M¨¢s r¨¢pidos, m¨¢s peque?os

Aunque no implique la utilizaci¨®n de conceptos b¨¢sicos nuevos, la tendencia a la miniaturizaci¨®n de los circuitos integrados, o chips, no ha llegado a su l¨ªmite todav¨ªa, como lo prueban los trabajos que actualmente docenas de laboratorios, p¨²blicos y privados, est¨¢n llevando a cabo en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados.Los objetivos. son un incremento espectacular en la potencia, velocidad y fiabilidad de los ordenadores, junto a una reducci¨®n de coste. El m¨¦todo para conseguirlos, la inclusi¨®n de varios centenares de chips en una ¨²nica oblea de silicio u otro material semiconductor, la de nominada integraci¨®n a escala de oblea.

Lo que espolea a las grandes empresas de ordenadores que actualmente est¨¢n investigando este tema es que esta nueva forma de integraci¨®n pondr¨ªa fin a toda una serie de problemas asociados normalmente con la fabricaci¨®n y el montaje de los chips de silicio. En la actualidad, en cada delgada oblea de silicio se dibujan muchos chips, todos iguales, cada uno de ellos compuesto por circuitos complejos con gran n¨²mero de elementos (transistores, diodos, condensadores, resistencias, etc¨¦tera).

La oblea se parte en estos trocitos -de ah¨ª la palabra chip- y cada uno de ellos se prueba y luego se encapsula y se monta en el lugar adecuado de las placas de circuito impreso que compondr¨¢n el interior fisico de un ordenador.

Las obleas gigantes, donde se dibujar¨ªan directamente todos los distintos circuitos necesarios para una determinada funci¨®n, o incluso para un ordenador entero, eliminar¨ªan defectos de soldadura, retardos causados por los cables que unen entre s¨ª los chips, etc¨¦tera, y reducir¨ªan espectacularmente el tama?o de los ordenadores.