstico: Ladislao Kubala nos ense?¨® a proteger la pelota con el cuerpo, Alfredo Di St¨¦fano a rematar de tac¨®n, y Johan Cruyff a saltar a tiempo para que no le pulverizaran el tobillo. Ido y bien ido Diego Armando Maradona, ?qu¨¦ nos ha dejado?
Hermes bifronte, con una cara Maradona nos ped¨ªa que no nos drog¨¢semos, y con la otra que entreg¨¢ramos la causa de nuestro paladar a la hamburguesa.
Hay hamburguesas y hamburguesas. Desde la f¨®rmula excelsa de la hamburguesa trufada, reforzada con una cucharada de bechamel, rebozada y frita en sus aceites precisos, a esa peliculilla prote¨ªnica con catsup que engulle irresponsablemente buena parte de nuestra juventud, media la distancia que hay entre la alfabetizaci¨®n y su contrario.
Est¨¢ demostrado que esa hamburguesa industrial crea tanta adici¨®n como la hero¨ªna, y aunque no es da?ina para la salud del soma, deja la psique afectada. Muchos ni?os hijos de madre hamburguesa dicta nacen con el s¨ªndrome del catsup, y hay que inyectarles tan espesa sangre desde que abren los ojitos a este mundo que, como dec¨ªa Aute, no sabe ad¨®nde va.
Flaco consuelo el de que Maradona se ha ido con la hamburguesa a otra parte. En la destrucci¨®n del sustrato ideol¨®gico del Mediterr¨¢neo tan nociva es la penetraci¨®n cultural a trav¨¦s del paladar como la que va directamente al cerebro, por la visi¨®n o el o¨ªdo. La peque?a burgues¨ªa se est¨¢ convirtiendo en una peque?a hamburgues¨ªa con catsup, y Maradona es uno de los intelectuales org¨¢nicos m¨¢s responsables de este genocidio cultural. Preferible el exquisito neonato que te pega una paliza sobre el milagro de los panes y los peces del Rioja del setenta a la v¨ªctima de Maradona que chupa esa raqu¨ªtica teta de picadillo llamada hamburguesa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.