La P-2 y el Gobierno italiano
ACABA DE publicar su informe la comisi¨®n parlamentaria qu¨¦, presidida por la democristiana Tina Anselmi, ha analizado la inmensa documentaci¨®n acumulada sobre la logia mas¨®nica Propaganda Dos (P-2). Han sido pr¨¢cticamente tres a?os de un trabajo intenso, en el que han participado representantes de todos los partidos. Los resultados eran esperados con impaciencia por unos y con inquietud por otros. Han significado una fuerte sacudida para el Gobierno Craxi, acarreando la dimisi¨®n de su ministro de Presupuestos, Longo. La principal conclusi¨®n de la comisi¨®n Anselmi es que las listas de la P-2 encontradas en una maleta en la casa de su m¨¢ximo dirigente, Lucio Gelli, en Castiglion Fibocchi, son aut¨¦nticas y representan, efectivamente, la composici¨®n de esa curiosa logia mas¨®nica. Cab¨ªa la posibilidad, y fue la reacci¨®n de muchos en un primer momento, de que dicha documentaci¨®n fuese, en s¨ª, una provocaci¨®n; de que se hubiesen confeccionado listas hinchadas a prop¨®sito para causar p¨¢nico. Por eso reviste extraordinaria importancia la afirmaci¨®n de Tina Anselmi, argumentada en detalle, de que las listas son b¨¢sicamente aut¨¦nticas. Ello. significa que durante muchos a?os ha funcionado una organizaci¨®n clandestina, manejada por Gelli, en la cual estaban afiliados pol¨ªticos de primer plano, generales, magistrados, altos funcionarios, dirigentes de empresas estatales, jefes de los servicios secretos, banqueros, periodistas, empresarios ... En momentos particularmente graves de la historia de Italia aparecen las ligazones de la P-2 con los intentos subversivos de la extrema derecha. Gelli, en sus cartas y mensajes, alimentaba la idea de que el pa¨ªs estaba amenazado de caer en manos de una combinaci¨®n siniestra de comunistas y clericales.Es evidente que la existencia de una organizaci¨®n secreta como la P-2 -muy distinta de lo que son las organizaciones mas¨®nicas normales, si bien estaba integrada en ellas, al menos durante un tiempo- constitu¨ªa un peligro grav¨ªsimo para la democracia, para un Estado de derecho. Algunas de las personas que ostentaban cargos de alt¨ªsima responsabilidad en el aparato del Estado, en la vida pol¨ªtica, por no hablar de otras esferas, se somet¨ªan a consejos o directivas de origen secreto, misterioso; ten¨ªan fidelidades ajenas a las que la ley impone de modo exclusivo. La P-2 era un verdadero c¨¢ncer que minaba las estructuras de la democracia italiana, que hubiese podido destruirla. El haber puesto las cartas sobre la mesa es, sin duda, un gran m¨¦rito del sistema parlamentario italiano. Tina Anselmi no se ha doblegado a las fuertes presiones que sobre ella se han ejercido; su m¨¦rito personal es grande al haber buscado y dicho la verdad.
La primera consecuencia del informe ha afectado directamente al ministro del Tesoro, Pietro Longo, secretario general del Partido Socialdem¨®crata, cuyo nombre est¨¢ en las listas de la P-2, si bien ¨¦l ha negado siempre su pertenencia a la misma. El informe Anselmi, al afirmar la autenticidad de las listas, le coloca en una situaci¨®n muy dif¨ªcil. Despu¨¦s de amenazar con hacer saltar el Gobierno de los cinco partidos que encabeza Bettino Craxi, ha optado por una actitud m¨¢s flexible; acaba de presentar su dimisi¨®n, anunciando que se dedicar¨¢ a los problemas de su partido; y que tendr¨¢ as¨ª m¨¢s liberrtad parq defender su honorabilidad. En todo caso, el Gobierno Craxi vive desde hace bastante tiempo en la orilla misma de una crisis, algo no demasiado excepcional en Italia. Y una serie de factores pueden permitir que esta situaci¨®n se prolongue en los pr¨®ximos meses: en primer lugar, el fracaso del proyecto estrat¨¦gico de Craxi de fortalecer su partido y de crear un fuerte polo en el centro de la escena pol¨ªtica italiana, apoy¨¢ndose adem¨¢s en los republicanos y en los socialdem¨®cratas; las recientes elecciones al Parlamento europeo han confirmado ese fracaso. Por ello, quien tiene en sus manos de verdad la suerte del Gobierno Craxi es el secretario de la Democracia Cristiana, De Mita, al cual le puede interesar que se siga desgastando una presidencia socialista en un per¨ªodo cargado de dificultades.
Aunque es muy completo, no cabe duda de que el informe sobre la P-2 deja sobre la mesa, al menos, dos interrogantes: uno se refiere a la personalidad que pudiese encontrarse detr¨¢s de Lucio Gelli, ya que sorprende el desfase entre la talla de Gelli y los hilos, que ten¨ªa en sus manos; algunos dirigentes socialistas han puesto en circulaci¨®n el nombre de Andreotti. El segundo conduce hacia los v¨ªnculos extraitalianos de la P-2, que parecen muy probables, aunque la documentaci¨®n estudiada no ofrezca datos al respecto. La desaparici¨®n de Gelli de una c¨¢rcel de seguridad de Suiza cuando iba a ser entregado a la justicia italiana es un dato significativo. La cuesti¨®n no est¨¢ cerrada.
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